Juan José Palao (USAL) y Santiago Martínez (Museo de Segovia) codirigen el proyecto sobre la que fuera gran ciudad del Imperio en la Cuenca del Duero e importante nexo de comunicaciones en la Península Ibérica
Confloenta fue una gran ciudad romana situada en el espacio meridional de la cuenca del Duero, en un nexo de comunicaciones importante junto al paso de Somosierra, con una intensa actividad económica, ligada a las artesanías locales, los intercambios comerciales y la actividad ganadera.
Más de una cincuentena de asentamientos rurales articulaba la ordenación y explotación del territorio de esta urbe, que comprendía una amplia extensión de hasta 2.500 km2 en la actual provincia de Segovia y cuyos restos han sido objeto de expolio a lo largo del tiempo.
Ahora, entre las acciones diseñadas para revalorizar el yacimiento arqueológico de la que posiblemente sea la ciudad romana más importante de la provincia, la Universidad de Salamanca (USAL) y la Diputación de Segovia inician una nueva campaña de exploración en el marco del convenio de colaboración suscrito en 2020 vinculado al proyecto de investigación sobre Confloenta, dirigido por Juan José Palao Vicente, profesor del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la USAL, y Santiago Martínez Caballero, director del Museo de Segovia y especialista en Historia Antigua.
En este sentido, durante los meses de julio y agosto, medio centenar de estudiantes de la Universidad de Salamanca desarrollarán trabajos de excavación y de laboratorio (limpieza, siglado y restauración de materiales) de los restos de la ciudad romana, localizados en el yacimiento arqueológico ‘Los Mercados’ (Duratón, Sepúlveda).
La actividad se centrará, principalmente, en la “exploración del barrio meridional de la ciudad, la prosecución de la exploración del gran edificio de baños públicos de las Termas de Fortuna, construido en el s. II d.C. y en uso hasta el s. IV d.C., así como en la prospección de los diferentes asentamientos rurales del territorio, vías de comunicación, áreas de explotación de recursos y espacios culturales y religiosos”, explican Juan José Palao Vicente y Santiago Martínez Caballero a Comunicación USAL.
Gran centro urbano
El yacimiento arqueológico acoge los restos de un gran centro urbano, que alcanza una superficie de 70 ha en un área arqueológica de hasta 110 ha, y que incluye áreas suburbanas y necrópolis.
Las diferentes exploraciones efectuadas hasta la fecha han permitido identificar varios edificios dentro del entramado urbano, “como los restos del Foro, las Termas del Foro y las Termas de Fortuna, además del amplísimo Foro pecuario”. Todos ellos elementos que proporcionan a los investigadores claros indicios de encontrarse ante una ciudad planificada y ordenada y que permiten seguir avanzando en el conocimiento del periodo de ocupación romano de la provincia y región.
Los estudios previos sugieren que Confloenta surgió como fundación ex novo en un emplazamiento en llano en el paraje de ‘Los Mercados’, sobre la terraza fluvial situada junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano, bajo un claro interés de Roma por obtener el mejor control posible de la población procedente de la celtibérica Sepúlveda y otros oppida* del entorno, así como para disponer de un mejor acceso a la campiña y a las comunicaciones con las principales vías y calzadas romanas.
Así, más de una cincuentena de asentamientos rurales modulaban esta ciudad romana cruce de comunicaciones, “distribuida en una vasta extensión de hasta 2.500 km2 de superficie y que pudo llegar a albergar a 5.000 personas aproximadamente”, subraya al respecto el arqueólogo de la USAL.
Ciudades celtibéricas, necrópolis visigoda y villa tardorromana
El proyecto estudia la evolución de los territorios de los valles altos del Cega y Eresma, en el ámbito oriental de la provincia de Segovia, durante la Protohistoria, Antigüedad y Tardoantigüedad, tomando como eje central el análisis de la transformación de Confloenta y su territorio e indagando sobre sus precedentes urbanísticos en la Protohistoria, su evolución urbanística, el poblamiento del territorio y su estructura socioeconómica en la Antigüedad, además de las transformaciones producidas entre los siglos V y VIII d.C.
Por ello, asociados a la investigación, se desarrollarán de forma paralela trabajos de exploración de la ciudad celtibérica de Sepúlveda, de la ciudad celtibérica y necrópolis de Los Sampedros, en San Miguel de Bernuy, así como de la villa tardorromana y necrópolis visigoda de Santa Lucía, en Aguilafuente, todas ellas ubicadas en la zona central y oriental de la provincia de Segovia.
Villa romana de Santa Lucía
Los trabajos en la villa romana de Santa Lucía de Aguilafuente, financiados por el Ayuntamiento de Aguilafuente, se centran en la exploración del gran edificio palacial de la villa, del s. IV d.C., cuyo origen se remonta a un asentamiento rural del s. II d.C. al que pertenecen estructuras de un edificio señorial, que integraba unas termas, identificado bajo el edifico tardorromano en las últimas campañas.
Igualmente, se acometerá la prospección de la parte rústica de la villa, donde se situaban los espacios productivos y de alojamiento servil. Los trabajos en la villa también han permitido llevar a cabo la exploración de la necrópolis e iglesia tardoantiguas, que, desde el s. V d.C., se dispusieron sobre el gran edificio romano, en relación con la transformación de la gran explotación tardorromana en una aldea campesina ligada a un espacio religioso en las postrimerías de la etapa imperial romana.
Necrópolis de Los Algarrobales y ciudad celtíbera de Sepúlveda
Los trabajos en San Miguel de Bernuy, sufragados por el Ayuntamiento de la misma localidad, se enfocarán en la excavación de las defensas del oppidum celtíbero-arévaco de Los Sampedros. Un pequeño centro urbano del Duratón, elevado sobre un meandro del río, en un espectacular cañón, donde en los últimos años se trabaja en la exhumación de una amplia fortificación datada entre los siglos V y IV a.C., dotada en un profundo foso y una amplia muralla.
El espacio funerario de este asentamiento, Los Algarrobales, ocupado durante todo el primer milenio a.C. y transformado en época romana en una aldea del territorio de la ciudad de Confloenta, se localiza junto a la actual población de San Miguel de Bernuy. En él, durante los últimos tres años se han intervenido hasta una treintena de tumbas de la necrópolis, datadas entre los siglos IV y III a.C., en las que destacan los ajuares civiles y militares que acompañan las urnas cinerarias depositadas en las fosas.
Por su parte, la actuación financiada por el Ayuntamiento de Sepúlveda se ejecuta en la gran ciudad celtíbero arévaca de Sepúlveda, situada en el cerro de Somosierra, junto a la actual población sepulvedana. Se trata de uno de los oppida celtibéricos más importantes del sur del Duero y en él las investigaciones se centran en la zona de la acrópolis, con la exploración de los restos de viviendas celtibéricas, destruidas a inicios del s I a.C., durante la conquista romana.
Recordemos que el Casco Antiguo de Segovia y su Acueducto fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año (1985) bajo los vriterios (i) (iii) (iv).
* La traducción del término latino ‘oppidum’ como «ciudad» ha dado lugar a un intenso debate sobre el carácter urbano de los oppida. Lo cierto es que, para muchos arqueólogos, implican un cambio radical a nivel de escala y organización de las sociedades de finales del primer milenio antes de su absorción por Roma.