‘Constructores de la Alhambra’, dirigido y producido por Isabel Fernández con fotografía de Tote Trenas se estrena el 25 de noviembre
La película, rodada en la Alhambra, basa su guion en las crónicas de Ibn al-Jatib, visir y poeta de los Reyes de Granada, escritas en el siglo XIV.
El documental, vendido ya en decenas de países de todo el mundo, sumerge al espectador en un viaje en el espacio y el tiempo donde conocerá a los personajes responsables de la construcción de los palacios de la Alhambra, su historia y los motivos que les impulsaron a realizar esta obra de arte única. Un viaje poético que explora el significado arquitectónico y filosófico de uno de los edificios más icónicos del mundo.
Las autoras del guion, la propia directora y Margarita Melgar, ha contado con el apoyo científico de expertos del Patronato de la Alhambra, la Universidad de Granada y la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, en una fructífera colaboración artístico-científica.
‘Los constructores de La Alhambra’ juega con los recursos del documental histórico y de la ficción para llevar al espectador en una época clave de nuestra historia, haciéndole sentir y vivir una experiencia única.
El actor egipcio francés Amr Waked da vida Ibn al-Jatib, una figura fundamental de la península ibérica en el siglo XIV, autor de la Crónica de los Reyes de Granada. A través de este personaje el espectador conocerá los secretos de la Alhambra. El reparto se completa con otros actores de origen magrebí como Sofian Benaissati, Farah Hamed Ali (Élite; Los últimos días), o Adil Koukouh, que dan vida a una época en la que Andalucía fue uno de los centros de conocimiento más avanzados de Europa.
Es la primera vez que La Alhambra acoge un rodaje similar. Probablemente sea el edificio español más restrictivo a la hora de autorizar un rodaje, y quizá uno de los más restrictivos de Europa. Para poder filmar en su interior, la producción tuvo que asumir estrictos condicionantes y diseñar un plan de rodaje totalmente adaptado a los requisitos de un espacio tan especial, que es una obra de arte declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Alhambra, Generalife y Albaicín Patrimonio Cultural de la Humanidad
La UNESCO declaró a la Alhambra patrimonio de la humanidad en 1984, realizando unas modificaciones extensivas en 1994. Los criterios en los que la Organización se basó para su nombramiento fueron (i) (iii) y (iv).
Breve síntesis
La propiedad de la Alhambra, Generalife y Albaicín, Granada, se levanta sobre dos colinas contiguas, separadas por el río Darro. Elevándose sobre la moderna ciudad baja, la Alhambra y el Albaicín forman la parte medieval de la Ciudad de Granada, que conserva restos del antiguo barrio árabe. Estos componentes representan dos realidades complementarias y ejemplos de conjuntos urbanos medievales: el barrio residencial del Albaicín y la ciudad palatina de la Alhambra. Al este de la fortaleza y residencia de la Alhambra se encuentran los jardines del Generalife, ejemplo de residencia rural de los emires, construida durante los siglos XIII y XIV.
La Alhambra, con su continua ocupación a lo largo del tiempo, es actualmente la única ciudad palatina conservada de época islámica. Constituye el mejor ejemplo del arte nazarí en su arquitectura y aspectos decorativos. El Jardín del Generalife y sus huertas representan uno de los pocos espacios medievales de productividad agrícola. Estos palacios fueron posibles gracias a la ingeniería de riego existente en Al-Ándalus, bien asentada en la Alhambra y el Generalife con elementos tecnológicos conocidos y estudiados por los arqueólogos. Constituía un verdadero sistema urbano que integraba arquitectura y paisaje, y extendía su influencia en el entorno con jardines e infraestructuras hidráulicas singulares.
El barrio residencial del Albaicín, que constituye el origen de la Ciudad de Granada, es un rico legado del urbanismo y la arquitectura mudéjares en el que conviven armónicamente edificaciones nazaríes y construcciones de tradición cristiana. Gran parte de su importancia radica en el plan de la ciudad medieval con sus calles estrechas y pequeñas plazas y en las casas relativamente modestas de estilo morisco y andaluz que las bordean. Hay, sin embargo, algunos recordatorios más imponentes de su pasada prosperidad. Es hoy en día uno de los mejores ejemplos del urbanismo morisco, enriquecido con las aportaciones cristianas del Renacimiento y el Barroco español al trazado islámico de las calles.
