Declaración conjunta de Bruno Maes, representante de UNICEF, y Tatiana Villegas Zamora, representante de la UNESCO en Haití
Preocupados por las consecuencias de la violencia armada y la persistente inestabilidad sociopolítica en el funcionamiento de las escuelas, y la psicosis que rodea el riesgo de escalada en los próximos días, UNICEF y la UNESCO unen sus voces para llamar la atención sobre las devastadoras consecuencias de la frecuente interrupción y/o cierre de muchas escuelas en el país, privando a miles de niños de su derecho a la educación.
En los últimos meses, algunas escuelas, sobre todo en Artibonite y en el área metropolitana de Puerto Príncipe, han cerrado por miedo a quedar atrapadas por la violencia de los grupos armados.
Han tenido lugar también numerosos cierres temporales de establecimientos debido a movimientos asociados a manifestaciones y protestas de carácter político y/o sindical en varios departamentos, especialmente en Grand ‘Anse y el Noreste.
Otros establecimientos están siendo cerrados para servir de albergues temporales a las familias desplazadas. El número de desplazados internos ha pasado de 200.000 en el mes de noviembre de 2023 a unos 314.000 en enero de 2024, de los cuales más de la mitad son niños (172.000).
Además de privar a los niños de su derecho a la educación, esta situación dificulta el acceso a los servicios sociales esenciales, obstaculizando los esfuerzos de los humanitarios, que desempeñan un papel esencial a la hora de proporcionar respuestas de emergencia a las personas necesitadas.
Ante esta situación, UNICEF y la UNESCO piden que se respete el derecho de los niños a la educación. Las escuelas deben ser santuarios inviolables, protegidos de las vicisitudes externas.
UNICEF y la UNESCO invitan a todos los actores influyentes de la sociedad haitiana a contribuir a la protección de los alumnos, los universitarios, los padres, el personal docente y los archivos de los centros educativos, de conformidad con la Declaración 1 sobre Escuelas Seguras, firmada por más de 111 países de todo el mundo, a la que Haití se ha adherido.
UNICEF y la UNESCO hacen un llamamiento solemne a toda la comunidad educativa para proteger la educación en Haití en todas sus formas, garantizando que las escuelas sean santuarios donde los estudiantes puedan desarrollar todo su potencial.
Los profesores son un eslabón esencial del sistema educativo, los garantes de la educación de las generaciones futuras. Como tales, deben ser protegidos por todos los actores.
UNICEF y la UNESCO reiteran su apoyo a las autoridades nacionales y las invitan a implementar las medidas necesarias para proteger la educación, de acuerdo con las directrices de la Coalición Mundial para la Protección de la Educación contra los Ataques (GCPEA por sus siglas en inglés), y a velar porque se disponga de los recursos adecuados para garantizar el que los niños tengan acceso a la educación en condiciones propicias para el aprendizaje.
UNICEF y la UNESCO reiteran su compromiso de apoyar las dinámicas favorables a la transformación de la educación. La educación es un derecho fundamental. Trabajemos todos para preservarlo.