V Coloquio titulado ¿“Está vetada la capacidad creadora de las mujeres en puestos de decisión”? ¿Por qué se las excluye de responsabilidades? ¿Las artes, las ciencias y el patrimonio están suficientemente representadas a lo largo de la historia? Éstas son algunas de las cuestiones que se plantearon y debatieron
Por Juan Ignacio Vecino
El Centro Riojano de Madrid volvió a acoger un nuevo coloquio con la presidencia de José Antonio Rupérez que dio la bienvenida a las tres ponentes, Giovanna G. de Calderón, Presidenta de la Asociación Mujeres para el Dialogo y la Educación. Creadora de Mujeres y Patrimonio.org; Mariluz González Peña, Directora del Centro de Documentación y Archivo (CEDOA) de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); y María Rodríguez, Soprano. Empresaria. Fundadora del Café Teatro “El Rincón de la Rodríguez” con espectáculos de ópera, zarzuela, danza española o flamenco.
Con un agradecimiento especial a África Jareño, directora de EXCEPCIONAL PRODUCTS, que ofreció a los asistentes, como siempre, una degustación de sus excelentes vinos.
Giovanna G. de Calderón, se refirió a las mujeres del siglo XIX que se ocupaban de la historia, la arqueología, el arte, etc. El 75 % de las huellas rupestres que hay en el mundo son de mujeres. Ellas desarrollaron la agricultura, la recogida del grano, la plantación de campos con cultivos de variedades curativas o, por ejemplo, las observaciones astronómicas para incrementar las producción de alimentos, ya prometían y nosotros sin reconocer sus avances.
En la Edad de Broce, el aumento demográfico obligo a incrementar la producción de alimentos y, como consecuencia, los hombres se incorporaron al trabajo agrícola que solo estaba reservado para las mujeres hasta ese momento, perdiendo sus derechos, como vemos otra vez vuelven a aprovecharse del excelente trabajo e ideas de las mujeres.
Giovanna mencionó a Marga Sánchez Romero, catedrática de prehistoria y arqueología en la Universidad de Granada, que escribió el libro: Prehistorias de Mujeres, que rompe una serie de mitos sobre la arqueología, que sirvió para comprobar como en el siglo XIX se marcaron las desigualdades. Lo que se cuenta, en él, de las mujeres de la prehistoria, es lo que actualmente les está pasado según su autora, además, añade que se hace mejor ciencia cuando intervienen las mujeres y, estoy de acuerdo.
La arqueología surge en el siglo XIX como disciplina científica, siendo los hombres de la intelectualidad y la economía los que la dirigen y, como ellas no podían ni votar, menos vamos a pensar que podían integrarse en la sociedad dentro del mundo de la cultura y la ciencia. Cuando la mujer tiene la posibilidad de intervenir, es cuando las cosas se empiezan a contar de otra forma más inclusiva. En aquella época, las mujeres cazaban, pintaban, fabricaban útiles, etc., pero, aún no se reconoce que son las verdaderas artífices del progreso humano.
Por ejemplo, un arqueólogo descubrió una tumba donde se encontraban unas pinzas y, se dio por hecho que era una tumba de mujer, cuando en realidad, ellas vestían con enseres guerreros puesto que estaban muy bien preparadas para el combate. Ya está bien del papel de la mujer como hija de, mujer de, o medre de, dice Giovanna. Ellas tienen capacidades suficientes para ser ellas mismas. La ciencia está ayudando a través de distintos estudios y pruebas a dar la relevancia que las mujeres han tenido en todos los periodos de la historia. Pero, hoy día, nos hacemos tantas preguntas que muchos mitos que nos creíamos, actualmente se están desmontando y, lo que parecía la superioridad del hombre sobre la mujer en todos los ámbitos se están viniendo abajo prueba tras prueba. Lo social, lo cultural e incluso lo político, ya no tiene tanta validez como concepto metido en vena a lo largo de toda la historia. Por resumir, puedo decir que: los cuentos, cuentos son, y que no nos cuenten cuentos.
