Un nuevo informe de la UNESCO alerta sobre el uso creciente de acusaciones de irregularidades financieras con el fin de presionar, intimidar y silenciar a periodistas y medios de comunicación independientes. De los 120 casos examinados por la UNESCO en el periodo 2005-2024, el 60 % se produjeron entre 2019 y 2023
Audrey Azoulay, ha dicho: “Los periodistas que investigan las irregularidades y avanzan en la transparencia desempeñan un papel esencial en la sociedad. En ningún caso deben ser el blanco de acusaciones infundadas de delitos financieros ni ser objeto de acoso legal para silenciarlos. Esto socava la libertad de prensa y la libertad de expresión de todos nosotros. La UNESCO hace un llamamiento a todos sus Estados Miembros para que protejan a los periodistas contra esta práctica”.
Extorsión, evasión fiscal y blanqueo de capitales son las acusaciones más frecuentes contra periodistas y medios de comunicación. Otros de los cargos utilizados de forma irregular son el chantaje, la financiación del terrorismo, el fraude, la malversación de fondos y la recepción ilegal de fondos extranjeros. Estos ataques menoscaban gravemente la confianza del público en los periodistas y los medios de comunicación.
Una táctica para privar de recursos a periodistas o medios de comunicación
A diferencia de los casos de calumnia y difamación, las acusaciones económicas a menudo no requieren ninguna conexión entre el contenido editorial producido por el periodista o el medio de comunicación y la acusación en sí, ocultando el verdadero motivo subyacente del cargo.
Los instigadores de las acusaciones financieras contra periodistas y medios de comunicación son, a menudo, agentes estatales. Los poderes ejecutivos también pueden dar instrucciones a organismos administrativos como las autoridades fiscales para que inicien investigaciones directamente eludiendo así el control del poder judicial.
El uso indebido de la legislación financiera puede permitir a las autoridades congelar los activos de un periodista o de un medio de comunicación reduciendo sus recursos e impidiendo su capacidad para seguir informando a la espera del juicio. Esto puede conducir al cierre total de los medios de comunicación cuando el personal esencial es detenido o sus bienes congelados. La amenaza de llevar a la quiebra a periodistas individuales o a organizaciones de medios de comunicación también puede conducir a una mayor autocensura.
Algunas regiones más afectadas que otras
El informe de la UNESCO identifica al menos cinco casos en América Latina y el Caribe en los últimos tres años frente a sólo dos casos en los diez años anteriores.
En África se han producido al menos ocho casos entre 2019 y 2023 frente a los siete en los diez años anteriores. En estas dos regiones, los cargos más frecuentes fueron evasión fiscal y extorsión, y nueve personas fueron condenadas a penas de cárcel de hasta 12 años.
El problema está más extendido en Europa del Este, Asia y Pacífico, en particular en Asia Central, con 41 casos examinados entre 2020 y 2024, frente a 19 entre 2008 y 2020. Esta tendencia se viene observando desde principios de la década de 2010.
En el sur de Asia, los cargos por extorsión se utilizan indebidamente desde mediados de la década de 2000, y también es habitual restringir la financiación extranjera o acusar a los medios de comunicación independientes de financiar el terrorismo.
Este acoso es más frecuente en épocas de protestas, campañas electorales y durante los preparativos de grandes eventos internacionales, cuando el país anfitrión y el gobierno acaparan una mayor atención internacional.
La proliferación de ataques legales contra periodistas es una nueva tendencia que incluye toda una serie de acusaciones penales. Los datos presentados en el documento se basan en la información disponible públicamente combinada con un estudio documental y entrevistas con abogados, periodistas y expertos en libertad de prensa.
Es probable que el número real de casos sea mayor.
El informe se basa en el análisis elaborado por la UNESCO sobre la tendencia creciente del acoso judicial a periodistas en 2021, y en 2022. Los datos de la UNESCO se basan en la evaluación y el análisis de 120 casos públicos, pero es probable que haya un número significativo de casos no declarados.
Acerca de la UNESCO
Con 196 Estados Miembros, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura contribuye a la paz y la seguridad liderando la cooperación multilateral en materia de educación, ciencia, cultura, comunicación e información. Con sede en París, la UNESCO tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. La UNESCO supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; redes de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. Su Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.