En vísperas del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Noticias ONU te trae la historia de Miriam, una mujer zapoteca que lucha por la preservación de su cultura, su tierra y su lengua
ONU Derechos Humanos en México acaba de publicar un libro contando historias sobre las valientes acciones de mujeres indígenas defendiendo sus propios derechos.
Miriam Pascual Jiménez es una mujer zapoteca, originaria de la sierra norte de Oaxaca, de la comunidad de Guelatao. Es antropóloga social y abogada y ha dedicado estos últimos años a trabajar por la defensa de mujeres y niñas en temas relacionados con la defensa del territorio, el combate a la trata de personas y la defensa de los derechos de las mujeres en Guelatao.
Miriam, es una mujer muy alegre, solidaria y decidida que ha dedicado una gran parte de su vida a la defensa de los derechos humanos y a la preservación de su cultura, tierra y lengua. Su historia ha sido documentada recientemente en el libro Las valientes aventuras de mujeres defensoras. Relatos para niñas y niños de todas las edades, editado por ONU Derechos humanos.
Miriam creció y vivió en Guelatao y vio como sus familiares, aunque salían de la comunidad por motivos de trabajo o para estudiar, al final siempre volvían para regresar algo a la comunidad.
Ella fue afortunada ya que tuvo la oportunidad de estudiar dos licenciaturas
“Prácticamente un privilegio dentro de la región. Somos muy pocas personas las que alcanzamos una educación universitaria. Es un tema complicado porque la discriminación en el sistema educativo hacia los pueblos originarios es gigantesca. Entonces en realidad yo logro estudiar porque mi abuela rompe con la tradición del matrimonio forzado hacia ella”, señala.
Primero estudió Antropología Social en Puebla y luego Derecho en la Ciudad de México. Fueron muchos los obstáculos que tuvo sortear para poder concluir sus estudios, desde discriminación hasta la falta de recursos.
Por ejemplo, tuvo que vender dulces, para terminar las carreras. Pero es en ellas donde se especializa en derechos humanos.
En la primera licenciatura, aprendió a documentar casos de violaciones a derechos humanos y, en la segunda, a llevar a cabo litigios estratégicos.
Comenzó a trabajar en diversos temas como delincuencia organizada, pueblos indígenas, desapariciones y trata de personas: “Pero siempre, en mi memoria todos los días, estaba la sierra”.
De vuelta a casa
Guelatao es una comunidad que se rige por el sistema normativo de usos y costumbres. Miriam volvió hace unos años a retornar algo a su comunidad.
“Si bien yo soy defensora de derechos humanos, el servicio que yo brindo no sólo en la comunidad, sino en la región, está muy enfocado a la promoción y difusión y resignificación de lo que son los derechos humanos. (…) Por eso es necesario el discurso de los derechos humanos, apropiarnos de él para interactuar entre nosotros, pero más para interactuar en ese contexto mundial, porque si no es con los derechos humanos, definitivamente no hay un parámetro de igualdad para relacionarse”, explica Miriam.
Para ella el gran reto en la región es quitar el estigma sobre los derechos humanos, “(…) porque en nuestra vida cotidiana siempre nos han dicho que eso no es para nosotros”. Mientras nosotros no nos asumamos en ese contexto jurídico internacional, vamos a seguir siendo vistos como cosas, como objetos, como patrimonio, no como personas”.
Difundir el mensaje de forma clara
El segundo reto fue hacerlo de una forma que sea respetuosa con la comunidad, que no traiga un lenguaje técnico, que nadie entienda. “Es como si tú creyeras que no existe conocimiento dentro de la comunidad, entonces buscamos dónde estaban los derechos humanos dentro de la comunidad y comenzamos a hacerlo a través de talleres de fotografía, de talleres de radio, de talleres de guion, de talleres de locución, en fin, todo por el tema cultural”.
En este trabajo la radio ha sido la herramienta a través de la cual han logrado difundir información e involucrar a la comunidad que enfrenta dificultadores para tener acceso a tecnología o Internet.
Miriam, además, es ahora la titular de la Instancia Municipal de la Mujer del municipio de Ixtlán de Juárez, que se encarga de guiar a las autoridades para emitir leyes respetuosas que garanticen la vida libre de violencia. También de coadyuvar con la Fiscalía y con las instituciones del Estado, para que tengan un enfoque intercultural.
Para ella hay dos tareas indispensables: fortalecer el proceso de difusión de la información en derechos humanos y eso implica tener una radio propia; y contar con refugio para mujeres víctimas de violencia.