En la Edad Media el 30 % de las catedrales góticas fueron hechas por mujeres, siendo el siglo XIII maravilloso para las mujeres puesto que se consiguió llegar al 50 % de paridad entre hombres y mujeres, pero entró en declive y no se empezó a recuperar hasta bien entrado el siglo XX. Claro, si Santo Tomás de Aquino dijo que “la mujer era algo imperfecto”, pues se volvió otra vez hacia atrás. Hay diversas historias que nos demuestran que las mujeres no son pecadoras, son el pecado mismo.
Pero cuando se establece la educación, esta les da alas a las mujeres. Josefa Amar y Borbón, que fue escritora ilustrada y defensora de la educación de las mujeres, dijo: “el cerebro no tiene sexo y las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres”. La Ilustración creo la Junta de Damas de Honor y Mérito en 1787 que fue la primera asociación de mujeres en España y que fue presidida por la princesa de Osuna. En el siglo XVIII las mujeres empiezan a tener formación, un trabajo y, a ser remuneradas por ello. En este siglo también llegan los salones donde las damas de la aristocracia organizaban bailes, tertulias o pequeños bailes llamados saraos, o sea, lugar de reunión y debate.
En el siglo XIX Concepción Arenal se vestía de hombre para asistir a clases en la universidad donde estudiaba derecho en 1841. En 1910 se publica un decreto que permite a los dos sexos acudir a la universidad en igualdad de condiciones. En 1915 se funda la Residencia de Señoritas lugar donde surgen las Sinsombrero que eran un grupo de mujeres artistas españolas. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público. Ellas destacaron en literatura, poseía, pintura, música, cine o filosofía. Hasta 1953 una mujer no puede ser catedrática de la universidad.
Giovanna G de Calderón habló también de la mujer en el arte recordándonos que la palabra museo viene de musa. Por ejemplo, el museo del Prado solo ha hecho una muestra monográfica sobre una mujer, es decir, la mujer era un objeto decorativo y de pose. En las escuelas de Bellas Artes más del 60 % son estudiantes femeninas, sin embrago, solo el 4 % de las obras que se exponen son de mujeres y, además, a la hora de la venta, se venden un 47 % más baratas que las de los hombres. El 85 % de los desnudos de pinturas en los museos corresponde a mujeres. Todos estos datos demuestran que las mujeres no están suficientemente representadas ni en las artes, ni en la ciencia ni en el patrimonio. Debemos romper el dominio de los hombres en los órganos de decisión ya que en el mundo del arte y la cultura la mujer es hegemonía. Por ejemplo, en los libros de texto solo figuran un 16 % de mujeres. Y, para finalizar recuerden que el cerebro no tiene sexo, concluyó Giovanna.
Seguidamente, Mariluz González Peña comenzó su intervención hablando sobre las dificultades de las mujeres en el área de la cultura. Pero, también, y debido al título del Ciclo: “Relaciones Internacionales y Periodismo” quiso realizar una intervención previa hablando de las mujeres diplomáticas.
Para comenzar, nombró a Margarita Salaverría Galárraga, la primera diplomática que ingresó en la carrera por oposición en 1933; también a Isabel de Oyarzábal, la primer mujer Embajadora de España (en Suecia, acreditada en los países escandinavos, entre 1936 y 1939), y de María Rosa Boceta, la primera en ingresar en 1962 en la carrera diplomática tras la prohibición que la dictadura franquista impuso a las mujeres. Boceta, de hecho, no ingresó hasta 1971, nueve años más tarde y después de numerosos intentos. En 1985 Mercedes Rico fue nombrada Embajadora en Costa Rica.
Como consecuencia de estas consideraciones previas, Mariluz comentó que la historia se debe reescribir. Actualmente las mujeres constituyen el 25 %, en la carrera diplomática. En otros puestos de la Administración se ha avanzado mucho más y hay más mujeres en puestos de responsabilidad. El esfuerzo que deben realizar las mujeres para poder llegar a los cargos y puestos de responsabilidad es mucho mayor que el de los hombre, que según comentó Mariluz a ella no le afectó en absoluto. El porcentaje de hombres que han ingresado en la Escuela Diplomática es mucho más amplio que el de las mujeres y, estamos hablando del siglo XXI, por lo que es inaudito que siga sucediendo. Todo esto se debe tomar muy en serio y crear programas que empoderen a las mujeres, no basta con reescribir la historia.
