Los mayores obstáculos a los que me he tenido que enfrentar son a los que me he puesto yo misma. Contra todo lo externo se puede luchar, contra lo de dentro también, pero cuesta un poco más
Por Juan Ignacio Vecino
Pregunta. ¿Cómo llegó al mundo de la música y concretamente al flamenco?
Respuesta. Desde pequeña ya escuchaba los fandangos de Huelva, es más, mi madre tiene grabado una cita de VHS en la que salgo cantando en un cumpleaños cuando aún no tenía ni tres años, no se entendía muy bien la letra, pero ya desde chica cantaba y apuntaba maneras. Yo aprendí todos los tipos de fandangos de Huelva ya que cada pueblo tenía uno particular. Como me gustaba tanto, me apuntaron a los ocho años a recibir clases en la Peña Flamenca de Huelva, y ese fue mi verdadero comienzo.
P. ¿Cómo le cambio la vida ganar la Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión en el año 2008?
R. Fue un punto de inflexión, porque realmente se empiezan a abrir muchas puertas. Al ganar este Festival del Cante de las Minas, hay muchos otros festivales que te comienzan a programar. Fue una gran oportunidad para comenzar una carrera en muchos espacios con los que en principio no contaba. A su vez, me dio la oportunidad de poder buscar otros artistas que me acompañarán teniendo la oportunidad de mejorar artísticamente al llevar grandes figuras a mi lado en las distintas actuaciones. Puedo afirmar que hubo un antes y un después del Festival del Cante de las Minas. A su vez, descubrí que me quedé bloqueada utilizando única y exclusivamente los cantes que había hecho siempre para no defraudar a las personas que habían apostado por mí. Una vez que me di cuenta de esto, comprendí que debía evolucionar y mirar al futuro con más optimismo y nuevos repertorios. El aprendizaje fue muy positivo y me descubrió nuevos campos en los que he ido desarrollando una evolución progresiva muy enriquecedora.
P. ¿Con qué formación musical cuenta?
R. Después de las clases en la Peña Flamenca de Huelva, y como consecuencia de un nódulo, tuve la suerte de poder asistir a clases con la cantante Gloria Muñoz que no provenía de la música flamenca, sino de la lírica, y usando el Método Tomatis que se basa en una tecnología única que modifica la música y la voz para favorecer la estimulación cortical. Es una terapia basada en la musicoterapia, que consiste en estimulación auditiva. Fue fundada en los años 50 por el Dr. Alfred Tomatis. Diseñada para maximizar los beneficios de escuchar mejor, por lo tanto, con ella mejore mi técnica vocal. También, estudié educación musical, asimismo estudié el grado elemental de piano, y después el doctorado en flamenco y la tesis.
P. ¿Cómo definiría el flamenco?
R. Acabo de leer una definición que ha dicho Paco, El Niño de Elche que dice que: el flamenco es un traje que cada persona se hace a su medida, y no puedo estar más de acuerdo con él, porque el flamenco nos da amplias y variadas herramientas con las que podemos trabajar.
P. ¿Y, ¿cómo se definiría usted?
R. Considerarse flamenca pura es muy controvertido, porque yo defino la pureza en el flamenco con dar lo que yo tengo y puedo aportar en cada momento. Yo trato de hacer con el corazón lo que siento y lo quiero compartir. Para mí el flamenco es un punto de partida.
P. ¿Con qué palo del flamenco se encuentra más a gusto interpretando?
R. Es una pregunta muy interesante que pocas veces me la hacen y, desde aquí, me gustaría compartir con los lectores que, en función del día, el estado de ánimo y, de circunstancias personales, me siento más identificada unos días con un tipo de palo del flamenco y otros radicalmente opuesto. La pena, la tragedia, la protesta, la fiesta, la alegría o la euforia hacen que cada actuación sea distinta. Tener un día de “bajón” puede suponer que cueste mucho realizar un cante fiestero, y al contrario lo mismo. En resumen, a mí me gusta el flamenco tal y como es, diverso y amplio, pero como dije antes, depende del estado emocional del día. Hoy, por ejemplo, que estamos haciendo la entrevista, un cante de ida y vuelta, es decir una milonga.
