Ya está bien de atentados terroristas del Estado Islámico a lo largo y ancho del planeta. Hay que ponerse firmes contra los asesinos que matan en nombre de Dios
La convivencia de los pueblos se consigue cuando todas las partes se ponen de acuerdo. No es posible que una “panda” de descerebrados, manejados por unos cuantos terroristas asesinos – que es lo que son- , sigan asesinando a inocentes en cualquier parte del mundo para reivindicar algo que, a estas alturas, parecía que estaba superado.
Los atentados indiscriminados en los que mueren inocentes de cualquier edad, sexo, nacionalidad o creencia religiosa, son la lacra con la que nos encontramos en este principio de siglo.
El punto de mira de los terroristas está en cualquier parte del planeta que cuente con un gran número de turistas y, cuyo fin, es obtener la mayor difusión a sus atroces asesinatos.
Dios jamás mandó matar a nadie. Los humanos, en muchos de los casos, grandes depredadores de sí mismos, somos capaces de hacer lo mejor y, también, de mostrar la cara más sanguinaria.
Si el Estado Islámico es capaz de aniquilar a sus propios conciudadanos como hemos visto en Siria, Iraq, Libia, Egipto, etc., que no será capaz de hacer con los que llaman “infieles”. La reivindicación de todos estos asesinos es pura invención que no tiene ninguna justificación, pero que se consideran los “salvadores del mundo”.
Las atrocidades que han realizado contra el Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, también es irreparable. Las destrucciones realizadas por los terroristas en Palmira, Alepo, Mosul, Ninive, Nimrud, El Cairo o Asur, son de tal magnitud que muchos de los monumentos, museos y sitios arqueológicos esquilmados y, el tráfico ilícito de bienes culturales es irrecuperable. Los terroristas de Estado Islámico destruyen todo lo que no pueden transportar y, comercian con todo lo que tiene gran valor, fácil salida en el mercado –adquirido por coleccionistas de todo el mundo- y, que les produce grandes ingresos económicos con los que seguir financiando sus actividades terroristas.
Pero pongamos un poco de cordura en todo esto, los terroristas son terroristas porque cuentan con el apoyo de distintos gobiernos. No seamos hipócritas, ¿quién vende armas, explosivos y demás material de guerra al estado Islámico? ¿Por qué no empezamos desde el principio y, en lugar de hacer grandes negocios con el armamento, no utilizamos esa cantidad de miles de millones de euros para dar alimentos, agua, educación y cultura a los más necesitados?