El océano es vida: nos da alimentos para comer, agua para beber y trabajo para ganarnos la vida. Nos protege de los peores efectos del cambio climático. Sin embargo, los humanos no han sido particularmente amables con el océano
Hemos contaminado, agotado y en algunos casos destruido este valioso recurso. Actualmente, se considera que el 40% de los océanos está seriamente afectado por la actividad humana.
Sabemos que tenemos que actuar ya, pero ¿qué podemos, cada uno de nosotros, hacer para salvar los océanos?
No bebas agua embotellada
¿Alguna vez has comprado una botella de agua de plástico y la tiraste a la basura después de usarla una sola vez? Cada día, millones de personas en todo el mundo hacen exactamente eso.
Dado que el nivel de reciclaje en el mundo es de solo alrededor del 25%, la mayor parte de los desechos plásticos terminan en el océano, y gran parte de ellos son las botellas de agua que han sido utilizadas una sola vez. Lleva por lo menos 450 años para que una botella de plástico se degrade, así que puedes imaginar los daños que causa. Piénsalo bien antes de comprar botellas de plástico. Compra una acero inoxidable y llénala según lo necesites.
No tires las colillas de cigarrillos en la calle
Los cigarrillos son dañinos para las personas, pero ¿sabías que también dañan los océanos? Cada año se tiran 4.5 billones de colillas en el mundo. Como es el caso de las botellas de plástico, muchas de estas terminan en el océano y en las costas. Los filtros de los cigarrillos contienen miles de ingredientes químicos que pueden matar a los peces marinos y de agua dulce. Si fumas, tira tu colilla en la basura, y no en la calle.
Elige mejor los pescados que consumes
Mientras la demanda mundial de pescado aumenta cada año, el sector pesquero en el mundo está colapsando debido a prácticas de pesca no sostenibles. Cuando compres pescado, asegúrate de que haya sido pescado o cultivado de modo respetuoso del medio ambiente.
Disminuye tu huella de carbono
El océano absorbe más del 25% de las emisiones de dióxido de carbono de los humanos. Ello se traduce en una “acidificación del océano” que daña a muchas especies marinas. Detener la acidificación de los océanos es equivalente a luchar contra el cambio climático: debemos reducir las emisiones mundiales de dióxido de carbono.
A nivel personal, ello significa optar por el uso de bicicleta o transporte público en vez del automóvil, reducir el consumo general de energía, utilizar la energía verde como la solar y eólica, y tomar decisiones conscientes acerca de lo que comes y compras.
No utilices vasos, cubiertos y pajitas de plástico desechables
Más del 50% de las tortugas marinas mueren por haber ingerido alguna forma de basura. Si queremos salvar la vida marina, debemos pensar bien el uso que le damos al plástico. ¿Por qué utilizar tazas, cubiertos y pajitas (o sorbetes) de plástico que dañan el medio ambiente, cuando puedes usar tus propios utensilios y reutilizarlos tantas veces como quieras?
Sé un consumidor informado
Los microplásticos de la pasta de dientes, la ropa y algunos jabones ingresan al océano en el agua sucia. Son imposibles de recuperar debido a su tamaño tan pequeño. Se estima que por lo menos 51 millones de partículas de microplástico ya se encuentran en los océanos. Esto no sólo pone en peligro a los animales que las ingieren, sino que también pone en riesgo a los humanos que consumen el plástico cuando comen pescado.
Cuando compres productos de higiene personal, evita los que contengan microplásticos. Puedes evitarlos si lees los ingredientes en las etiquetas; si contienen “polipropileno”, “polietileno”, “tereftalato de polietileno” o “polimetil metacrilato”, ¡no lo compres!
Organiza la limpieza de alguna playa
Es muy fácil constatar la contaminación del océano cuando vas a la playa. Los pedazos de plástico como las botellas o bombillas muchas veces terminan en la orilla. ¿Qué te parece si sales con tus amigos y los amigos de tus amigos en un día soleado y recogen toda esa basura? Solo asegúrate de deshacerte de esos materiales de modo sostenible, a fin de que no vuelvan a terminar en el océano. Averigua cómo unirte a un grupo que limpia la playa cerca de ti, u organiza tu propio grupo.
Evita comprar productos en envases de plástico
Ya conoces las graves consecuencias en el océano a causa del plástico. Cuando prefieres comprar productos de los agricultores y mercados locales, en lugar de los productos de las grandes cadenas de supermercados que están envueltos en plástico, puedes matar dos pájaros de un tiro: evitar el uso del plástico y disminuir tu propia huella de carbono. Cuando tengas la posibilidad de elegir, opta por envases y recipientes de papel y de vidrio.
Sé un dueño responsable de tu mascota
Si tienes mascotas, es muy probable que ya hayas dañado el ecosistema oceánico sin saberlo. La arena higiénica de los gatos, por ejemplo, es muy dañina para la vida marina. No la tires al inodoro, ya que inevitablemente llegará al océano. Cuando compres la comida para tu mascota, asegúrate de leer la etiqueta para ver si contiene ingredientes que no son amigables con el medio ambiente. Si tienes una pecera, evita comprar peces de agua salada obtenidos indiscriminadamente. Nunca eches los peces de la pecera que no sean nativos al océano. Aunque parezca una gran idea dejarlos en libertad, puede causar gran daño al ecosistema.
Apoya a una organización que salve la vida marina
Toda la vida marina, desde las tortugas de mar hasta los corales y focas, se ven amenazadas. La acidificación de los océanos, la pérdida de los hábitats, las especies invasoras, la contaminación y la sobrepesca son los principales factores que reducen la biodiversidad de los océanos. Si te importa la vida que hay dentro del agua y si te preocupas por ti mismo, dona parte de tu tiempo o dinero a una organización que ayude a ocuparse de estos importantes temas.
¡Ayúdanos a salvar los océanos! Haz estos pequeños cambios en tu vida diaria y alienta a tus amigos para que también lo hagan. Tu actitud marcará la diferencia.