Con 63 millones de maestros afectados por la crisis de la COVID-19, en el Día Mundial de los Docentes la UNESCO exhorta a que se aumente la inversión en el profesorado a fin de recuperar el aprendizaje
En celebración de la función primordial de los docentes que han brindado apoyo a los estudiantes durante la pandemia de la COVID-19, el Día Mundial de los Docentes (5 de octubre) de este año puso de relieve la necesidad de mejorar la capacitación, el desarrollo profesional y las competencias de liderazgo en el magisterio, con el fin de atenuar las desigualdades en el aprendizaje y apoyar la educación integradora en todos los niveles durante la fase de recuperación y en las etapas sucesivas.
Para realzar la importancia de la efeméride, se celebró una conferencia en línea sobre el tema del Día Mundial de este año, Teachers: Leading in crisis, reimagining the future [Docentes: liderar en tiempos de crisis, reinventar el futuro] y se entregó el Premio UNESCO-Hamdan bin Rashid Al-Maktoum a una actuación y resultados ejemplares en el mejoramiento de la eficacia de los docentes, que este año se ha concedido a programas de Brasil, Egipto y Portugal, con lo que dará comienzo una semana de actividades en línea que abarcarán todos los aspectos y niveles de la educación en el mundo entero, desde una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Tras advertir de que “si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa”, la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, la Directora Ejecutiva del UNICEF, Henrietta Fore, el Director General de la OIT, Guy Ryder, y el Secretario General de la Internacional de la Educación, David Edwards, suscribieron un comunicado conjunto en el que piden que se proteja la financiación de la educación y se invierta en la formación inicial de calidad de los docentes y en su desarrollo profesional permanente. En el documento, los firmantes declaran que “para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia, en línea y mediante métodos de aprendizaje mixtos o híbridos, cualquiera que sea el nivel de tecnología disponible”.
En el documento se reconoce la repercusión de la crisis de la COVID-19, que ha afectado a más de 63 millones de docentes, ha puesto de relieve las persistentes deficiencias de numerosos sistemas educativos y ha exacerbado las desigualdades.
En una encuesta realizada conjuntamente por la UNESCO, el UNICEF y el Banco Mundial sobre las respuestas a la COVID-19, se llegó a la conclusión de que solo la mitad de los países estudiados había proporcionado a los docentes capacitación adicional sobre educación a distancia y menos de la tercera parte de esas naciones les ofrecieron apoyo psicosocial para ayudarlos a hacer frente a la crisis.
Al mismo tiempo, datos publicados recientemente por el Instituto de Estadística de la UNESCO, el Equipo Especial Internacional de Docentes y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo muestran que el 81% de los maestros de primaria y el 86% de los de secundaria apenas tienen las calificaciones mínimas requeridas para desempeñar sus funciones y que persisten variaciones considerables entre las regiones, lo que hace que muchos docentes estén mal preparados para abordar los problemas a los que se enfrentan.
En el África Subsahariana, solo el 65% de los docentes de primaria y el 51% de los de secundaria disponen de las calificaciones mínimas requeridas, proporciones que para el Asia Meridional ascienden al 74 y el 77%, respectivamente. Se calcula que, en el mundo entero, se necesitarían 69 millones más de docentes para alcanzar la educación universal en 2030, de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (algo más de 24 millones en la enseñanza primaria y más de 44 millones para la secundaria), cifra que equivale a la suma mundial de los profesionales que en 2019 ejercían el magisterio en ambos niveles.
Además, ante el riesgo de que aumenten las desigualdades en el aprendizaje, un nuevo documento de políticas elaborado por la UNESCO publicado el 5 de octubre muestra que algo menos de dos tercios de los países proporcionan a sus docentes formación en materia de inclusión. Preparado por profesionales del Informe de la UNESCO de Seguimiento de la Educación en el Mundo y del Equipo Especial de Docentes, el estudio revela que solo cuatro de cada 10 países abordan en sus leyes y políticas la capacitación en materia de inclusión y pide que dicha capacitación se incorpore a todos los programas de formación de docentes.
En el Día Mundial de los Docentes de este año, el Premio UNESCO-Hamdan, que cuenta con los auspicios del Jeque Hamdan Bin Rashid Al Maktoum de los Emiratos Árabes Unidos y recompensa a los resultados ejemplares en la mejora de la eficacia de los docentes, se otorgará a los programas siguientes:
La plataforma Escolas Conectadas de la Fundación Telefônica Vivo, inaugurada en 2015, que promueve la integración de los educadores en la cultura digital y fomenta en el alumnado la adquisición de competencias del siglo XXI. El proyecto, que ofrece 38 cursos de educación a distancia, había llegado en 2019 a 65.000 docentes en todo el territorio de Brasil.
El programa School Transformation Journey de la Fundación Edúcame, de tres años de duración, que se propone capacitar a los profesores para que lleguen a ser expertos en la pedagogía del siglo XXI, con hincapié en la cultura de la autonomía personal. Hasta la fecha, el programa ha llegado a unos 6.000 docentes de 430 escuelas públicas en siete provincias de Egipto.
El programa Apps for Good, puesto en marcha por el Centro de Inclusión Digital de Portugal en 2015, insta a docentes y alumnos a elaborar aplicaciones informáticas para tabletas o teléfonos de última generación y les muestra el potencial de la tecnología para transformar sus comunidades. En los seis últimos años, el programa ha llegado a 13.080 estudiantes y 1.133 docentes de 448 escuelas, que han logrado elaborar más de 1.000 soluciones tecnológicas.
