El “Tren de Felipe II” es un ferrocarril de los años 40 que sale los fines de semana y festivos de la estación de Príncipe Pío, en Madrid, y hace su recorrido en una hora
La alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota López Esteban, y Antonio Ginés Vázquez, Gerente de ALSA Raíl, firmaron la renovación del convenio con el “Tren de Felipe II”, para la promoción turística del municipio a través del convoy histórico.
Desde que comenzó su andadura en 2017, han sido más de 55.000 los viajeros que han elegido el “Tren de Felipe II” para visitar San Lorenzo de El Escorial, acompañados de los personajes históricos que amenizan el trayecto, en alguno de los packs que ofrece la empresa: Travesía, Leyendas e Imperial.
Al igual que otros trenes históricos de la Comunidad de Madrid, como el “Tren de la fresa”, el “Tren de Felipe II” incluye visita a la localidad y teatralizaciones durante el trayecto.
“El Tren de Felipe II convierte el viaje hasta San Lorenzo de El Escorial en un atractivo en sí mismo, al transcurrir por los bellos parajes del Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno, y ya en San Lorenzo permite disfrutar de la riqueza patrimonial del municipio de una manera distinta”, explica la alcaldesa Carlota López Esteban.
Una temporada muy positiva
La temporada del “Tren de Felipe II” comienza el segundo fin de semana de marzo hasta el último fin de semana de junio, para volver el primer fin de semana de octubre, cuando además hace salidas extras el día 12 de octubre público en general y el 19 para grupos. En noviembre, además de los fines de semana, también realiza salidas especiales los días 1 para público en general y 2 para grupos y en diciembre, junto con los fines de semana, sale los días 6, 7 y 8 de diciembre para público en general.
Este pasado fin de semana el Tren de Felipe II se ha despedido hasta marzo con un balance muy positivo: cerca de 11.000 visitantes durante 2022.
Monasterio y sitio de El Escorial en Madrid, Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO
Construido a finales del siglo XVI, el Monasterio del Escorial se alza en un paraje de excepcional belleza en las faldas de la Sierra de Guadarrama, al norte de Madrid. Fue el retiro de un rey místico, Felipe II, y se convirtió en los últimos años de su reinado en el centro del mayor poder político de la época.
Felipe II fundó el monasterio en 1563 como monumento votivo y panteón de los monarcas españoles desde el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V en adelante. Su diseño, complejo, pero a la vez sencillo, fue realizado por Juan Bautista de Toledo, discípulo español de Miguel Ángel durante las obras de la basílica vaticana, y finalizado por Juan de Herrera tras la muerte de Toledo.
El sitio real incluye el monasterio, un complejo de piedra de dimensiones extraordinarias rodeado de jardines formales y los jardines de los monjes, la Casa de los Oficios y el Cuartel de la Compañía donde se alojaban los servicios del palacio y el monasterio. En el siglo XVIII se construyen las nuevas Casas de Oficios, completando la Lonja (la explanada de piedra), y, en consecuencia, surge en torno al monasterio un pequeño poblado, modelo de la Ilustración, albergando tanto la corte como las dos casas de campo. villas para los hijos de Carlos III.
Dentro del enorme volumen del monasterio, hay un conjunto de diferentes edificios: el monasterio, la iglesia, el palacio real, la escuela, el seminario y la biblioteca real, brillantemente organizados en torno a once patios principales y tres patios de servicio. Algunos dicen que el diseño es similar al de la parrilla, el instrumento utilizado para el martirio de San Lorenzo. Su arquitectura austera, de estilo escasamente ornamentado, conocido como “herreriano”, supuso una ruptura con estilos anteriores, y tuvo una profunda influencia en la arquitectura española durante más de medio siglo. No obstante, varias habitaciones tienen una decoración muy rica y sublime. Los escritores contemporáneos la elogiaron como uno de los más grandes paradigmas de las artes: la “Octava Maravilla”.
El Real Monasterio y Sitio de San Lorenzo del Escorial es el monumento que simboliza la expresión ideológica y artística que inspiró y representó a la Monarquía Católica Española durante el Siglo de Oro, entre los siglos XVI y XVII, así como su permanencia hasta finales del siglo el Antiguo Régimen.
Criterio (i): El Monasterio y Sitio del Escorial, Madrid, representa una obra maestra del genio creativo humano, donde la gran obra colectiva de importantes artistas estuvo sujeta a la voluntad y órdenes de la figura histórica del Rey Felipe II.
Criterio (ii): El Monasterio y Sitio del Escorial expresa un importante intercambio de valores humanos y simboliza la expresión ideológica y artística que influyó en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales y el diseño del paisaje durante el Siglo de Oro español. El conjunto arquitectónico es un ejemplo de los palacios-conventos y su diseño urbanístico y paisajístico construido por las monarquías cristianas europeas. Su trazado final del siglo XVIII lo convierte en uno de los ejemplos más representativos del Real Sitio desarrollado por la monarquía como sede y reflejo de su poder.
Criterio (vi): El Monasterio y Sitio del Escorial, Madrid está directamente asociado con personajes históricos muy importantes en la historia europea y mundial, como el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V y todos sus descendientes de la Casa de Austria y la Casa de Borbón que ocupó el trono español, en particular Felipe II. Encarnó, de manera ejemplar, la ideología de la sociedad y la austera pompa y ceremonia con que se representó su divina y mundana majestad.