Criterio (i): La Alhambra y el Generalife contienen todas las técnicas artísticas conocidas del mundo hispanomusulmán, sobre la base de un sistema proporcional en el que se basan todos los desarrollos decorativos y constructivos, con especial énfasis en el valor estético representado por el inteligente uso del agua y la vegetación. Junto a esta tradición, desde 1492 la Casa Real ha recibido las propuestas más avanzadas en cuanto a arquitectura palaciega, y artes plásticas del humanismo occidental.
El barrio del Albaicín es el ejemplo mejor conservado de una ciudad hispanomusulmana del sur de España, especialmente formada durante la dinastía nazarí. El Albaicín, enriquecido con las aportaciones de la cultura renacentista cristiana y del barroco español, es una mezcla excepcional y armoniosa de dos tradiciones, creando una forma y un estilo únicos y especiales.
Criterio (iii): El desarrollo de los materiales utilizados en la Alhambra y el Generalife son singulares, especialmente con el uso de yeso, madera y cerámica como elementos decorativos. Junto con el uso de la epigrafía árabe, las construcciones se transformaron en un conjunto de “arquitectura parlante”, cuyos contenidos se relacionan con el mundo religioso, político y poético de la Dinastía Nazarí, conservados y enriquecidos por los mejores ejemplos del pensamiento humanístico e innovador. Arte del Renacimiento español. El conjunto arquitectónico es un ejemplo vivo de la mezcla de las tradiciones artísticas de Semana Santa y Occidente.
El Albaicín representa un microcosmos de lo que significó el esplendor cultural andalusí en Granada desde sus orígenes en la Dinastía Zirí hasta la magnificencia de la Dinastía Nazarí. Las costumbres transmitidas por el pueblo andalusí tienen su origen en este tipo de barrios y han influido en gran medida en todas las culturas europeas. Sus grandes conocimientos científicos y sus costumbres sociales -así como su gastronomía e higiene- confirman la grandeza de esta avanzada cultura que influyó siglos después en las posteriores culturas del Albaicín.
Criterio (iv): La Alhambra y el Generalife son un testimonio excepcional de la España musulmana de los siglos XIII y XV. Constituyen un notable ejemplo de las residencias palatinas del islam medieval, ni destruidas ni modificadas por las vicisitudes del tiempo, como ocurre con los ejemplos del Magreb. La arquitectura y el paisaje urbano del Albaicín es el ejemplo cultural más notable de la pervivencia de la cultura andalusí en nuestros días. Es testimonio del poblamiento árabe medieval, que no se modificó al adaptarse a la forma de vida cristiana tras la conquista. Sus principales características en cuanto a forma, materiales y colores, se conservan casi sin cambios y perviven como un notable ejemplo de villa nazarí de la dinastía nazarí que se fusionó con el urbanismo vernáculo del siglo XIX y principios del XX.
Integridad
Las partes que lo componen transmiten un conjunto de valores, conservados a lo largo del tiempo y enriquecidos por su valor simbólico desde las primeras construcciones. Desde el siglo XIII, sus diferentes ocupantes han conservado los espacios de forma original, cambiando en ocasiones sus funciones, pero manteniendo el carácter unificador de cada parte. Los componentes inscritos son complementarios entre sí en varios aspectos y forman un todo coherente.
El Albaicín está notablemente bien conservado y aún mantiene su carácter residencial original, fruto de la rica arquitectura vernácula de la arquitectura morisca, rematada armoniosamente con elementos de la arquitectura tradicional y secular granadina. El urbanismo del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX tomó como base práctica este rico legado cultural, combinándolo con otros elementos típicos de la época. Así, el conjunto de la arquitectura secular se integra perfectamente con el resto de la masía y la estructura urbana del antiguo barrio nazarí, convirtiendo al Albaicín del siglo XXI en un fenómeno cultural único.
Autenticidad
Los atributos contenidos en la propiedad inscrita justifican su posición excepcional en la tradición arquitectónica islámica de la Alta Edad Media, y expresan la autenticidad de manera fehaciente. Desde su concepción como ciudad palatina, su arquitectura partió de un sistema proporcional, siguiendo los principios de compartimentación territorial, no exteriorización y el diseño ambientado propio de la cultura islámica. Junto a ello, se concreta en un programa decorativo basado en la geometría, la epigrafía y la decoración vegetal que alcanza su expresión más característica en las bóvedas de mocárabe. Este repertorio se completa con elementos de apoyo que constituyen un cuerpo integrador más allá de las fronteras estilísticas y culturales. Durante el siglo XIX, algunas prácticas de restauración impactaron estos atributos,
La Alhambra, y en particular el Generalife, incorpora la tradición morisca de la jardinería, el uso estético del agua y los jardines de producción y entretenimiento, contando con una de las zonas de retazos de terrazas más antiguas que se conocen en Europa. También muestra las técnicas de jardinería renacentistas y contemporáneas, fruto de la creciente preocupación por la preservación de las tradiciones del diseño botánico.
