La Universidad de Alcalá y el Ayuntamiento de Alcalá de Henares crean una comisión para conmemorar el 25 Aniversario de la Declaración de la Universidad y Recinto Histórico de Alcalá de Henares como Patrimonio Mundial
El rector de la Universidad de Alcalá (UAH), José Vicente Saz, y el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, han firmado hoy, en el Paraninfo de la UAH, un protocolo para la creación de la Comisión Conmemorativa del 25 Aniversario de la Declaración de la Universidad y Recinto Histórico de Alcalá de Henares como Patrimonio Mundial entre ambas instituciones.
El objetivo de la comisión es fomentar la colaboración entre ambas partes para la realización de actividades culturales, educativas y patrimoniales conjuntas en el transcurso del año 2023, cuando se cumplen 25 de años de dicho reconocimiento por parte de la UNESCO.
El alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, ha destacado la importancia de ‘sentar las bases para que el año que viene se celebre el XXV Aniversario de la declaración de Alcalá de Henares como se merece, son 25 años de una historia de éxito, el orgullo de los alcalaínos y alcalaínas cuando se sienten parte de algo que es de todos, de la Humanidad, del mundo. Constituir esta Comisión es avalar la realización de un trabajo previo que establezca las líneas de trabajo en colaboración con la Universidad, porque cuando las dos grandes Instituciones de la ciudad van de la mano supone garantía de éxito’.
Por su parte, José Vicente Saz ha señalado que el próximo año ‘celebramos que una universidad y una ciudad, simultáneamente, fueron reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. En nuestro caso se unen todos los componentes relacionados con el patrimonio también el intangible; el principal, que es el que da sustento a todo, son nuestros edificios, cuya conservación debemos agradecer especialmente a la Sociedad de Condueños’ y ha añadido que ‘nuestra ciudad es probablemente un caso único en el mundo, porque ha sido capaz de mantener su patrimonio a lo largo de los siglos para que este siguiera teniendo los fines para los que fue creado’.
La declaración como Patrimonio Mundial se produjo el 2 de diciembre de 1998 en Kyoto (Japón) y reconocía el valor de ser la primera ciudad planificada de la Edad Moderna, ejemplo de la Ciudad de Dios y del Saber, precursora de la cultura y la lengua en el Siglo de Oro, con obras como la Biblia Políglota Complutense, cuna de Cervantes, y modelo en la planificación y estatutos de universidades de Latinoamérica y Europa.