El propósito de la reunión era debatir acerca de la importancia de la cooperación internacional en materia de ciencias y de una mayor inversión en esos ámbitos en el contexto de la COVID19.
La UNESCO celebró una reunión virtual de representantes de los ministerios de ciencias de todo el mundo. Participaron en ella 77 ministros, comprendidos secretarios de Estado, en representación de un total de 122 países, así como la Sra. Mariya Gabriel, Comisaria Europea de Investigación e Innovación, la Sra. Sarah Anyang Agbor, Comisaria encargada de las ciencias de la Unión Africana, el Sr. Moisés Omar Halleslevens Acevedo, exvicepresidente de Nicaragua y el Dr. Soumya SWAMINATHAN, Director Científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trató ampliamente la importante cuestión de la ciencia abierta, sobre la que la UNESCO ha estado preparando una recomendación internacional desde noviembre de 2019.
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, hizo un llamamiento a los gobiernos para que intensificaran la cooperación científica e integraran la ciencia abierta en sus sistemas de investigación a fin de prevenir y atenuar las crisis mundiales.
«La pandemia de COVID-19 nos sirve para tomar conciencia de la importancia de la ciencia tanto para la investigación como para la cooperación internacional. Esta crisis también pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar el intercambio de conocimientos a través de la ciencia abierta. Ha llegado el momento de que todos nos comprometamos», dijo Audrey Azoulay.
Según la Sra. Swaminathan (OMS), «la colaboración es fundamental para el conocimiento y el intercambio de datos, así como para lograr avances en la investigación sobre la COVID-19. En un momento en el que las barreras comerciales y los obstáculos logísticos impiden la circulación de bienes esenciales, es importante destacar que se deber permitir que la ciencia dirija la respuesta mundial a esta pandemia»
Por su parte, la Sra. Anyang Agbor (Unión Africana) subrayó que «África necesitaba una empresa de investigación más sólida que pudiera movilizar al mundo universitario y a los sectores público y privado. La Unión Africana reconoció a finales del pasado año que la ciencia abierta podía cambiar la situación en la lucha contra las desigualdades».
Durante las últimas semanas, la comunidad científica internacional se ha movilizado para responder a la emergencia, compartiendo y poniendo a disposición gratuitamente los resultados de las investigaciones, y mediante una reforma sin precedentes de sus métodos (apertura del repertorio de virus a todos por parte de las principales publicaciones científicas, publicación de más de 1 000 artículos de investigación científica de libre acceso en respuesta al llamamiento de la OMS y creación de consorcios internacionales de investigación en pocos días, lo que permite un rápido progreso y la secuenciación del ADN del virus en pocas semanas).
«Todos dependemos de la ciencia para sobrevivir», concluyó el Sr. Marcos
Pontes, Ministro de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicación del Brasil.
Por lo que se refiere a la ciencia abierta, en la reunión se trataron los siguientes aspectos:
La puesta en común de los conocimientos y de las iniciativas en apoyo de la investigación científica y la reducción del déficit de conocimientos entre los países.
La movilización de los encargados de la adopción de decisiones, los investigadores, los creadores de innovaciones, los editores y la sociedad civil para posibilitar el libre acceso abierto a los datos científicos, los resultados de las investigaciones, los recursos educativos y las infraestructuras de investigación.
El fortalecimiento de los vínculos entre la ciencia y las decisiones políticas para satisfacer las necesidades de la sociedad.
La apertura de la ciencia a la sociedad incluso cuando las fronteras se cierran.