Los países latinoamericanos se están convirtiendo en el área donde los casos de CORONAHAMBRE son más dramáticos y, en los que el hambre está haciendo auténticos estragos con la población más pobre y vulnerable
El CORONAHAMBRE sustituye al coronavirus en muchos países de América Latina. Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Brasil, Colombia, México y, otros muchos más, están viviendo auténticos dramas con motivo de la pandemia del COVID-19.
Da igual que sean países dirigidos por gobiernos populistas de izquierdas o de derechas, la población más vulnerable está sufriendo las consecuencias de mirar para otro lado, teniendo un efecto devastador en la población.
Hemos visto, por ejemplo, en Guayaquil (Ecuador), cadáveres tirados en las calles, bien por falta de medios económicos o por falta de espacio en las morgues, y los gobiernos sin hacer nada.
El Banco Mundial asegura que habrá un desplome económico de magnitudes desconocidas y, sobre todo, porque en esos países dejaran de recibir remesas de los inmigrantes y, que, debido a la pandemia, han sido despedidos de sus empleos, por lo que solo Colombia, dejará de recibir seis mil cuatrocientos millones de dólares.
Asimismo, estamos observando que personas que salieron de Venezuela, y se desplazaron a Colombia, quieren volver a su país de origen, recorriendo a píe cientos de kilómetros en jornadas agotadoras, observándose que, muchas mujeres son prostituidas, explotadas o violadas, y muchas personas están enfermas sin que nadie se ocupe de resolverlo y dar apoyo inmediato.
Por otra parte, la brecha educativa y digital se nota más en Latino América que en Europa, Estados Unidos o Canadá siendo los menores de entre 3 y 12 años los más perjudicados. El problema es el acceso a la educación a través de medios digitales y, por no poder disponer en los domicilios de ordenadores y el acceso a internet, pues a muchas familias les han cortado el acceso para conectarse a la red por falta de pago.
Dirigentes del mundo de todos los estamentos: resuelvan ya el grave problema generado por el coronavirus, y den la ayuda que necesitan en todos los ámbitos a la humanidad. Volvamos a ver las calles llenas de personas a la mayor brevedad posible, a la normalidad laboral, al mundo cultural, el ocio y el turismo y, dejemos de aplaudir a los que tienen que hacer su trabajo, que para eso se les paga y, que muchos de los que salen a aplaudir, en condiciones normales del día al día, les montan unas broncas tremendas a los sanitarios en sus consultas en los centros de salud y en los hospitales, no seamos cínicos, que cuando esto pase volveremos a las andadas.
Por último, hay que resaltar, que la violencia de género se ha convertido en un gran problema al tener que convivir, debido al confinamiento, las mujeres con sus maltratadores sin poner soluciones, y no disponer de casas tuteladas.