P. ¿Quién compone la música y las letras de sus canciones?
R. Depende del repertorio porque yo comencé haciendo música tradicional, música popular. De cualquier forma, todos los proyectos que he ido desarrollando a lo largo de todos estos años he buscado textos que me llegaran al fondo de mi corazón y que me emocionaran. Por ejemplo, Christina Rosenvinge que tiene una conexión muy especial con el flamenco y, que yo, admiro mucho me escribió un romance precioso y, después colaboré en uno que escribió para su hijo, el romance de la plata. También, textos de María Salgado, Isabel Escudero y, por supuesto, García Lorca, Miguel Hernández, Miguel de Unamuno, Luis García Montero, Antonio Manuel o Carmen Camacho que ha dado forma literaria a mí último trabajo El Tercer Cielo. A mí me apasiona la poesía y cuando hay alguna frase que se me queda rondando en la cabeza intento materializarla en alguna composición. También me pasó con Benedetti. Yo escribo letras, pero como no tengo una metodología prefiero dejárselo a los expertos.
P. ¿Cree que el mundo del flamenco es machista?
R. Como la sociedad misma. En el flamenco ha estado muy presente el machismo a lo largo de la historia. Poco a poco se va igualando la balanza, pero aún queda mucho camino por recorrer. A mí me costó mucho darme cuenta porque cuando comienzas de pequeña acabas interiorizando determinadas cuestiones que ni tan siquiera eres consciente. Yo tenía una asignatura en el máster de flamenco en el que se analizaba entre otros la cuestión de género en el flamenco. Recuerdo el primer día cuando acabo la clase me acerqué a mi maestra Assumpta, y le dije que llevaba desde los nueve años cantando en peñas, y que esa no era mi sensación, a lo que me respondió que siguiera asistiendo a sus clases, ofreciéndome unos grandes consejos que fui asimilando poco a poco. Entre los ejercicios que nos ponía era subrayar adjetivos de críticas de periódicos de distintas ideologías tanto escritos por hombres como mujeres y, siempre, éramos nosotras según la crítica elegantes precisas, etc., y ellos siempre eran la fuerza o el poder, y fue cuando me di cuenta de mis errores en esas valoraciones. Saliendo de la universidad, me recogió un gran guitarrista amigo mío Manuel Herrera para actuar en una peña y, cuando llegue había antes una conferencia y, el presidente de la peña me preguntó: ¿Rocía tú ya estas preparada?, le respondí que sí, y me dijo, como después de la conferencia va tu actuación “porque no te subes y adornas el escenario”. La ventaja fue que las clases de la universidad me sirvieron para no dejarme manejar. Es necesario que todos tomemos consciencia del machismo e intentar erradicarlo.
P. Su mundo está lleno de obstáculos, ¿cuáles son los más importantes a los que se ha tenido que enfrentar?
R. Los mayores obstáculos a los que me he tenido que enfrentar son a los que me he puesto yo misma. Contra todo lo externo se puede luchar, contra lo de dentro también, pero cuesta un poco más.
P. ¿De qué fuentes ha bebido para convertirse en una de las mejores artistas flamencas del mundo?
R. A mí me gusta todo. Cuando era más pequeña, con respecto al flamenco, me gustaba Pastora, Vallejo, Chacón, cantaores muy antiguos pero grandes referentes para todos los artistas flamencos que yo las tenía como referencia de cabecera. Un mismo cante se puede hacer de muchas maneras y yo he intentado tener la mayor información para adaptarla a mi forma de interpretar. Puedo mencionar también Enrique Morente, Carmen Linares, Diamanda Galás y Fátima Miranda, grandes referentes de exploración vocal.
P. Quién o quiénes son los artistas que usted cree que se merecen mayor reconocimiento?
R. Cualquier persona sea artista o no merece un reconocimiento puesto que unos aprendemos de otros, es nuestra evolución lógica en la vida. Pero, lo que yo considero indispensable es la honestidad de las personas.
P. ¿Con quién le gustaría compartir escenario?
R. Cualquiera de mis compañeros y compañeras son muy interesantes para compartir escenario. Mi evolución no se queda solo en el flamenco, también me gustaría dedicarme en alguna ocasión a la interpretación, al mundo del cine o del teatro.
P. ¿Tiene alguna predilección por algún disco en concreto que haya grabado?
R. Todos son hijos míos. Cada uno refleja una etapa de mi vida por lo que estoy muy satisfecha de todos. Me cuesta mucho separar mi mundo artístico con mi mundo personal, y cada disco ha sido consecuencia de los anteriores.
P. ¿Cuándo asistimos a un espectáculo flamenco observamos en los artistas multitud de gestos y movimientos, ¿nos puede decir si son fingidos, o entran dentro del propio sentimiento artístico del momento?
