Myanmar, también llamado Birmania por la ONU, ingresó en la Lista del Patrimonio Mundial tras la inscripción de su primer sitio: las ciudades antiguas de Pyu
El Comité del Patrimonio Mundial, reunido en Doha (Qatar) bajo la presidencia de la jequesa Al Mayassa Bint Hamad Bin Khalifa Al Thani, también inscribió en la Lista el sitio de Shahr-i Sokhta, la “Ciudad Quemada” de Irán.
Ciudades antiguas de Pyu (Myanmar). Este sitio abarca los restos de las construcciones en ladrillo, las murallas y los fosos de las tres antiguas ciudades de Halin, Beikthano y Sri Ksetra, situadas en los vastos terrenos de regadío que se extienden por la zona árida de la cuenca del río Irawadi. Esas ciudades son testimonios de los reinos de Pyu, que florecieron durante más de un milenio, desde el año 200 a.C. hasta el año 900 de nuestra era. Sus emplazamientos han sido excavados en parte. Entre los vestigios hallados en las excavaciones arqueológicas ya realizadas, figuran ciudadelas palatinas, cementerios, instalaciones primitivas de producción industrial, monumentales estupas budistas de ladrillo y fragmentos de murallas aún en pie, así como restos todavía utilizados de los sistemas de gestión del agua en los que se sustentó la agricultura intensiva practicada en los reinos de Pyu.
Shahr-i Sokhta (República Islámica de Irán) – Shar-i-Sokhta, que significa ‘Ciudad Quemada’, se encuentra en la intersección de las rutas comerciales de la Edad del Bronce que atraviesan la meseta iraní. Los vestigios de la ciudad, de ladrillos de adobe, representan la emergencia de las primeras sociedades complejas en el este de Irán. Fundada en torno al 3200 a. de C., la ciudad estuvo poblada hasta aproximadamente el 1800 a.de C. durante cuatro periodos, en los que se desarrollaron varios barrios distintos que comprenden una zona monumental, barrios residenciales, barrios industriales y una necrópolis. Un cambio en los cursos de agua y un cambio de clima causaron el casi abandono de la ciudad en los albores del segundo milenio antes de nuestra era. Las estructuras, la necrópolis y el gran número de objetos importantes hallados en varias excavaciones bien conservados gracias al clima seco del desierto hacen de este sitio una rica fuente de información relativa a la emergencia y las interrelaciones de sociedades complejas en el tercer milenio a.de C.