Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO (1987-1999), falleció recientemente. Audrey Azoulay rinde homenaje a la memoria de «un ardiente promotor de la cultura de paz y cooperación científica» que ha marcado la historia de la Organización
«La gran familia de la UNESCO llora a Federico Mayor, Director General de la UNESCO de 1987 a 1999. Científico, diplomático y poeta, hizo de la cultura de paz su prioridad orientando la acción de nuestra Organización en favor de la educación en derechos humanos y la prevención de conflictos. Envío mis más sinceras condolencias a su familia y a sus seres queridos», declara Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.
Nacido en Barcelona el 26 de enero de 1934, Federico Mayor comenzó su carrera como profesor de bioquímica en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada (1963), de la que pasó a ser rector cinco años después. Especialista en metabolismo cerebral y cribado neonatal, continuó su carrera como bioquímico en la Universidad Autónoma de Madrid. Más tarde ocupó el cargo de consejero nacional de Educación (1969-1972) y subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia (1974-1975).
Se incorporó a la UNESCO en 1978 como director general adjunto antes de convertirse en director general de la Organización en 1987. Fue reelegido para un segundo mandato en 1993. La UNESCO le debe la creación del programa «Cultura de Paz», que dará lugar a numerosas acciones en favor de la educación en derechos humanos, la prevención de conflictos y la defensa de la diversidad cultural que promovió con una energía infatigable.
En una entrevista en 2013 con Global Education Magazine, declaró: «La cultura de paz y no violencia significa que a partir de ahora debemos pasar de la fuerza a la palabra, debemos pasar del músculo al diálogo, debemos pasar del discurso perverso ‘si quieres la paz, prepárate para la guerra’ a ‘si quieres la paz, ayuda a construirla a través de tu comportamiento diario’.»
Al frente de la UNESCO, Federico Mayor fue también un firme defensor de la cooperación científica. Fue uno de los primeros promotores de SESAME, sincrotrón de Oriente Medio, convocando la conferencia internacional en 1999 gracias a la cual se formó el comité encargado de desarrollar este ambicioso proyecto.
En 2000, después de regresar a España, Federico Mayor creó la Fundación Cultura de Paz para continuar su labor de promoción del diálogo y la tolerancia. Hombre de letras, también fue autor de siete obras de poesía.
Durante su mandato en la UNESCO, Mayor Zaragoza impulsó numerosas iniciativas culturales y educativas, entre ellas la recomendación que impulsó la conversión en 1997 del Centro Regional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (CRESALC) a Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC).
Su visión y liderazgo fueron fundamentales para fortalecer los lazos entre la UNESCO y las instituciones educativas de la región, promoviendo la calidad y el acceso a la educación superior.
En el año 1997 prologó el volumen La educación superior en el siglo XXI:
Visión de América Latina y el Caribe, editado en el marco de la primera Conferencia Regional de Educación Superior de la UNESCO, realizada en La Habana, Cuba. “Porque educar es más que informar o instruir; es forjar la mente y el carácter de un ser humano y dotarlo de autonomía suficiente para que alcance a razonar y decidir con la mayor libertad posible, prescindiendo de influencias ajenas, de tópicos y lugares comunes. Es fomentar el desarrollo de una vida espiritual y diferenciada de gustos y criterios auténticos. ‘La educación es la base de la libertad’, proclamó hace casi dos siglos Simón Bolívar y reitera hoy la UNESCO, en cuya constitución puede leerse: ‘…la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad, para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad humana…”.
El legado de Federico Mayor Zaragoza perdurará en las políticas y programas que ayudó a establecer, y su impacto en la educación superior en América Latina y el Caribe seguirá siendo una inspiración para futuras generaciones.
Recientemente, había estado trabajando en la creación de la Red Global de Universidades e Instituciones Científicas y Artísticas de Apoyo a las Cátedras de Educación para la Paz, la Convivencia Democrática, los Derechos Humanos, Educación y Sostenibilidad, proyecto que reflejaba su compromiso continuo con la construcción de un mundo más justo y pacífico.