Y, entre tanto, Miriam acude con los jóvenes de la comunidad a grabar cápsulas de radio para difundir información sobre derechos humanos, al tiempo que rescata el conocimiento tradicional de las personas zapotecas de la región.
Este año el Día Internacional de los Pueblos Indígenas tiene como tema “El papel de las mujeres indígenas en la preservación y transmisión del conocimiento tradicional”.
Para ella, haber contribuido a crear el libro publicado por ONU Derechos Humanos “significa la posibilidad de decir que, a pesar de los obstáculos, tenemos que tomar compromisos con la comunidad desde los saberes de la comunidad o desde los saberes de donde los obtengamos. Porque hay conocimiento en todas partes”.
Amplificar la voz de las mujeres indígenas
Miriam es un perfecto ejemplo del lema del Día Internacional pues, como señala el Secretario General de la ONU en un mensaje con motivo de la efeméride, ellas “son defensoras denodadas de las lenguas y las culturas indígenas” y “defienden el medio ambiente y los derechos humanos de los pueblos indígenas”.
Por ese motivo, António Guterres sostiene que “para construir un futuro equitativo y sostenible que no deje a nadie atrás, debemos amplificar las voces de las mujeres indígenas” y destaca que “los conocimientos tradicionales indígenas pueden ofrecer soluciones a muchos de nuestros desafíos comunes”.
Trabajo de la ONU en México con los pueblos indígenas
En México habitan 68 pueblos indígenas, el 10% de su población total. Su patrimonio lingüístico incluye 68 lenguas originarias, colocando a México en el décimo lugar con la mayor diversidad lingüística del mundo.
La promesa de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás reviste una importancia crucial para los pueblos indígenas. A su vez, los pueblos y comunidades indígenas tienen mucho que aportar al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por ello, las acciones de las Naciones Unidas en México tienen un enfoque de interculturalidad, el cual promueve la diversidad y focaliza esfuerzos para combatir la discriminación, favorecer la inclusión, integración y equidad en el acceso a las oportunidades de desarrollo de los pueblos y las comunidades indígenas.
Algunos de los esfuerzos que acompaña ONU México para alcanzar estos objetivos son:
- Ayudar al diseño de leyes en materia de igualdad, inclusión y no discriminación en el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas, incluida la consulta previa
- Promover el derecho a una educación intercultural que fomente sus saberes y tradiciones
- Crear condiciones de igualdad en la integración de los pueblos indígenas, incluidas las mujeres, en las cadenas productivas
- Participar en los espacios de toma de decisiones y fortalecer sus capacidades para el empoderamiento económico y la gestión sostenible de los recursos de los pueblos indígenas
- Gestionar un conocimiento que garantice la libertad de expresión y el desarrollo de medios de comunicación y del patrimonio lingüístico
- Combatir los distintos tipos de violencia, incluyendo contra las mujeres y defensores de derechos humanos de los pueblos indígenas
El papel de las mujeres indígenas en la preservación y transmisión del conocimiento tradicional
Las mujeres son pilares esenciales en las comunidades y pueblos indígenas y juegan un papel crucial en la preservación y transmisión de los conocimientos y prácticas tradicionales.
Tienen un rol colectivo y comunitario integral como cuidadoras de los recursos naturales y guardianes del conocimiento científico y cada vez más toman las riendas de iniciativas como la defensa de las tierras o la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
El conocimiento tradicional de las mujeres ayuda a preservar la larga historia de interacción de estos pueblos con el medio natural, pero también abarcan un complejo cultural que va desde el lenguaje, los sistemas de clasificación y nombres o las prácticas de uso de recursos, hasta los rituales, la espiritualidad y las visiones del mundo.
A pesar del papel crucial que estas desempeñan en sus comunidades como sostén familiar, cuidadoras, guardianas del conocimiento, líderes y defensoras de los derechos humanos, a menudo sufren niveles interseccionales de discriminación por motivos de género, etnia y estatus socioeconómico. Su derecho a la libre determinación, el autogobierno y el control de los recursos y tierras ancestrales ha sido violado durante siglos.
Las mujeres indígenas han logrado avances pequeños pero significativos en los procesos de toma de decisiones en algunas comunidades. Son líderes a nivel local y nacional, y están al frente de la defensa de sus tierras, sus culturas y sus comunidades.
Sin embargo, la realidad sigue siendo que las mujeres indígenas están muy poco representadas, se ven afectadas negativamente y de manera desproporcionada por las decisiones que se toman en su nombre y, con demasiada frecuencia, son víctimas de múltiples expresiones de discriminación y violencia.
Este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, reivindiquemos el papel de estas heroínas.