Por ejemplo, el Círculo de Orellana está constituido por mujeres que lo que hacen es reconocer el talento femenino, se tenga la profesión que se tenga, con el fin de potenciarlo y darlo a conocer. Además, han creado un ciclo de conferencias que se llama “Españolas por Descubrir” y, tuvo la suerte Mariluz de poder hablar sobre la riojana María Lejárraga. En las conferencias se descubren mujeres impresionantes que no se habla nunca de ellas. Pero si hablamos de periodismo, viajes, arte, etc., nos encontramos con mujeres pioneras que han sido muy valiosas para la humanidad, pero que no se les ha dado la relevancia que se merecían como, por ejemplo, la primera mujer almirante en la historia de la navegación que fue Isabel Barreto de Castro. A lo largo de los siglos ha habido mujeres muy valiosas con diferentes profesiones en las que han destacado pero que no se les da ninguna relevancia histórica.
Lo que debemos hacer entre todos, continuó diciendo Mariluz, es poner el valor a las mujeres y hacer todo lo posible por sacarlas de ostracismo en el que se encuentran y, se conviertan en referentes para que a la mayor brevedad posible pasen a los libros de texto, que es lo más importante para que se conozcan sus méritos. La SGAE tiene actualmente un proyecto en el que están intentado recuperar a las mujeres en todas las áreas del mundo de la música.
En marzo del año pasado presentaron una exposición titulada “Pionera tenías que ser” y, después se han programado conferencias, conciertos y cantidad de actividades culturales. También realizan trabajos para llegar a saber quiénes eran las primeras socias de la institución contando con músicas, literatas, dramaturgas y compositores de zarzuela. Adela Pérez Méndez, compositora que falleció hace diez años pasó absolutamente desapercibida porque firmada como si fuera hombre, cosa que ha ocurrido con demasiada frecuencia, y continuó componiendo a pesar de haberse quedado sorda. En la SGAE quieren dar visibilidad a las mujeres y, por ese camino seguro que lo consiguen gracias al empeño de Mariluz González Peña.
Para terminar este apartado me gustaría resaltar que en la foto oficial de la firma de la Carta de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en San Francisco en junio de 1945, solo aparece una mujer: Minerva Bernardino, de la República Dominicana. Era una de las cuatro mujeres, todas ellas por cierto de países latinoamericanos, de entre 850 delegados presentes en la Conferencia. Quizá sea importante resaltar que poco más de la mitad de los 51 países firmantes de la Carta en 1945 reconocían entonces a las mujeres el derecho al voto.
La última ponente en intervenir fue María Rodríguez, que expuso su experiencia dedicada al teatro cantado como es la ópera y la zarzuela, siendo donde centró su intervención. Por ejemplo, estudio arte dramático en Madrid y, siendo una carrera tan inestable no sabia por donde podría salir su futuro, pero con el apoyo de su abuela y su madre fue capaz de llevarla hacia adelante. Se presentó en la Escuela Superior de Arte Dramático Nacional de Madrid, que en aquel momento dirigía Miguel Narros y, después de todas las pruebas que realizo, el director la hizo subirse al escenario para saber que era lo que había preparado, siendo el monólogo de Laurencia de Fuenteovejuna lo que representó y, después de tres minutos, la cortó y la dijo que representara determinadas personas de la actualidad para ver su reacción y rapidez de actuación y, para finalizar, le pregunto que porque quería ser actriz.
