“Los niños en Libia viven hoy en una situación extrema e insostenible que el mundo debería considerar inaceptable. Urgimos a todas las partes del conflicto a proteger a la infancia”, pide la directora ejecutiva del organismo
La violencia que afecta a Libia desde 2011 se recrudeció en abril del año pasado, cuando las hostilidades se generalizaron en Trípoli y el oeste del país, empeorando las de por sí precarias condiciones de vida de miles de niños y civiles.
“Los niños en Libia viven hoy en una situación extrema e insostenible que el mundo debería considerar inaceptable. Urgimos a todas las partes del conflicto y los actores con influencia a proteger a la infancia”, dijo la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y pidió que se ponga fin al reclutamiento y uso de niños soldados y que se permita el acceso de los trabajadores humanitarios a la población necesitada.
Asimismo, Henrietta Fore llamó a las autoridades a cesar la detención de niños migrantes y refugiados y a buscar alternativas dignas y seguras para esos menores.
Actualmente, decenas de miles de niños, incluyendo a los refugiados y migrantes están sometidos a un profundo sufrimiento en medio del caos y la violencia resultada de años de guerra civil en el país, advirtió UNICEF.
“Los ataques indiscriminados en las áreas pobladas han causado cientos de muertes y hemos recibido denuncias de niños mutilados o asesinados”, señaló directora ejecutiva.
Fore indicó que también les han reportado del reclutamiento de menores para combatir. “Además, más de 150.000 personas, 90.000 de las cuales son niños, han debido abandonar sus hogares huyendo de la violencia, convirtiéndose en desplazados que precisan asistencia.
Ataques a la población y la infraestructura civil
Las partes en conflicto han atacado instalaciones de las que depende el bienestar y supervivencia de los niños, causando destrucción y obligando a algunas de ellas a cerrar.
Los embates contra las escuelas y la amenaza de la violencia han provocado su cierre, dejando a unos 200.000 niños sin clases. Asimismo, los sistemas de agua y recolección de basura han colapsado, aumentando el riesgo de enfermedades infecciosas como el cólera.
Niños migrantes, refugiados y detenidos: los más vulnerables
Fore agregó que los 60.000 niños refugiados y migrantes que viven las zonas urbanas son altamente vulnerables y destacó el riesgo que corren en especial unos 15.000 menores que viajaban solos, al igual que los que se encuentran en centros de detención.
“Esos niños ya tenían un acceso limitado a la protección y los servicios esenciales y la agudización del conflicto sólo ha amplificado el peligro que encaran”, subrayó.
La directora ejecutiva informó que UNICEF y sus socios en el terreno asisten a los niños afectados y a sus familias, brindándoles cuidados sanitarios, alimentos, protección, educación, agua y saneamiento.
Las agencias proporcionan ayuda también a los niños refugiados y migrantes, así como a los detenidos.
Sin embargo, la violencia contra el personal humanitario y la infraestructura civil socavan los trabajos de socorro, enfatizó la titular de UNICEF.
Finalmente, Fore se refirió a la cumbre para buscar una solución política y pacífica para la guerra en Libia y reiteró su exhortación a las partes enfrentadas a llegar a un acuerdo de paz amplio y duradero por el bien de la niñez.