Tras siete años de trabajo y gracias al esfuerzo conjunto de los mosulíes y de la solidaridad internacional, esta ciudad multicultural martirizada por Dáesh ha logrado renacer y vuelve a ser fuente de inspiración
En febrero de 2018, menos de un año después de la liberación de la ciudad, Audrey Azoulay anunció la iniciativa «Revivir el espíritu de Mosul». Por primera vez en su historia, la UNESCO propuso no solo coordinar, sino también dirigir activamente la reconstrucción de los sitios del patrimonio destruidos por la guerra. Se trataba de una intervención de gran complejidad: la ciudad vieja estaba destruida en un 80 %, abandonada por los habitantes en su huida de los combates y llena de bombas sin explotar.
Audrey Azoualy, ha dicho: “Siete años más tarde, después de movilizar más de 115 millones de dólares, desescombrar y desminar la zona, de realizar amplias consultas con la población y de formar a más de 2800 iraquíes en restauración y patrimonio, la UNESCO completa su labor y Mosul recupera elementos esenciales de su identidad. Esta es una victoria colectiva que demuestra lo útil, concreto y práctico que puede ser el multilateralismo”.
Alianza de patrimonio, cultura y educación
Ciento veinticuatro casas históricas acogen nuevamente a las familias, el famoso minarete inclinado de Al Hadba ha recuperado su lugar en el cielo de la ciudad mientras suenan de nuevo las campanas de la iglesia católica siria de Al Tahira y del convento dominico de Nuestra Señora de la Hora. Por último, dentro de unas semanas, la gran mezquita de Al Nuri, que fue destruida por Dáesh tras plantar allí su bandera negra, podrá reanudar el hilo de su historia.
La iniciativa de la UNESCO también ha incluido la renovación de 400 aulas en Mosul y sus alrededores, el apoyo a la biblioteca universitaria, la formación de más de 5000 docentes y educadores en programas de educación para la paz y la coordinación de numerosos proyectos culturales como la recuperación de festivales y centros de arte.
El propósito de la visita de Directora General de la UNESCO era dar las gracias a todos los que han hecho realidad esta iniciativa: trabajadores, artesanos, arquitectos, ingenieros, así como a diversos actores de la sociedad mosulí. La iniciativa de la UNESCO ha creado un total de 7700 puestos de trabajo, lo cual ha servido para acelerar la recuperación de la actividad económica.
Un ejemplo para la región y para el mundo
Además, Audrey Azoulay, comentó, “Gracias a las aportaciones de los Emiratos Árabes Unidos, de la Unión Europea y de otros socios bajo el liderazgo de la UNESCO, la sociedad civil de Mosul ha demostrado su compromiso de reconectar con su patrimonio, su cultura, su conocimiento y de luchar contra la amnesia para recuperarse de una profunda tragedia”.
La UNESCO también se ha visto fortalecida por esta iniciativa. La Organización ha adquirido nuevos conocimientos especializados en situaciones postconflicto que ahora puede trasladar a otros lugares de crisis.
Las lecciones aprendidas en Mosul ya han inspirado varias de sus intervenciones en los últimos años, como en el Líbano, para rehabilitar las escuelas de Beirut dañadas por la doble explosión del puerto el 4 de agosto de 2020, o en Ucrania, para proteger el patrimonio y ayudar en la continuación de la educación en tiempos de guerra.
Audrey Azoulay, apuntó, también: “Lo que se ha logrado en Mosul es un ejemplo de lo que pueden hacer en el futuro la UNESCO y otros actores en la región y en todo el mundo”.
Mosul, ciudad históricamente multicultural
Mosul –al mawsil en árabe– significa «el punto de encuentro». Durante 2500 años, esta ciudad ha sido un lugar de confluencia de culturas, un ejemplo convivencia de diferentes comunidades religiosas y lingüísticas, el crisol de la identidad plural de Irak. El patrimonio de la ciudad vieja de Mosul siempre ha encarnado estos valores de convivencia y apertura.
Este patrimonio multicultural se reflejaba en el cielo de la ciudad por la presencia del minarete Al Hadba, erigido en el siglo XII, de 45 metros de altura.
A solo unas decenas de metros de distancia le acompaña el campanario de Nuestra Señora de la Hora y su reloj, ofrecido a los mosulíes por la emperatriz Eugenia a finales del siglo XIX después de la primera misión pontificia a Mesopotamia.
En junio de 2014, Dáesh se apoderó de la ciudad para convertirla en su capital.
Desde la gran mezquita de Al Nuri, su líder, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó la creación del califato islámico en Irak. Miles de libros y objetos antiguos fueron destruidos o saqueados. Dáesh cerró los cafés y persiguió a los artistas. Para las minorías religiosas, fue convertirse o morir.
El convento de Al Saa’a –Nuestra Señora de la Hora– se convirtió en un lugar de entrenamiento para yihadistas, y su casa de oración adyacente en lugar de prisión y tortura.
Tras su derrota, en julio de 2017, Dáesh decidió dinamitar el minarete de Al Hadba y la gran mezquita de Al Nuri. Una cadena humana formada por los habitantes consiguió evitar la destrucción total de estos dos monumentos
Acerca de la UNESCO
Con 194 Estados Miembros, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura contribuye a la paz y la seguridad liderando la cooperación multilateral en materia de educación, ciencia, cultura, comunicación e información. La UNESCO supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; varios centenares de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. Con sede en París, la organización tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. Su Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.