R. Aquí hay mucho de emoción y de conexión con el cuerpo. Pero, puedo afirmar que cuando empecé en la peña flamenca una de las profesoras hacia determinados gestos cuando cantaba y, puedo garantizar que todos los alumnos hacíamos el mismo gesto. Por tanto, todo está codificado con el compás, la melodía. No todo es improvisación, aunque se quiera vender así, tenemos muchas pautas, códigos, y nada es casualidad. Ahora, no se le puede quitar la parte emocional parque es el equilibrio, además, o se va por los railes de un tren o descarrila. .
P. ¿El 16 de noviembre de 2010 la UNESCO declaró el flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, cree que ha sido positivo, y cómo les ha beneficiado?
R. Mi sinceridad me lleva a contestar que no lo tengo nada claro. Entiendo la necesidad de impulsar el flamenco y todo el patrimonio cultural inmaterial declarado por la UNESCO, pero, realmente el flamenco hace su propio viaje y su propio camino. Todos los apoyos deben ser bienvenidos, pero a su vez me genera muchas dudas de su evolución. Yo estoy de acuerdo con Enrique Morente que decía: la humanidad es patrimonio del flamenco.
P. ¿Usted en su momento actuó en el Teatro de la Zarzuela, piensa que la Zarzuela y su Teatro deben ser declarados por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y le gustaría cantar alguna zarzuela?
R. Como no tengo la información precisa, profiero no pronunciarme respecto a la candidatura para la UNESCO. En cuanto a sí me gustaría cantar zarzuela, le digo que me gusta probar todo, y el género lírico de la zarzuela me atrae mucho.
P. ¿En el mudo hay muchas músicas y cada país tiene la suya propia, cuando viaja para dar conciertos estudia las de cada país?
R. Para mí es importante cuando voy a dar conciertos a un país saber que música es la propia y, además, me gusta asistir a diversos espectáculos de artistas locales. Conoces profesionales que te hacen cambiar y ver el arte de otra forma a como la habías planteado. Me encantan las experiencias con artistas a puerta cerrada, donde realmente sale lo mejor de cada uno.
P. El lema de nuestra publicación es: “solo la cultura da libertad”, ¿está usted de acuerdo con ello?
R. En mi caso así es. Todas las personas que me han inspirado en el mundo de la cultura, cada experiencia, cada posibilidad de estudiar, aprender, conocer, me ha dado el conocimiento y la libertad de tener pensamiento propio, y saber lo que quiero y, también lo que no.
P. Darwin dijo que solo sobreviven quienes sean capaces de adaptarse a los cambios. ¿Usted como lo hace?
R. Si estas vivo los cambios viene solos. Cuando a mi me dicen que valiente eres por la apuesta que has realizado, yo digo que no, que era la única opción.
P. ¿El mundo del flamenco es fácil?
R. Es un mundo con muchas peculiaridades. Además, tenemos mucha presión en todos los ámbitos. A mi no me gusta estar mucho tiempo fuera de casa, y hay momentos que no tengo más remedio. Yo siempre pongo el foco en la parte amable de mi profesión, pero tampoco quiero otro tipo de vida y por eso no me quejo mucho. La rutina no le va nada bien ni a mi carácter ni a mi sistema de vida. La condición humana nos pone zancadillas que tenemos que ser capaces de resolver positivamente.
P. ¿Cómo es la relación empresario artista?
R. Obviamente hay unos derechos por los que debemos luchar, y eso es incuestionable. El flamenco es un mundo muy amplio, desde el tablao a la peña, los festivales, el teatro, circuitos alternativos, y cada uno de esos mundos tiene sus propias normas, y sus vínculos con los empresarios. También los artistas pueden montar sus propias oficinas para gestionar sus actividades, o trabajar con las externas. Entre todos debemos conseguir el bienestar y la libertad como decía anteriormente. La responsabilidad individual es muy importante, y cada uno debe actuar con la mayor responsabilidad.
P. ¿Actualmente cómo es su situación?
R. Yo soy una persona muy independiente y, aunque al principio tenia empresas externas, desde hace tiempo yo manejo mi propia carrera. Por ejemplo, en El Tercer Cielo me rodee de un equipo muy potente y, además, contar con apoyos institucionales. El modelo que a mí me funciona es contar con una persona con la que trabajo mano a mano y es un gran apoyo para poder desarrollar una carrera fructífera.
P. Por último, ¿qué les recomendaría a los que quieren empezar en el mundo del flamenco?
R. Que se permitan meterse dentro de este arte y se sumerjan sin ninguna expectativa, porque las grandes expectativas pueden llevar al fracaso total. Que lo que tenga que ser, será.
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Rocío Márquez, Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, flamenco, Niño de Elche, Milonga, Christina Rosenvinge, UNESCO