Aunque en los últimos años se ha reducido el número de docentes que el mundo necesita, la profesión se enfrenta a una grave crisis vocacional y quedan 44 millones de empleos por rellenar
La agencia para la educación ofrece siete recomendaciones para remediar la situación.
En el Día Mundial de los Docentes, que se celebró el 5 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, la Cultura y la Comunicación (UNESCO) ha revelado que están vacantes 44 millones de puestos en las escuelas de primaria y secundaria de todo el planeta y que no está siendo fácil cubrirlos.
El problema no radica únicamente en la financiación, sino también en la falta de atractivo de la profesión debido a “una crisis vocacional”, según Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.
“Algunas regiones del mundo carecen de candidatos. En otras regiones, se enfrentan a una tasa de abandono muy alta durante los primeros años de trabajo. En ambos casos, la respuesta es la misma: debemos valorar, formar y apoyar mejor a los docentes», afirma la Directora General de la UNESCO.
En 2016, la escasez de docentes era de 69 millones, pero aunque el déficit se ha reducido en casi un tercio, no es suficiente para satisfacer las necesidades materiales en de educación, en especial si se quieren cumplir los objetivos marcados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
Fallan todas las regiones
La región que más ha progresado es Asia Meridional, donde la escasez se ha reducido a la mitad desde 2016, hasta un déficit estimado de 7,8 millones de docentes.
En cambio, el África subsahariana ha avanzado poco y representa un tercio del actual déficit mundial. En Europa y América del Norte, a pesar de las bajas tasas de natalidad, la falta de profesores se sitúa en el tercer puesto de todas las regiones del mundo, con 4,8 millones de profesores adicionales necesarios.
En América Latina y el Caribe faltan 3,2 millones
Para comprender mejor las razones de esta escasez de profesores, la UNESCO llevó a cabo un análisis sobre la tasa de abandono de 79 países en la que se constató que la docencia resulta con demasiada frecuencia una profesión poco atractiva.
Una profesión más atractiva para los jóvenes
Esto resulta en una dificultad para atraer a jóvenes hacia la profesión y se refleja claramente en el aumento de las tasas de abandono a lo largo de la carrera.
En estos 79 países, la tasa de abandono, que mide la proporción de maestros que optan por dejar la profesión de manera permanente, casi se duplicó entre los docentes de primaria, pasando del 4,62% en 2015 al 9,06% en 2022.
Las situaciones varían considerablemente de un país a otro, pero destacan tres factores principales:
- condiciones laborales precarias
- altos niveles de estrés
- salarios bajos
Las condiciones de trabajo pueden verse afectadas por un sinfín de problemas, desde la falta de material, que aumenta la presión sobre la carga de trabajo de los profesores, hasta las onerosas responsabilidades administrativas y la mala dirección de los centros, que pueden minar la moral de los profesores.
El problema del estrés
Los niveles de estrés también son un problema: los profesores que experimentan «mucho» estrés en el trabajo tienen más del doble de probabilidades de querer abandonar la profesión, especialmente en los primeros cinco años.
Asimismo, los salarios bajos restan atractivo a la profesión. A escala mundial, sólo uno de cada dos países paga a los profesores de primaria tanto o más que otras profesiones que requieren un nivel de cualificación similar.
Este fenómeno se acentúa en Europa y Norteamérica, donde sólo lo hacen 3 de cada 10 países.
En la enseñanza secundaria superior, muchos países de renta alta pagan a los profesores un 75% o menos de lo que se paga en otras profesiones comparables.
Más abandono entre varones y jóvenes
Por lo general, la tasa de abandono de los profesores es mayor que la de las profesoras. En 2021, la tasa mundial de abandono de los profesores de primaria fue del 9,2%, mientras que la de las profesoras fue del 4,2%.
Esta situación se debe especialmente al hecho de que los varones suelen tener más oportunidades profesionales en otros sectores y pueden cambiar de carrera con más facilidad. También influyen los prejuicios de género, por ejemplo las creencias sobre quién debe responsabilizarse de la educación de los niños.
Aunque pocos países informan de los casos de abandono del profesorado a lo largo de su carrera, los datos disponibles muestran que los docentes noveles son más propensos a abandonar la profesión que sus colegas más experimentados. Este hecho demuestra que necesitan más apoyo para hacer frente a la carga de trabajo.
Siete recomendaciones
Frente a la escasez sistémica de profesores, la UNESCO recomienda siete medidas para hacer más atractiva la profesión docente, que deberán ajustarse en función de las circunstancias y los desafíos nacionales:
- Invertir en la formación inicial del profesorado y en programas de desarrollo profesional continuo
- Crear programas de orientación y entablando que unan a docentes con experiencia junto a aquellos que están comenzando y promuevan la colaboración entre colegas
- Garantizar que los profesores reciban salarios y prestaciones competitivas, especialmente en comparación con otras ocupaciones que requieren niveles equivalentes de calificación, y brindarles oportunidades de ascenso profesional
- Agilizar las labores administrativas y la documentación para que los docentes puedan centrarse más en la enseñanza y menos en la burocracia
- Fomentar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal al establecer expectativas realistas para las horas de trabajo y disminuir la carga laboral innecesaria
- Brindar un acceso más sencillo a servicios de salud mental y asesoramiento para apoyar a los docentes en el manejo del estrés y las dificultades emocionales
- Impulsar un liderazgo escolar sólido y colaborativo que reconozca las contribuciones de los docentes, ofrezca retroalimentación constructiva y promueva un ambiente de trabajo positivo.
Ser profesor en zonas en crisis
Si la situación de los profesores en condiciones normales es estresante, todavía es mucho más grave en las áreas de guerra o bajo una crisis.
“En las mejores circunstancias, ser profesor es un reto. Ahora imagine lo que es para los maestros en una zona en crisis o afectada por un conflicto en Afganistán, Colombia, Siria o Uganda. Imagine lo que es enseñar siendo uno de los millones de personas que huyen de guerras, conflictos y catástrofes sin ningún apoyo”, observó la directora ejecutiva de la organización la Educación no puede esperar con ocasión del Día Mundial.
Según Yasmine Sherif, esa la realidad a la que se enfrentan millones de profesores en las peores crisis humanitarias del mundo”, por lo que la Educación no puede esperar ha ofrecido servicios de formación a más de 145.000 maestros que se encuentran en esas circunstancias.