Ella afirma que en su profesión no ha encontrado diferencias entre ser hombre o mujer, pero, reconoce que en la ópera o en la zarzuela ha encontrado muchas más mujeres que hombres. Más sopranos que mezzosopranos, y si hablamos de directoras de orquesta y de escena muy pocas, pero jamás ha encontrado marginación de la mujer en la época que le ha tocado vivir. Lo que si se ha encontrado es mucha competencia entre ellas mismas, ya que barítonos, bajos, etc., hay muchos menos. Lo que si es cierto, es que el reconocimiento y la valoración es más costoso para ellas porque, como decía anteriormente, son muchas más sopranos. La dureza de su profesión está en el poco reconocimiento a las mujeres y, puso un ejemplo muy claro, en ciento sesenta y siete años del Teatro de la Zarzuela nunca ha habido una mujer de directora y, que lo será el próximo día 1 de noviembre de 2023 tomando posesión Ysamay Benavente, que es la actual directora artística del Teatro Villamanta y del Festival de Jerez (España), con lo cual ya se va notando el avance de la mujer, ya que ella es también la presidenta de la Asociación Ópera XXI. Cuando a todo el mundo le ha parecido sorprendente que una mujer sea directora del Teatro de la Zarzuela, a María, le parece sorprendente que sea sorprendente.
También comentó que a las mujeres de cualquier profesión se les exige mucho más que a los hombres y, el esfuerzo para llegar a algo es muy superior. Ella estudio canto con una gran soprano como Ángeles Chamorro, su formación casi siempre estuvo dirigida por mujeres. Hace muchos años si querían conseguir relevancia en su mundo deberían salir de España, como le paso a su tía. Continuó diciendo que si quería triunfar en esta carrera, debía sacrificar su vida personal como ocurre en muchísimos casos. Debemos tener en cuenta que la profesión de cantante esta catalogada como una de las tres más estresantes del mundo, la primera es ser cirujano de corazón. María Rodríguez ha cantado tanta ópera como zarzuela de lo que se siente muy satisfecha. Ha trabajado mucho en el Teatro Real y en el Teatro de la Zarzuela, pero siempre viniendo de fuera de su país. España ha contado con primerísimas figuras, y el reconocimiento siempre se lo han dado fuera. Es sorprendente que tengamos conciertos de los Tres Tenores, pero no de las Tres Sopranos. Han existido algunas Prima Donna de reconocido prestigio, entre ellas Monserrat Caballé o María Callas. La presión que sufren la mayoría de las cantantes es tremenda porque constantemente tienen que estar demostrando su valía.
Por tal motivo, María renuncio a su gran carrera internacional para poder tener un hijo y dedícale tiempo, por lo que junto con su marido, un reconocido cocinero, fundaron el Rincón de la Rodríguez, uno de los pocos Café Teatro que quedan, con espectáculos de zarzuela, ópera, danza, flamenco, etc., que se encuentra en Madrid (España). María Rodríguez es una gran embajadora de la música de España en el mundo entero. Para la Temporada 2023/2024 la volveremos a ver en el Teatro de la Zarzuela con Doña Francisquita. Para terminar comentó que en los siglos XVIII o principios del XIX las mujeres no interpretaban papeles en las óperas y que todos eran hombres hasta que la incorporación de la mujer fue plena.
Para terminar el coloquio preguntamos a Giovanna, Mariluz y María que: ¿cuáles son las mayores dificultades que se han encontrado en sus diferentes profesiones?, las carcajadas fueron unánimes.
Me gustaría resaltar que al coloquio asistió entre otras invitadas, Paloma Alcalá, coautora y coordinadora del libro Ni tontas ni locas: las intelectuales en el Madrid del primer tercio del siglo XX. El libro rememora los principales cambios de la sociedad española entre finales del siglo XIX y los treinta primeros años del XX, y destaca a intelectuales de distintas áreas como escritoras, científicas, artistas, abogadas y muchas otras. Pero, este grupo de mujeres intelectuales, muy numeroso, quedó en el olvido tras la Guerra Civil española. Se diseñó un modelo de mujer íntegra instituido por el Estado español a través de la Sección Femenina. Tras la transición se recuperó poco apoco esta historia olvidada, en un movimiento que continúa hoy día y que da visibilidad e impulsa los actuales movimientos feministas.
Información de la ONU sobre el tema de la mujer
Después de todo lo anterior, quiero resaltar que un nuevo informe de la ONU revela que no ha mejorado el nivel de prejuicios contra las mujeres en la última década y denuncia que los movimientos contra la igualdad de género están ganando terreno en algunos países.
