Han pasado varios días desde el cierre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP25 en Madrid, y es importante realizar una evaluación honesta y realista de lo que sucedió para que la comunidad internacional pueda tomar las medidas apropiadas para guiar los próximos pasos cruciales en el proceso climático multilateral el próximo año
Necesitamos tener claro que la conferencia no
resultó en un acuerdo sobre las directrices para un mercado de carbono muy
necesario, una parte esencial del conjunto de herramientas para aumentar la
ambición que puede aprovechar el potencial del sector privado y generar financiamiento
para la adaptación.
Los países desarrollados aún no han respondido plenamente a los llamados de los países en desarrollo para un mayor apoyo en las finanzas, la tecnología y el desarrollo de capacidades, sin el cual no pueden ecologizar sus economías y construir una resiliencia adecuada al cambio climático.
Los países con altas emisiones no enviaron una señal lo suficientemente clara de que están listos para mejorar sus estrategias climáticas y aumentar la ambición a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional que presentarán el próximo año.
Al mismo tiempo, en los textos de decisión final, los gobiernos expresaron la necesidad de una mayor ambición por las Partes y los actores no estatales por igual, y acordaron mejorar la capacidad de los más vulnerables para adaptarse al cambio climático.
Muchas decisiones que surgieron de la conferencia en Madrid al menos reconocen el papel de la financiación climática, esencial para la acción concreta. Y se tomaron decisiones en áreas que incluyen tecnología, océanos y agricultura, género y desarrollo de capacidades.
Un gran grupo de países, regiones, ciudades, empresas e inversores manifestaron su intención de lograr emisiones netas de CO2 cero para 2050, como parte de la Alianza de Ambición Climática liderada por Chile. También reuniéndose bajo la Alianza para la Ambición del Clima, 114 naciones han señalado su intención de presentar un plan de acción climática mejorado el próximo año.
Los compromisos de muchos sectores de la sociedad mostraron un acuerdo abrumador sobre el único camino a seguir: que debemos seguir lo que la ciencia nos dice, con el sentido de urgencia y seriedad que esto requiere. Lo que necesitamos ahora es centrar toda nuestra atención en los próximos pasos para fortalecer aún más la confianza en el proceso multilateral.
Mientras nos dirigimos hacia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 en Glasgow, debemos estar unidos y trabajar con un verdadero espíritu de multilateralismo inclusivo para cumplir las promesas del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Agradezco a los gobiernos de Chile y España por sus enormes esfuerzos para organizar la COP25, y agradezco a todas las organizaciones observadoras, incluidos el sector privado, la juventud y los científicos, por recordarnos todos los días la necesidad de aumentar la ambición. Espero con interés trabajar con los gobiernos de Chile, el Reino Unido e Italia para lograr los mejores resultados posibles en la COP26 en Glasgow. Juntos, con todos los sectores de la economía y las sociedades en general, debemos trabajar incansablemente para abordar el mayor desafío de nuestra generación.