Los embajadores reiteran el compromiso con la preservación de la soberanía, integridad territorial, unidad y cohesión nacional de Libia así como el apoyo al Acuerdo Político Libio de 17 de diciembre de 2015, como base para una solución política incluyente de los presentes conflictos
Continuamos apoyando al Consejo Presidencial como la institución de gobierno legítima reconocida como tal por la resolución 2259 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Continuaremos sosteniendo los esfuerzos de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL en siglas en inglés) para abordar la crisis política, de seguridad, económica e institucional que afecta al país.
Condenamos los enfrentamientos que tuvieron lugar en Trípoli los días 23 y 24 de febrero, así como el uso indiscriminado de la violencia en el país contra el pueblo de Libia.
Damos la bienvenida al alto el fuego entre las fuerzas presentes en la zona de Abu Sleim en la capital, logrado gracias a la intervención del Consejo Presidencial, y reiteramos que el uso de la fuerza es prerrogativa exclusiva de las instituciones del Estado y de sus fuerzas de seguridad.
Condenamos el uso de la violencia y cualquier tipo de amenaza dirigida contra el primer ministro Serraj y las instituciones libias, como ocurrió en el ataque del 20 de febrero de 2017.
Asimismo hacemos un llamamiento a todas las partes para que cesen los actos de violencia que resultan en la pérdida de vidas de inocentes, y que socavan la posibilidad de alcanzar una reconciliación política y social en el país.
Reafirmamos que son los libios quienes han de decidir su propio futuro y que estamos dispuestos a apoyar sus esfuerzos para construir una Libia unida, próspera y fuerte e implementar el objetivo del Acuerdo Político Libio de lograr una transición pacífica a un nuevo gobierno que sea resultado de elecciones.