«La mitad de la población mundial sigue creyendo que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y más del 40% cree que los hombres son mejores ejecutivos que las mujeres», afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe sobre el Índice de Normas Sociales de Género.
«Las normas sociales que menoscaban los derechos de la mujer perjudican a la sociedad en general y frenan la expansión del desarrollo humano», afirmó el jefe de la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, Pedro Conceição.
Menos igualdad, menos derechos
Un asombroso 25% de las personas cree que está justificado que un hombre golpee a su mujer, según el informe, que refleja los últimos datos de la Encuesta Mundial de Valores.
El informe sostiene que estos prejuicios impulsan los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres, que se manifiestan en un desmantelamiento de sus derechos en muchas partes del mundo, con movimientos contra la igualdad de género que ganan terreno y, en algunos países, un aumento de las violaciones de los derechos humanos.
Los prejuicios también se reflejan en la grave infrarrepresentación de las mujeres en puestos directivos. De media, la proporción de mujeres como jefas de Estado o de Gobierno se ha mantenido en torno al 10% desde 1995, y en el mercado laboral las mujeres ocupan menos de un tercio de los puestos ejecutivos.
Eslabones rotos en marcha
El informe también arroja luz sobre un vínculo roto entre el progreso de la mujer en la educación y la capacitación económica. Las mujeres están más cualificadas y formadas que nunca, pero incluso en los 59 países donde las mujeres tienen ahora más estudios que los hombres, la diferencia media de ingresos entre hombres y mujeres sigue siendo del 39% a favor de los hombres.
«La falta de avances en las normas sociales de género se está produciendo en el marco de una crisis de desarrollo», afirmó Conceição, señalando que el Índice de Desarrollo Humano mundial descendió en 2020 por primera vez en la historia y de nuevo al año siguiente.
«Todo el mundo saldrá ganando si se garantiza la libertad y la autonomía de la mujer», añadió.
El papel crucial de los gobiernos
El informe subraya que los gobiernos tienen un papel crucial en el cambio de las normas sociales de género, desde la adopción de políticas de permiso parental, que han cambiado las percepciones en torno a las responsabilidades del trabajo de cuidados, hasta las reformas del mercado laboral que han llevado a un cambio en las creencias en torno a las mujeres en la fuerza de trabajo.
«Un punto de partida importante es reconocer el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado», afirmó la directora del equipo de género de la agencia.
Raquel Lagunas declaró que “esta puede ser una forma muy eficaz de cuestionar las normas de género. En los países con los mayores niveles de prejuicios de género contra las mujeres, se estima que ellas dedican seis veces más tiempo que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado.»
El cambio es posible
El informe subraya que, a pesar de la persistencia de los prejuicios contra las mujeres, el cambio es posible.
En 27 de los 38 países estudiados se observó un aumento de la proporción de personas sin prejuicios en ningún indicador. Los autores del informe afirmaron que, para impulsar el cambio hacia una mayor igualdad de género, hay que centrarse en ampliar el desarrollo humano a través de la inversión, los seguros y la innovación.
Esto incluye invertir en leyes y medidas políticas que promuevan la igualdad de las mujeres en la participación política, ampliar los mecanismos de seguridad, como el fortalecimiento de la protección social y los sistemas de atención, y fomentar intervenciones que sean particularmente eficaces para desafiar las normas sociales nocivas, las actitudes patriarcales y los estereotipos de género.
Por ejemplo, la lucha contra la incitación al odio en internet y la desinformación sobre cuestiones de género puede ayudar a cambiar las normas dominantes hacia una mayor aceptación e igualdad, según el informe.
El documento recomienda abordar directamente las normas sociales mediante la educación y la implementación de políticas que fomenten la igualdad de género, y cambios a nivel legislativo que reconozcan los derechos de la mujer en todas las esferas de la vida, y una mayor representación en la toma de decisiones y en los procesos políticos.
Video del V Coloquio: https://vimeo.com/835462243