Día Mundial de los Docentes
Celebrado anualmente el 5 de octubre desde 1994, el Día Mundial de los Docentes conmemora el aniversario de la suscripción de la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la Situación del Personal Docente (1966). Esta Recomendación establece criterios de referencia en cuanto a los derechos y responsabilidades del personal docente y normas para su formación inicial y perfeccionamiento, la contratación, el empleo, y las condiciones de enseñanza y aprendizaje. La Recomendación relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior fue adoptada en 1997 para completar la Recomendación de 1966, abarcando así el personal docente y de investigación de la enseñanza superior.
Mediante la adopción del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 sobre educación, y su meta 4.c (ODS 4.c) que reconoce la función clave de los docentes para lograr los objetivos de la Agenda de Educación 2030, el Día Mundial de los Docentes se ha convertido en una ocasión para destacar los progresos alcanzados y reflexionar sobre las maneras de hacer frente a los desafíos pendientes a fin de promover la profesión docente.
El Día Mundial de los Docentes se convoca en colaboración con el UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo y la Internacional de la Educación.
MENSAJE CONJUNTO UNESCO, OIT, UNICEF Y INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN
«Durante esta crisis, los docentes han demostrado, una vez más, una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar que #ElAprendizajeNuncaSeDetiene y velar por que ningún alumno se quede atrás.
En todo el mundo, han trabajado de forma individual y colectiva para encontrar soluciones y crear nuevos entornos de aprendizaje para sus alumnos, a fin de garantizar la continuidad de la educación. También es fundamental el papel que han desempeñado prestando asesoramiento sobre los planes de reapertura de las escuelas y apoyando a los alumnos en el momento de regresar a la escuela».
Declaración conjunta de Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO; Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo; Henrietta H. Fore, Directora Ejecutiva del UNICEF; David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación con motivo del Día Mundial de los Docentes 2020.
“Docentes: líderes en tiempos de crisis, reinventando el futuro”
Cada año, el Día Mundial de los Docentes nos recuerda el papel fundamental que desempeñan los docentes en el logro de una educación inclusiva y de calidad para todos.
Este año, el Día Mundial de los Docentes cobra aún mayor importancia teniendo en cuenta los desafíos que estos han afrontado durante la crisis de la COVID-19. Como ha demostrado la pandemia, contribuyen de manera crucial a garantizar la continuidad del aprendizaje y a apoyar la salud mental y el bienestar de sus alumnos.
Debido a la COVID-19, casi 1 600 millones de alumnos, esto es, más del 90% de la población escolar matriculada en el mundo, se han visto afectados por el cierre de las escuelas. La crisis de la COVID-19 también ha afectado a más de 63 millones de docentes, ha puesto de manifiesto las persistentes deficiencias de muchos sistemas educativos y ha exacerbado las desigualdades, con consecuencias devastadoras para los más marginados.
Durante esta crisis, los docentes han demostrado, una vez más, una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar que #ElAprendizajeNuncaSeDetiene y velar por que ningún alumno se quede atrás. En todo el mundo, han trabajado de forma individual y colectiva para encontrar soluciones y crear nuevos entornos de aprendizaje para sus alumnos, a fin de garantizar la continuidad de la educación. También es fundamental el papel que han desempeñado prestando asesoramiento sobre los planes de reapertura de las escuelas y apoyando a los alumnos en el momento de regresar a la escuela.
Ahora tenemos que pensar más allá de la COVID-19 y trabajar para crear una mayor resiliencia de nuestros sistemas educativos que permita responder rápida y eficazmente a estas y otras crisis similares. Ello supone preservar la financiación de la educación, invertir en una formación inicial de alta calidad para los docentes y continuar el desarrollo profesional del personal docente existente.
Si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, más de la mitad de los niños de diez años de edad en países de ingresos bajos a medios no eran capaces de entender una simple historia por escrito.
Para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia, en línea y mediante métodos de aprendizaje mixtos o híbridos, cualquiera que sea el nivel de tecnología disponible. Los gobiernos deberían garantizar infraestructuras y una conectividad digitales en todo su territorio, incluidas las zonas rurales y remotas.
En el contexto de la COVID-19, los gobiernos, los interlocutores sociales y otros agentes esenciales asumen una responsabilidad aún mayor con respecto a los docentes. Instamos a los gobiernos a que protejan la seguridad, la salud y el bienestar de los docentes, así como su empleo, a que sigan mejorando sus condiciones laborales y a que los impliquen, junto con las organizaciones que los representan, en el enfoque educativo adoptado para responder a la pandemia y propiciar la recuperación posterior a ella.
Hoy celebramos colectivamente a los docentes por su compromiso constante con sus alumnos y por contribuir al logro, de aquí a 2030, de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. Encomiamos a los educadores por el papel central que han desempeñado, y siguen desempeñando, en la respuesta a esta pandemia y la recuperación posterior a ella.
Ahora es el momento de reconocer la función de los docentes que contribuyen a garantizar que una generación de alumnos pueda desarrollar todas sus capacidades, así como la importancia de la educación para la reactivación a corto plazo, el crecimiento económico y la cohesión social, durante la pandemia de COVID-19 y posteriormente.
Ahora es el momento de reinventar la educación y concretar nuestra visión de un acceso igualitario a un aprendizaje de calidad para todos los niños y jóvenes.