En un momento en que el extremismo y el fanatismo se desatan con frecuencia y con motivo del Día Internacional para la Tolerancia, la ONU destaca la necesidad de practicar la tolerancia, una virtud que contribuye a sustituir la cultura de la guerra por la de la paz al crear armonía en la diferencia
El próximo día 16 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Tolerancia. Pero ¿qué es la tolerancia?
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recuerda en su mensaje con motivo del Día que la tolerancia no significa tolerar la injusticia social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas.
“Significa que toda persona es libre de adherirse a sus propias convicciones y acepta que los demás se adhieran a las suyas”, explica Audrey Azoulay recogiendo las palabras de la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, publicada por la UNESCO en noviembre de 1995.
Esa Declaración muestra que la “tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos”.
El conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión fomentan la tolerancia, que consiste en la armonía en la diferencia.
“No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de la guerra por la cultura de la paz”, se lee en la Declaración.
Extremismo y fanatismo
Por todo ello, “en un momento en que el extremismo y el fanatismo se desatan con demasiada frecuencia, en un momento en que el veneno del odio continúa intoxicando una parte de la humanidad, la tolerancia nunca ha sido una virtud tan vital”, afirma la responsable de la UNESCO.
Azoulay también recuerda en este Día las palabras del pensador francés Voltaire, quien en su Ensayo sobre la Tolerancia dijo: “todos estamos llenos de debilidades y errores, perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías. Es la primera ley de la Naturaleza”.
Estas palabras fueron escritas en 1764, señala la directora de la UNESCO que asegura: “255 años más tarde, su mensaje no ha perdido nada de su relevancia”.
Lo que esta definición nos dice es que la tolerancia es más que permanecer inactivo o permanecer insensible a las diferencias entre hombres y mujeres, culturas y creencias.
“La tolerancia es de hecho un estado mental, una conciencia y un requisito; es darse cuenta de que la diversidad cultural es una forma de riqueza, no un factor de división; es percibir que cada cultura, más allá de las diferencias inmediatas o aparentes, es una parte constitutiva de la universalidad y habla el lenguaje común de la humanidad”, comenta Azoulay.
La UNESCO paladín contra la intolerancia
Precisamente, el lema de la UNESCO es construir la paz en la mente de los hombres y las mujeres.
Para ello, asegura su directora general, “combate incansablemente la intolerancia que todavía demasiado a menudo desgarra nuestras sociedades y lucha constantemente contra toda forma de racismo y discriminación”-
Azulay señala que la Organización lleva a cabo esa lucha a través de programas de educación para la ciudadanía y prevención del extremismo violento y a través de un llamado constante al diálogo entre los pueblos.
También lo hace a través de la promoción de una cultura de paz basada en la inclusión y el respeto mutuo.