Durante la conferencia internacional en Agadir (Marruecos), Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, ha hecho un llamamiento a los 194 Estados Miembros de la Organización para que mejoren la protección y la recuperación de los suelos
La UNESCO alerta de que el 90 % de las tierras emergidas del planeta podrían degradarse de aquí a 2050, afectando gravemente a la biodiversidad y a la vida humana. También está llevando a cabo varias acciones para paliar la escasez de conocimientos científicos en este campo.
«Los suelos desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la vida en la Tierra. No obstante, con demasiada frecuencia se descuidan o se gestionan mal. Por eso, la UNESCO insta a la comunidad internacional a convertir esta cuestión en una prioridad. Gracias a los sesenta años de experiencia en las ciencias del suelo que tiene nuestra Organización, vamos a ayudar a los Estados a mejorar sus conocimientos y formar profesionales para que tomen decisiones urgentes», ha anunciado Audrey Azoulay en la Conferencia Internacional de la UNESCO sobre los suelos.
La buena salud de los suelos es esencial para preservar los ecosistemas y la biodiversidad, regular el clima, producir alimentos y purificar el agua. Sin embargo, según el Atlas Mundial de la Desertificación, el 75 % ya está degradado y 3200 millones de personas sufren directamente las consecuencias. Si se mantiene la tendencia actual, este porcentaje aumentará hasta el 90 % en 2050.
En este contexto preocupante, la UNESCO y el Organismo Nacional para el Desarrollo de las Zonas Oasianas y del Arganero (ANDZOA, por sus siglas en francés) del Reino de Marruecos han organizado una conferencia sobre los suelos que ha reunido en Agadir a expertos y representantes de más de 30 Estados Miembros de la Organización. Los debates han desembocado en un plan de acción basado en tres objetivos: mejorar la protección y la rehabilitación de los suelos, paliar la escasez de conocimientos científicos y reforzar el compromiso de los jóvenes y las comunidades mediante la educación y programas de formación.
Un índice de salud de los suelos y un programa piloto
La UNESCO va a apoyar a sus Estados Miembros estableciendo junto con sus socios internacionales un «índice mundial de la salud de los suelos». Se trata de una medición normalizada para evaluar y comparar la calidad del suelo en diferentes regiones y ecosistemas que permitirá identificar las tendencias de degradación o mejora, las zonas de riesgo y la eficacia de las prácticas de gestión.
Como complemento de este índice, la UNESCO pondrá en marcha un proyecto piloto de evaluación y gestión sostenible de suelos y paisajes en una decena de reservas de la biosfera, con el doble objetivo de garantizar la eficacia de los distintos métodos de gestión sostenible aplicados en estos sitios y de promover las mejores prácticas en toda nuestra red Programa “El Hombre y la Biosfera” (MAB).
Se animará a los administradores de estos sitios a desarrollar proyectos ejemplares de conservación del suelo y gestión de las tierras que puedan reproducirse en otros lugares. Con el fin de dotarles del mayor número posible de herramientas para proteger este recurso esencial, se les proporcionará formación tanto a ellos, como a miembros de organismos gubernamentales, organizaciones conservacionistas y comunidades indígenas. Así mismo, esta iniciativa incluirá una faceta educativa a través de la cual la UNESCO concienciará e implicará a las generaciones más jóvenes.
Acerca de la UNESCO
La UNESCO, con sus 194 Estados Miembros, contribuye a la paz y la seguridad al liderar la cooperación multilateral en educación, ciencia, cultura, comunicación e información. Con sede en París, la UNESCO tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. Supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; redes de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. La Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.