El trazado de las calles y el paisaje urbano hispanomusulmán muestran la autenticidad del barrio del Albaicín, conservando ejemplos únicos de los principales hitos arquitectónicos. Hasta 1990, la falta de una política o estrategia global provocó el uso inadecuado de materiales y técnicas para algunas restauraciones. Actualmente estos defectos están siendo subsanados y revertidos. Las obras contemporáneas están diseñadas para sustituir, en la medida de lo posible, las manifestaciones externas de la vida moderna, que tienden a desvalorizar la perfecta imagen del tradicional asentamiento morisco que ha sobrevivido a lo largo de los siglos, pero está continuamente expuesto a los cambios irreversibles de vida moderna.
Su abigarrado entramado urbano, repleto de calles estrechas y sinuosas, convive armónicamente con los cambios y la apertura de nuevos espacios públicos (plazas y plazuelas) construidos tras la conquista cristiana. La irrupción del estilo morisco es fundamental para entender la morfología del barrio. En cuanto a la producción arquitectónica supone la adaptación de la técnica nazarí a las tipologías monásticas, eclesiásticas y residenciales cristianas, que conviven con la riqueza de las edificaciones musulmanas (murallas, puertas, casas y palacios, baños públicos, aljibes, puentes, hospitales). En el Albaicín, la llamada “arquitectura doméstica morisca” se convierte en una manifestación concreta e identificativa de esta unión cultural.
Requisitos de protección y gestión
El inmueble está protegido por un marco legal general, que incluye la Ley 16/1985, de 25 de julio, del Patrimonio Histórico de España, la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía y su normativa de desarrollo. Decreto 186/2003, de 24 de junio, por el que se prorroga la demarcación de la Ciudad Histórica de Granada, declarada conjunto histórico-artístico por la Real Orden 1929, de 5 de diciembre. Además, la Ciudad Histórica de Granada está definida como Bien de Interés Cultural (BIC), máxima categoría de protección otorgada a los bienes por una legislación autonómica y estatal. En el citado Decreto se reconoce la identidad y unidad de la Alhambra, el Generalife y el Albaicín, ya que forman dos de los cuatro ámbitos en que se divide la Ciudad Histórica de Granada. Decreto 107/2004, de 23 de marzo, por el que se declara la Alhambra y el Generalife Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Los bienes inscritos son administrados por el Patronato de la Alhambra y el Generalife, órgano autónomo que incluye un Pleno, una Comisión Permanente, una Dirección General y una Comisión Técnica; y la Fundación Municipal Albaicín, organismo autónomo del Ayuntamiento de Granada, encargado de las tareas del Patrimonio Mundial en colaboración con otros departamentos regionales. En este Consejo están representados los Gobiernos Nacional, Regional y Local. y una Comisión Técnica; y la Fundación Municipal Albaicín, organismo autónomo del Ayuntamiento de Granada, encargado de las tareas del Patrimonio Mundial en colaboración con otros departamentos regionales. En este Consejo están representados los Gobiernos Nacional, Regional y Local. y una Comisión Técnica; y la Fundación Municipal Albaicín, organismo autónomo del Ayuntamiento de Granada, encargado de las tareas del Patrimonio Mundial en colaboración con otros departamentos regionales. En este Consejo están representados los Gobiernos Nacional, Regional y Local.
El Plan Director de la Alhambra contiene un análisis detallado de los retos de gestión a corto, medio y largo plazo que proporciona el marco de gestión global. Incluye programas y medidas para equilibrar el turismo y la conservación del patrimonio, diversificar la promoción turística para reducir la presión sobre los monumentos, y para el conocimiento del territorio como estrategia de sostenibilidad, entre otras líneas de trabajo. El Plan Director del bien Patrimonio de la Humanidad del Albaicín se enfrenta a retos similares, como el desarrollo económico del sector empresarial, la demografía, la accesibilidad, la promoción turística, el sistema de emergencia y evacuación, la carta de colores o la gestión de la licencia de obra. En cuanto al urbanismo, La Alhambra, El Generalife y el Albaicín cuentan con el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (1989 y 1990, respectivamente). Todas las herramientas de planificación requieren un proceso constante de revisión y actualización para mejorar la toma de decisiones y responder mejor a los desafíos crecientes a fin de reducir el riesgo de la presión del desarrollo urbano.