Desde el 18 de agosto, la IX edición del Festival Internacional Timbalaye “La Ruta de la Rumba” recorrerá las ciudades cubanas de La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos, Trinidad, Ciego de Avila, Camagüey, Santiago de Cuba y Guantánamo, para finalizar en la capital el 1º de septiembre, en una fiesta de la identidad cubana que celebrará la inscripción del género en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Humanidad y será dedicada al extinto líder cubano Fidel Castro Ruz
Así fue anunciado por los organizadores de este evento, Ulises Mora e Irma Castillo, Presidente y Vicepresidenta de la Fundación Timbalaye, en conferencia de prensa que contó con la participación de la Presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba (CNPC), Gladys Collazo Usallán, y la Directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Katherine Muller-Marin, junto a representantes de las entidades auspiciadoras: el Ministerio de Cultura, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Fundación Fernando Ortiz, entre otras.
Collazo Usallán, destacó, especialmente, la obra de los rumberos de todo el país, que han dedicado su vida a mantener vivo este legado y contribuyeron significativamente a que se lograra la nominación y posterior inclusión de la rumba en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial. También agradeció a los auspiciadores de este festival, entre los cuales se encuentra la UNESCO.
Katherine Muller-Marin, por su parte, declaró que para la UNESCO es un honor auspiciar este festival “que está dedicado al pueblo, y que promueve que la gente vibre con el ritmo de su historia y continúe valorando ese legado siempre. Esta rica herencia debe continuar transmitiéndose de generación en generación para el orgullo y disfrute de todos”.
La rumba es una muestra del orgullo de los cubanos y del respeto a sus tradiciones. La Ruta es una vía que, sin dudas, la promueve como un patrimonio vivo y participativo, afirmó la representante de la UNESCO, quien felicitó al equipo organizador del evento, liderado por Ulises Mora, artista que ha dedicado gran parte de su vida a llevar a todos los rincones de la isla la oportunidad de disfrutar, de recordar, de revivir este arte cubano.
Una nutrida representación de los rumberos acompañó a la prensa en el anuncio de esta nueva versión de La Ruta de la Rumba, que además de abarcar un mayor número de ciudades, desarrollará un amplio programa que aspira a convertirla en un gran festejo, con actividades variadas y espectáculos musicales y danza que mostrarán la riqueza no solo de la rumba, sino de otros géneros afines y exponentes del legado africano en la cultura e identidad cubanas.
Emblemáticos exponentes se unirán a los rumberos noveles, como muestra de continuidad. Muchas de las actividades estarán dedicadas a los niños y jóvenes, o protagonizadas por ellos, mediante proyectos concebidos para garantizar la transmisión de este patrimonio a las futuras generaciones de cubanos.
En el municipio capitalino de Regla, de gran tradición rumbera, comenzará la Ruta con un acto en el que serán galardonados una treintena de exponentes a nivel nacional. La Habana también acogerá la clausura del evento, que contará con la actuación de las principales agrupaciones del género, entre ellas Irawo, Estrella Rumbera, Yoruba Andabo, Clave y Guaguancó, Tata Güines Junior y Compañía JJ.
La Ruta de la Rumba tiene como objetivo maximizar la contribución del turismo cultural como herramienta eficaz para el desarrollo sostenible, reconociendo su importancia en concordancia con la designación por parte de las Naciones Unidas de 2017 como el “Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo”.
Luego de concluida en La Habana, los organizadores llevarán La Ruta a Europa y América Latina.
Palabras de Katherine Muller-Marin Directora de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe y Directora de la Oficina Multipaís del Caribe Latino
Queridos amigos,
La UNESCO se complace en auspiciar la novena edición del Festival de la Rumba “Timbalaye”, nueve meses después de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura declaró la rumba cubana Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Comité intergubernamental de la UNESCO en su reunión anual en 2016 que tuvo lugar en Adis Abeba, consideró que la rumba cubana es «una expresión de autoestima y resistencia» que contribuye a la formación de la identidad nacional.
Dicho Comité, que está conformado por representantes de 24 países, decidió incluir la rumba cubana en la lista de bienes protegidos por ser una expresión del patrimonio oral e inmaterial donde coinciden, con armonía, la tradición y contemporaneidad.
Estamos aquí para celebrar la riqueza del ritmo, la gracia y la sensualidad de los bailes y cantos, y la alegría que transmite la rumba, conectando a las personas.
Mediante la declaración de la rumba como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y del auspicio de la UNESCO al Festival Timbalaye, se promueve el respeto por la diversidad cultural, el desarrollo y favorecimiento del intercambio cultural y la valorización de las tradiciones para alcanzar una existencia más satisfactoria desde un punto de vista intelectual, emotivo, moral y espiritual.
Es un honor asociarnos a este festival que está dedicado al pueblo, y que promueve que la gente vibre con el ritmo de su historia y continúen valorando ese legado siempre. Esta rica herencia debe continuar transmitiéndose de generación en generación para el orgullo y disfrute de todos.
Personalmente, felicito al equipo organizador de este evento, liderado por Ulises Mora, artista que ha dedicado gran parte de su vida a llevar a todos los rincones de esta gran isla, la oportunidad de vibrar, de recordar, de revivir, este arte cubano.