El titular de la ONU encomia a Iraq por haber repatriado a sus ciudadanos de ese campamento, en el que viven personas sospechosas de tener vínculos con los extremistas del ISIS. También pidió a otros gobiernos asumir sus responsabilidades y seguir el ejemplo iraquí. En el último día de su visita a Iraq, António Guterres estuvo en Kurdistán
Durante su segundo día en Iraq, el Secretario General de la ONU visitó este jueves el Centro de Rehabilitación de Yedda, en el norte del país, donde se reunió con los repatriados del campamento Al-Hol del noroeste de Siria, cuyos residentes son principalmente mujeres y niños menores de doce años.
“Iraq está demostrando con enorme compromiso que las repatriaciones responsables son posibles, encontrando soluciones dignas arraigadas en los principios tanto de rendición de cuentas como de integración. Y está funcionando bien. Hoy fui testigo de ello,” afirmó António Guterres ante la prensa.
En sus palabras, Al-Hol es “el peor campamento del mundo” y la gente lleva años varada allí en las peores condiciones posibles.
Guterres dijo que los detenidos en ese lugar han sido privados de sus derechos, son vulnerables y marginados, y permanecen atrapados en una situación desesperada sin un final a la vista. “Merecen una salida. Es una cuestión de decencia y compasión humana, y es una cuestión de seguridad”, acotó.
Advirtió que mientras más se prolongue, esa insostenible situación se agravará y crecerá más el resentimiento y la desesperación, y con ello los riesgos serán mayores para la seguridad y la estabilidad. “Debemos evitar que el legado de la lucha del ayer alimente el conflicto del mañana”, abundó.
Seguir el ejemplo iraquí
El Secretario General elogió al gobierno iraquí por sus esfuerzos, a los que calificó como “ejemplo para el mundo”, aunque reconoció que la repatriación es una cuestión extremadamente compleja, difícil y delicada.
Convocó a los países que tienen nacionales en el campamento Al-Hol y otros lugares a que intensifiquen sus diligencias para el retorno seguro y digno de esas personas.
“Deben seguir el ejemplo de Iraq. Todos los países con ciudadanos en Al-Hol deben hacer lo mismo, y deben hacerlo ajustándose al derecho internacional”, insistió.
Guterres señaló que los retornados que conoció en el centro de rehabilitación quieren reintegrarse a sus comunidades y sociedades, por lo que exhortó a las autoridades iraquíes a seguir trabajando para acelerar esa reintegración, destacando que la mayoría son menores de 18 años.
El Secretario General refrendó el compromiso y apoyo de la ONU en ese esfuerzo.
Visita a Kurdistán
El titular de la ONU viajó a la región autónoma de Kurdistán en el norte de Iraq, donde expresó su agradecimiento por la asistencia brindada después de los recientes terremotos en Siria y Turquía.
Por otra parte, destacó la posibilidad de avances en el país: “En mi opinión, ahora tenemos una oportunidad para Iraq y para la región del Kurdistán en Iraq. Esa oportunidad puede convertirse en realidad si los iraquíes pueden unirse y si la gente de esta región también puede unirse”, apuntó.
En este contexto, explicó haber tenido “reuniones fructíferas” con el presidente de la región, Nechirvan Barzani, y otros altos líderes en Erbil, para discutir las relaciones con Bagdad.
Señaló que algunos temas como el presupuesto federal, la legislación sobre petróleo y gas, y la implementación de un acuerdo de seguridad y estabilidad conocido como el Acuerdo de Sinjar requieren un acuerdo, pero agregó haber visto en ambas partes un compromiso genuino de seguir adelante, por lo que instó a todos a “hacer realidad ese compromiso”.
Diálogo y diplomacia para la paz
António Guterres también llamó a los líderes políticos de Kurdistán a trabajar juntos para garantizar que este año se celebren las elecciones parlamentarias retrasadas y los conminó anteponer los intereses de la gente, a pesar de sus diferencias.
También habló sobre la inestabilidad en la región: “El pleno respeto a los principios de soberanía, integridad territorial y buena vecindad es fundamental en todo momento. Invito a todos los actores a buscar el diálogo y la diplomacia y a ejercer la máxima moderación para evitar una mayor inestabilidad y contener los riesgos de una escalada regional”, recalcó.
Para terminar, reiteró que su visita a Iraq fue de solidaridad y esperanza, y aseveró que lograr un mañana mejor requiere acción hoy.
“Exige una diplomacia resuelta, un diálogo constructivo y el coraje para hacer los compromisos necesarios. Después de mis reuniones y discusiones, estoy convencido de que ahora es completamente posible lograr un progreso importante”, sostuvo.