Su Majestad el Rey presidió el acto de entrega de Reales Despachos a los nuevos Secretarios de Embajada, que han superado una oposición y un posterior curso selectivo en la Escuela Diplomática
Su Majestad el Rey llegó a la sede de Escuela Diplomática y presidió la entrega de Reales Despachos a los nuevos Secretarios de Embajada; el acto se desarrolló en el Aula Magna e intervinieron el embajador director de la Escuela Diplomática, Fernando Fernández-Arias, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell.
Seguidamente, se entregaron los Reales Despachos y el secretario de Embajada y número uno de la Promoción, en nombre de los miembros de la LXX Promoción de la Carrera Diplomática, Alberto Santos, tomó la palabra.
Su Majestad el Rey, en su intervención, destacó que «…sé que sois muy conscientes de la responsabilidad y el honor que comporta ser representantes de la Nación y de la obligación que tenéis a partir de ahora de defender los intereses de España y de proyectar su mejor imagen, que es su imagen auténtica: La de país democrático, libre, moderno, solidario y tolerante, abierto al mundo y definido por los principios y valores de nuestra Constitución, esos a los que, como sociedad, aspiramos y que, como servidores públicos, estamos siempre llamados a defender y promover…»; también, el Rey señaló «…siempre me alegra ser testigo de la entrada de hombres y mujeres jóvenes y brillantes al mundo del servicio público. Y me gusta poderos decir «bienvenidos al Estado y gracias»; gracias por perseguir vuestra vocación de servir a los españoles, en vuestro caso, en el ámbito de las relaciones internacionales, en lo que llamamos la Acción de Servicio Exterior de España. Un mundo, como bien sabéis, de enorme y creciente complejidad y que ya es difícil desligar del ámbito nacional…», añadió que «…son 70 promociones compuestas por profesionales que tienen en común una inquebrantable voluntad de servicio público y un deseo de representar a nuestro país y de trabajar en favor de nuestros ciudadanos. Mi reconocimiento a la Escuela Diplomática por haber seleccionado y formado un grupo tan notable y relevante de mujeres y hombres, a lo largo de generaciones —y puedo dar fe de ello—, que han servido y sirven a España…».
Don Felipe les animó «…no desfallezcáis ante la dificultad, sed rigurosos y leales en vuestros cometidos, sobrios con los éxitos y sensibles con quien reclama vuestra ayuda; pensad siempre en que el Estado somos todos y que la colaboración con los expertos de otros cuerpos de la Administración y ámbitos de lo público, incluso de lo privado, os garantizará un resultado mejor, más eficaz y más eficiente…»; y terminó sus palabras incidiendo en que es «…es fundamental que el servicio exterior esté a disposición de todos nuestros compatriotas, que tienen derecho a sentirse protegidos, atendidos o amparados por sus autoridades más allá de nuestras fronteras. Pocas misiones pueden ser más honrosas y gratificantes que servir a los españoles, y ello sin buscar más premio que la satisfacción por el deber cumplido…».
Acompañaron a Su Majestad el Rey, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell; la subsecretaria de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Ángeles Moreno; el embajador director de la Escuela Diplomática, Fernando Fernández-Arias; Secretarios de Estado; equipo directivo de la Escuela Diplomática; asistentes e invitados.
La Carrera Diplomática es un cuerpo de la Administración del Estado especializado en relaciones internacionales y adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al que, por su preparación específica, le están encomendadas las funciones de naturaleza política, diplomáticas y consulares. Su tarea se divide, por tanto, en dos grandes ámbitos: el propiamente diplomático, y el consular.
El trabajo diplomático consiste en la representación de España en el exterior, las relaciones con otros países y la participación en foros multilaterales. Las funciones consulares consisten en la protección y asistencia a los ciudadanos españoles en el extranjero, en una amplia gama de situaciones: Registro Civil y notaría, legalización de documentos, asistencia a detenidos y presos, expedición de pasaportes y salvoconductos, o ayuda a ciudadanos afectados por situaciones de emergencia. También se incluyen en el ámbito consular las tareas relativas a la tramitación y expedición de visados para extranjeros que desean viajar a España por un corto período de tiempo, o para establecer su residencia en nuestro país.