Unos 1500 millones de personas necesitan alimentos y fertilizantes cuyo suministro se ha visto interrumpido por la guerra de Ucrania
Cien días después de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, el personal humanitario de la ONU emitió recientemente una nueva alerta sobre las enormes necesidades que existen en ese país, mientras la Organización sigue presionando para garantizar las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde Ucrania y Rusia, hacia el resto del mundo, en medio de los crecientes y alarmantes niveles de inseguridad alimentaria.
Amin Awad, responsable de la ONU para la Crisis en Ucrania, confirmó que la Organización está haciendo todo lo posible para asegurar la liberación del grano atascado en los puertos ucranianos del Mar Negro. Igualmente, importante para los agricultores del mundo es el suministro seguro de fertilizantes desde Rusia, uno de los principales productores mundiales.
Al frente de los debates están los altos funcionarios de la ONU Martin Griffiths, coordinador de ayuda de emergencia de la Organización, y Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y el Desarrollo, la UNCTAD.
Complejo rompecabezas
«Las negociaciones continúan», dijo Awad, hablando con los periodistas en Ginebra desde Kiev. «Hay muchos detalles y trasiego entre Moscú y otros países que están muy preocupados, y las negociaciones continúan. Pero no hay una solución clara emergente ahora mismo, porque es un rompecabezas que todos tienen que resolver juntos».
Destacando las dificultades relacionadas con el comercio internacional con Rusia, a pesar de que no hay sanciones a las exportaciones humanitarias de alimentos y fertilizantes del país, Awad explicó que Grynspan está trabajando «con otras instituciones financieras, y con Occidente en general, para ver cómo Rusia puede reanudarlas transacciones».
Aunque las organizaciones humanitarias han explorado diferentes formas de transportar el grano desde Ucrania al resto del mundo, la única solución viable es la vía marítima, dada la enorme cantidad de cereales y otros alimentos esenciales que se producen.
«Los cinco millones de toneladas al mes suponen 100 barcos al mes», señaló Awad, añadiendo que el transporte por ferrocarril o por camión, no pueden gestionar el mismo volumen y están plagados de problemas logísticos. «Así que realmente tiene que haber un movimiento marítimo (…) para exportar entre 50 y 60 millones de toneladas de alimentos al mundo».
1500 millones de personas afectadas
Alrededor de 1500 millones de personas «necesitan esos alimentos y fertilizantes» en todo el mundo, explicó el funcionario de la ONU, añadiendo que esperaba que las conversaciones se desarrollen de forma fluida y concluyan lo antes posible para que termine el bloqueo de los puertos y la reanudación de la exportación de fertilizantes y alimentos tenga lugar “antes de que tengamos otra crisis entre manos».
Dentro de Ucrania, al menos 15,7 millones de personas necesitan urgentemente ayuda humanitaria y protección en este momento, aseguró Awad. Las cifras aumentan día a día mientras la guerra continúa, y con el invierno a la vuelta de la esquina, las vidas de cientos de miles de personas están en peligro.
Cesáreas, bajo fuego
Por su parte el doctor Jarno Habicht, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ucrania, señaló hablando desde Lviv, en el oeste del país, que «100 días (de guerra) son demasiados” y añadió que han puesto al sistema de salud ucraniano bajo una enorme presión: “Hemos verificado 269 ataques a la salud” en los que murieron 76 personas y 59 resultaron heridas.
Las necesidades sanitarias también son críticas para las mujeres del país, 265.000 de las cuales estaban embarazadas antes de la invasión rusa.
«Hemos recibido informes y escuchados testimonios de médicos sobre partos, incluidas las cesáreas, que tienen lugar en los sótanos de las maternidades, en los refugios e incluso en las estaciones de metro», dijo Jaime Nadal, representante del Fondo de Población de la ONU (UNFPA) en Ucrania.
Hablando desde una estación de tren de Lviv, añadió que se habían realizado otras intervenciones quirúrgicas «en zonas de difícil acceso, con ginecólogos que daban instrucciones a distancia y en línea durante el parto para salvar la vida de la madre y del recién nacido».
Desempleados en la fila del pan
En el interior de Ucrania, las necesidades cotidianas de la población siguen aumentando, mientras continúa el avance ruso en los oblast del este. Casi 14 millones de personas se han visto obligadas a huir, aproximadamente un tercio de toda la población de Ucrania, y los trabajadores han perdido sus empleos y hacen cola para conseguir alimentos, según informan los trabajadores humanitarios de la ONU.
“Está claro que nuestro mayor reto es hacer llegar la ayuda a las zonas más difíciles de alcanzar de este país, las zonas asoladas, las áreas ocupadas y las zonas alrededor de la línea del frente», indicó Matthew Hollingworth, coordinador de Emergencias del Programa Mundial de Alimentos en Ucrania.
Como los anteriores, Hollingworth también habló desde Lviv, y explicó que el 36% de todo lo que ha hecho la agencia de la ONU en los últimos tres meses ha sido para apoyar esas zonas del país. “Pero no es suficiente, ni de lejos. Y está claro que necesitamos que se escuchen esos continuos llamamientos para que se facilite el acceso humanitario a esas zonas del país».
Luego, añadió: «Estamos en el granero del mundo que ahora, lamentablemente, se ha convertido en receptor más importante de ayuda humanitaria. Donde la gente hambrienta está en las filas del pan, cuando este es el granero del mundo».
Ancianos, solos y en fuga
Los desplazamientos múltiples siguen afectando a los ucranianos, especialmente a los más vulnerables, advirtió por su parte la agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR.
«En Dnipro vi autobuses con personas que habían sido evacuadas de los lugares de Bakhmut y que llegaban muy visiblemente agitadas», dijo su representante en el país, Karolina Lindholm Billing.
Desde Vinnitsya, en el centro de Ucrania, explicó que la mayoría de las personas que vio llegar eran ancianos «que tenían dificultades para caminar solos y venían realmente con casi nada en las manos. Y para algunos, esta era la segunda o incluso la tercera vez que huían desde 2014».
Dentro del país, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha continuado rastreando el movimiento de las personas desplazadas por la guerra, incluyendo a los retornados, desde que comenzó la invasión del 24 de febrero.
«La mayoría de estos retornos han tenido lugar a la región del norte (el 33%) y el centro (el 21%) de Ucrania, incluyendo casi un millón de personas a la propia Kiyv», afirmó Stephen Rogers, jefe adjunto de la misión de la OIM en Ucrania.
«Sin embargo, cuando esas personas regresaron se encontraron con la destrucción de sus propiedades y tendrán que reconstruir» sus vidas.
Además, al igual que en los conflictos de todo el mundo, vastas franjas de Ucrania están ahora contaminadas con munición sin explotar o minas, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«Las cuestiones de desminado son de máxima prioridad para el Programa, estamos trabajando con diferentes autoridades gubernamentales para abordar esta cuestión», dijo Manal Fouani, representante del PNUD en Ucrania. «La estimación del Gobierno es que más de 300.000 kilómetros cuadrados —eso es casi la mitad del territorio de Ucrania — están contaminados».