La caligrafía árabe es la práctica artística de escribir a mano la escritura árabe de una manera fluida para transmitir armonía, gracia y belleza
La práctica, que puede transmitirse a través de la educación formal e informal, utiliza las veintiocho letras del alfabeto árabe, escritas en cursiva, de derecha a izquierda.
Originalmente destinado a hacer que la escritura sea clara y legible, gradualmente se convirtió en un arte árabe islámico para obras tradicionales y modernas.
La fluidez de la escritura árabe ofrece infinitas posibilidades, incluso dentro de una sola palabra, ya que las letras se pueden estirar y transformar de numerosas formas para crear diferentes motivos.
Las técnicas tradicionales utilizan materiales naturales, como cañas y tallos de bambú para el qalam o instrumento de escritura.
Para la tinta se utiliza una mezcla de miel, hollín negro y azafrán, y el papel está hecho a mano y tratado con almidón, clara de huevo y alumbre.
La caligrafía moderna comúnmente usa marcadores y pintura sintética, y la pintura en aerosol se usa para caligrafía en paredes, letreros y edificios.
Los artesanos y diseñadores también utilizan la caligrafía árabe para el realce artístico, como el tallado en mármol y madera, el bordado y el grabado en metal.
La caligrafía árabe está muy extendida en países árabes y no árabes y es practicada por hombres y mujeres de todas las edades. Las habilidades se transmiten de manera informal o a través de escuelas formales o pasantías.
Los países que han conseguido el nombramiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO son: Arabia Saudita, Argelia, Baréin, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Mauritania, Marruecos, Omán, Palestina, Sudán, Túnez, Emiratos Árabes Unidos y Yemen.