La Schaubühne de Berlín constituye una institución artística fundamental dentro de la escena teatral europea. Fundada el 21 de septiembre de 1962, celebró el año pasado sus 50 años de programación cultural
La Schaubühne alcanzó su apogeo bajo la dirección de Peter Stein en los setenta, cuando desembarcó en compañía de un grupo de jóvenes colaboradores y actores, todos ellos impregnados de los aires revolucionarios de 1968 y dispuestos a darle la vuelta al sistema teatral del momento.
Hasta mitad de los años ochenta Peter Stein experimentó con formas artísticas y esquemas organizativos de manera incansable. Su modelo asambleario, que defendía voz y voto de todos los miembros del elenco en lo relativo a la elección de textos y programación de la línea artística del teatro, la especial importancia concedida a una dramaturgia casi científica y a la elaboración de conceptos concienzudamente meditados, fomentaron la construcción de una de las compañías estables más importantes y la interacción con el entorno cotidiano, así como un alto grado de concentración en el trabajo teatral, que acabó traduciéndose en una altísima calidad artística y humana.
Desde su paso por la Schaubühne se entiende bajo el término de Schaubühnenstil (estilo de la Schaubühne) un tratamiento cuidadoso y psicológicamente muy exacto de textos y épocas de la literatura universal, tanto de obras clásicas como contemporáneas. Peter Stein puso en escena a los grandes de la dramaturgia universal, Esquilo (La Orestíada) y Shakespeare (Hamlet, Antonio y Cleopatra, Como gustéis, Troilo y Crésida), Ibsen (Peer Gynt), Chéjov (Tres hermanas) y Kleist (El Príncipe de Hamburgo), tanto como a autores contemporáneos como Botho Strauss (Trilogía del reencuentro). Sobre todo el encuentro con Chéjov marcó profundamente la visión teatral de Stein: “El actor aprende allí a conocer el corazón del teatro, es la prueba máxima para cualquier actor.”
Aún después de la marcha de Peter Stein como director artístico en 1985, la Schaubühne conservó su estatus como uno de los escenarios más vanguardistas para directores de escena y dramaturgos como Luc Bondy, Klaus Michael Grüber, Robert Wilson, Andrea Breth o Peter Handtke y Botho Strauss.
En 1999 un grupo de creadores retoma el espíritu original de la Schaubühne, su faceta más social y revolucionaria. De la mano del cuarteto formado por el director Thomas Ostermeier y el dramaturgo Jens Hillje (provenientes de la no por joven menos mítica Baracke del Deutsches Theater), y por la coreógrafa Sasha Waltz y el gestor cultural Jochen Sandig (fundadores de la sala independiente de proyección internacional Sophiensäle), la Schaubühne reactiva todo su potencial artístico. De un lado, Ostermeier y Hillje -en continuación con la labor iniciada con gran éxito de crítica y público en la Baracke- darán un impuslo definitivo a la dramaturgia contemporánea y a la experimentación estética, de otro Waltz y Sandig cosecharán grandes éxitos con su compañía de danza Sasha Waltz & Guests, situando a la Schaubühne en la vanguardia más internacional.
Como en la era de Peter Stein, la programación de la temporada es consecuencia del debate abierto entre la dirección artística, los dramaturgos de la casa y la compañía estable de actores y bailarines. A su vez, la toma de decisiones está supeditada a una reflexión crítica sobre la realidad, reflexión de la que surge la experimentación con formas y modos en la puesta en escena y en la actuación de los intérpretes. De esta manera la Schaubühne se presenta a sí misma como laboratorio en el que desarrollar un nuevo lenguaje teatral, a través del cual las artes escénicas convergen con otras disciplinas como la arquitectura, las artes plásticas y visuales, la literatura y el cine.
Por otra parte, el antiguo modelo asambleario se recupera a través de sueldos uniformes, complementos para guarderías y el compromiso de todos los miembros del elenco de abstenerse de participar en otros trabajos lucrativos en cine, radio o televisión. Después de cinco años de dirección artística conjunta, Sasha Waltz y Jochen Sandig abandonan la Schaubühne para iniciar nuevos proyectos (el espacio cultural Radialsystem V), mientras que Thomas Ostermeier y Jens Hillje continúan en la dirección artística del teatro.