Son muchas las cosas que se pueden contar sobre Cáceres, declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, y que goza de un casco histórico del que se ha dicho metafóricamente que es un “museo al aire libre”. Dentro de la importancia monumental del conjunto artístico que compone el casco antiguo, cabe destacar un elemento que no debería pasarnos desapercibido: las torres. ¿Qué sería de Cáceres sin sus torres?
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La ciudad fue fundada por el político y militar romano Gayo Norbano Flaco en el siglo I a. C. Las primeras torres nacen en la muralla, perfectamente conservada a través de los siglos, donde leemos el paso de los romanos, y cuyo trazado principal y más importantes torres datan del reino Almohade del siglo XII.
Junto al primer zócalo de granito, bautizado como Arco del Cristo, antigua Puerta del Río, se alza orgullosa la torre gótica de los Púlpitos, testigo de la solemne jura de los fueros cacereños por la Reina Católica. Esta torre coronada de almenas resalta el sentido defensivo de la muralla, lo mismo que la torre del Bujaco fiel testigo del pasado árabe de la ciudad que mantiene el nombre de aquel sultán, y que vigilaba las explanadas del flanco de la colina, en la entrada principal a la ciudad por la Puerta. O la torre de la casa de los Toledo- Moctezuma construida por el capitán Diego para Isabel de Moctezuma, hija del Emperador de Méjico, con la que contrajo matrimonio.
El resto de bastiones defensivos de la muralla son la Torre de la Hierba, Torre Redonda, Torre Desmochada, Torre del Gitano o de los Pozos del Conde, Torre Coraja o de los Aljibes, Torre de Coria o del Pobre, Torre del Rey, Torre de la Mora, Torre de la Buraca, la del Horno, Torre Mochada, Torre del Postigo, la Torre del Arco, y otras muchas que, o bien fueron abatidas por la dureza del paso de los años o debido a los ajusten urbanos de la ciudad. Todas ellas dan a la muralla el aspecto originario e irrepetible que la consagra como una de las más genuinas que aún se conservan en Europa.
Fuera de la muralla, las atalayas defensivas, de nombres Torre de Santa María, de la iglesia del mismo nombre -, Torrequemada, Torremochada, y que son el preludio del mar de torres que vamos a encontrar en el casco histórico de Cáceres.
La Reina Isabel de Castilla, la misma que juraba junto a la Puerta Nueva, los fueros de Cáceres, traicionaba de forma irreparable a la ciudad, firmando la decapitación de sus torres y privando a los futuros habitantes de un legado que hubiese sido inigualable. La firma de este tratado en Madrigal de las Altas Torres –paradojas del destino- humillaba a los linajes leales a Juana la Beltraneja, pero también se dice que con ello impedía que se lanzasen saetas de palacio a palacio.
Algunas torres se salvaron de tan lamentable destino, por su incuestionable lealtad a la Reina Católica, y para apaciguar a los nobles cacereños. Fueron los casos de las Torres de los Golfines de Abajo, que mantuvieron la integridad este magnífico palacio plateresco. O la Torre de las Cigüeñas, palacio del capitán Diego de Cáceres Ovando, cuya esbelta torre es la única que conserva orgullosa sus almenas. O la del palacio del Comendador de Alcúescar, de linaje noble.
La pregunta es, ¿qué sería de Cáceres hoy si hubiese conservando todas sus torres? Sería una ciudad modelo, el concepto más cercano a la ciudad ideal, sólo comparable con las más bellas ciudades del Renacimiento italiano, pero con sus elementos diferenciadores.
De todos modos, y pese a la tala indiscriminada, contra los cielos de la ciudad vieja de Cáceres hoy día se proyecta un bosque de torres que componen un mosaico difícilmente superable, que combina arquitectura civil, religiosa y militar, y donde no es fácil decidir cuál es la más hermosa: torres de las Cigüeñas, de los Espadero, una de las más antiguas de la ciudad situada en la plaza del Socorro, de los Sade, de los Cáceres-Andrada, de los Torreorgaz, de los Carvajales, y así, hasta veintidós torres.
Descripción de algunas Torres
TORRE ADOSADA
Es una torre árabe del siglo XII. Tiene planta cuadrada y en su base podemos ver sillares romanos. Forma parte del sistema defensivo de la muralla de la Ciudad Monumental de Cáceres.
TORRE ESPADEROS
Es una torre bajomedieval construida durante los siglos XIV y XV. Tiene planta cuadrada y dispone de un excelente matacán en esquina que mira hacia la puerta de Coria. En sus lienzos se encuentran varias ventanas, destacando una partida. Se puede apreciar perfectamente el desmoche sufrido por orden de la reina Isabel de Castilla.
TORRE DE LA HIERBA
Esta torre albarrana es de construcción árabe y data del siglo XII, cuando se acometió la última reforma de la muralla antes de la conquista de Cáceres por parte del Reino de León.
