Este año se celebra por primera vez el Día Internacional del Patrimonio Mundial.
La fecha elegida por la UNESCO es el 16 de noviembre, día en que se firmó la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural en París, en el año 1972. Por tanto, en 2012 se celebra también el 40 aniversario de esta convención internacional.
Para España, este acontecimiento reviste una especial importancia.
Nuestro país es el segundo del mundo con más bienes inscritos en la lista de Patrimonio Mundial (sólo detrás de Italia), con un total de cuarenta y cuatro bienes declarados.
Estos bienes son de muy diverso tipo, reflejo de la extraordinaria riqueza y diversidad del patrimonio cultural y natural de nuestro país. La inscripción de un bien en la Lista de Patrimonio Mundial supone el reconocimiento y aprecio de la comunidad internacional sobre nuestro patrimonio.
La celebración de este día debe contribuir a acercarnos al conocimiento de todos estos lugares, de gran riqueza cultural y natural. A aproximarnos a un patrimonio que tenemos muy cerca y cuyos valores desconocemos a menudo.
Este día también constituye una ocasión excepcional para acercarse a la Convención de Patrimonio Mundial. Este texto normativo internacional representó un avance sin precedentes en la conservación del patrimonio e introdujo una nueva visión al unir, bajo un mismo texto, el patrimonio cultural y el natural. Ambos al mismo nivel, al entender que las dos categorías deben ser protegidas y conservadas por igual y poseen valores fundamentales para el desarrollo de los seres humanos. Nuestro papel actual consiste en proteger estos bienes excepcionales, para legarlos a las generaciones futuras. De ahí nuestra responsabilidad y compromiso en la conservación del patrimonio.
La Convención también es relevante porque tiene un carácter global, entendiendo que el patrimonio no es exclusivo de un país o nación, sino que algunos de estos bienes poseen un valor fundamental para el conjunto de la humanidad. Por tanto, la conservación de estos bienes, incumbe a toda la comunidad internacional.
Como se afirma en el propio texto de la Convención, “El deterioro o desaparición de un bien patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”.
Resulta muy importante también la labor de difusión. Es muy difícil proteger un patrimonio si no se aprecia. Y es imposible apreciarlo si no se conoce. De ahí la relevancia de una adecuada difusión patrimonial, a todos los niveles, tanto en las escuelas como entre el público general, y en especial, entre aquellos que viven en estos lugares Patrimonio Mundial, para quienes el contacto con él es un hecho cotidiano.
Por último, tampoco podemos olvidar el importantísimo papel que puede tener el patrimonio como motor del desarrollo económico. Una buena gestión y una acertada política de turismo sostenible contribuyen al desarrollo de las poblaciones en las que estos bienes se encuentran y pueden constituir un importante motor de desarrollo, tan urgente en los tiempos actuales.
El papel que a este Ministerio incumbe en la protección y difusión de nuestro patrimonio nos debe llevar a poner el mayor empeño en todo aquello que contribuya a su más eficaz preservación, a su mejor conocimiento y aprecio por los ciudadanos y al más celoso afán por su ensanchamiento y potenciación.
Madrid, 16 de noviembre de 2012
José Ignacio Wert
Ministro de Educación, Cultura y Deporte de España