Delegados de gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores han adoptado nuevas recomendaciones en pro de un futuro mejor preparado para las personas y las empresas que trabajan en el sector de las artes y el espectáculo
Las recomendaciones han sido adoptadas en una reunión en la sede de la agencia de la ONU especializada en empleo.
A pesar de ser esencial en la sociedad, el sector de las artes y el espectáculo cuenta muchas veces con inestabilidad y malas condiciones de trabajo. Es por eso que trabajadores y empleadores del sector necesitan establecer estrategias a largo plazo que apoyen la creación de empleos estables, la protección y diálogo sociales y una transición justa hacia economías más verdes.
Son las recomendaciones recogidas en una reunión técnica sobre el futuro del trabajo en el sector a la que asistieron representantes de gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores.
Durante el encuentro, que tuvo lugar entre el 13 y el 17 de febrero en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, se discutió la importancia de crear un entorno propicio para las empresas del sector del arte y el espectáculo, en particular para las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, lo que incluye ayudarlas a realizar la transición al sector formal.
A partir del informe El futuro del trabajo en el sector de las artes y el entretenimiento, los delegados concluyeron que estas estrategias serán vitales para que el sector pueda hacer frente a los desafíos y oportunidades creados por cuestiones como la globalización, la tecnología y la recuperación después del COVID-19.
Mejores sueldos y protección social
Las estrategias deben incluir una revisión general de las condiciones de trabajo, incluida la creación de un entorno propicio para un diálogo social eficaz, y políticas efectivas sobre remuneración y salarios mínimos adecuados.
Otros requisitos son la mejora de los marcos políticos y normativos en materia de cualificaciones, protección social y estatuto de los trabajadores, así como unos sistemas de inspección laboral sólidos que favorezcan unas condiciones de trabajo seguras y saludables, incluida la lucha contra la violencia y el acoso en el trabajo.
En las discusiones también se trataron los derechos de autor y derechos afines, incluida la necesidad de que se apliquen de forma que se garantice una remuneración efectiva a los productores, intérpretes y autores.
Los asistentes también debatieron sobre el papel positivo que puede desempeñar el diálogo social a la hora de reducir la «brecha digital» entre regiones y apoyar la igualdad de acceso a la tecnología y sus beneficios. Otros temas estuvieron relacionados con la movilidad transfronteriza de los trabajadores, la escasez de mano de obra cualificada y la importancia de una protección social universal, adecuada y sostenible para todos los trabajadores.
Importancia del sector más allá de su valor comercial
El sector de las artes y el entretenimiento presenta dimensiones económicas y también culturales, pues genera experiencias y no únicamente bienes de consumo. Los trabajadores y las empresas que producen bienes específicos y prestan servicios en el ámbito concreto de las artes y el entretenimiento dentro del ecosistema cultural y creativo. Ello incluye las artes escénicas, la música, la danza, las interpretaciones o ejecuciones (sonoras o audiovisuales) en directo o grabadas, las artes visuales, los libros, y los videojuegos y la animación.
Además, la pandemia de COVID-19 ha propiciado un debate sobre la posibilidad de considerar la cultura, entendida en sentido amplio, como un «bien público mundial», por su capacidad para promover la cohesión social, aumentar la resiliencia de las personas y conectar a las comunidades con diferentes formas de expresión cultural, más allá de su valor comercial.