Está unida por un muro a la muralla, lo que mejora la defensa de ésta. La técnica empleada en su construcción es la del tapial, similar al encofrado actual, que emplea tierra o adobe prensado como material principal.
TORRE DE LA PUERTA DEL CONCEJO
Es una torre árabe del siglo XII. Tiene planta cuadrada y en su base podemos ver sillares romanos. Forma parte del sistema defensivo de la muralla de la Ciudad Monumental de Cáceres.
TORRE DE LOS PÚLPITOS
La Torre de los Púlpitos mide 17 metros de altura y es la única torre añadida a la muralla después de la conquista de Cáceres por el Reino de León. Este hecho hace que varíe del resto de torres en diversos aspectos. Al contrario que las torres árabes se levantó empleando sillares de piedra en vez de mampostería o tapial, lo que le otorga una estética diferente. Asimismo, es la única torre que está unida, por un arco-puente erigido en el siglo XVIII, con un edificio del interior de la muralla, concretamente con el Palacio de Mayoralgo, con el fin de que sus habitantes pudieran ver los espectáculos celebrados en la Plaza Mayor.
TORRE DEL HORNO
Torre Albarrana de mediados del siglo XII con base de sillares de granito romano y que debe su nombre a que antiguamente los hornos de pan de la ciudad se encontraban a su lado.
TORRE REDONDA
Torre árabe de comienzos del siglo XIII con forma octogonal y una altura de ocho metros. Su base es una antigua torre de época romana, habiéndose empleado para su construcción la técnica del tapial. Es maciza hasta la parte superior, en la que se encuentra aún conservada una estancia.
TORRE DEL BUJACO
Es uno de los símbolos de Cáceres. Se trata de una torre albarrana de 25 m. de altura, para la protección de la muralla y la ciudad. Fue construida hacia el s. XII, con matacanes y coronamiento de almenas, y se le fueron añadiendo elementos como el balconcillo renacentista. Conecta con la muralla a través de un pequeño puente cuya extremidad – utilizado por los soldados para la vigilancia – se puede recorrer desde aquí. Hoy día es el Centro de Interpretación de las Tres Culturas.
TORRE DE LA CASA DE LOS TOLEDO- MOCTEZUMA
Viene de los siglos XIV al XV, aunque las obras principales fueron promovidas durante los siglos XVI al XVII por un nieto de una princesa azteca, Isabel de Moctezuma, casada con el capitán cacereño, Juan Cano Saavedra, que había viajado a América perteneciendo a las filas de Hernán Cortés.
Los salones principales del palacio están decorados con pinturas al fresco que representan a emperadores romanos, junto con bustos de reyes mejicanos y paisajes de ciudades europeas. En la actualidad el palacio acoge al Archivo Histórico Provincial de la Junta de Extremadura.
TORRE DE SANTA MARÍA
En un extremo, la escultura de San Pedro de Alcántara, del extremeño Enrique Pérez Comendador, tiene fama de atraer la suerte si le tocan los dedos de los pies.
Es la Iglesia principal de la ciudad. Fue construida entre los siglos XV al XVI sobre una obra anterior. Las portadas siguen modelosgóticos y en la del Evangelio destaca un pilar con repisa sosteniendo la Virgen. La torre es de tres cuerpos, el central tiene un medallón con jarrón de azucenas, símbolo de la Vírgen. El interior es de planta rectangular de tres naves, con arcos apuntados y bóvedas de crucería. Destaca su retablo del siglo XVI de cedro y pino sinpolicromardedicado a la Asunción de la Virgen, realizado por Roque Balduque y Guillen Ferrant. Célebres son las capillas de los Carvajal, con un retablo barroco con San Miguel Arcángel del XVII, y la del Cristo Negro, imagen del siglo XV.
TORREORGAZ
Conocido como Palacio de Torreorgaz o Palacio del Comendador de Alcuéscar es la suma de distintos estilos histórico-artísticos desde el gótico, del que se conservan varias puertas y ventanas y la propia torre, hasta la fachada del siglo XVIII.
TORRE DE LOS GOLFINES DE ABAJO
En este palacio se alojaron los Reyes Católicos, de ahí el escudo en la fachada plateresca y la alusión «Fer de Fer», Fernando (Golfín) de Fernando (el Católico). El tamaño de este palacio es considerable, ya que ocupó el espacio de casi una veintena de casas. Aún así, posee una de las fachadas más decorativas y vistosas del Conjunto Monumental.Alfiz, ventanas divididas, escudos, cartelas, medallones al gusto clásico y un remate de grifos contrapuestos, similar al del Palacio de Monterrey de Salamanca, han hecho de este edificio uno de los más significativos y reproducido en pintura, películas y fotografías.