Escasez regular de alimentos en África subsahariana…. Cambio en los patrones de lluvia en Asia meridional, dejando algunas zonas bajo el agua y otras sin abastecimiento suficiente para la generación de energía, el riego, o el consumo humano…. Degradación y pérdida de los arrecifes en Asia sudoriental, provocando la reducción de las reservas pesqueras, con el consiguiente daño a las poblaciones costeras y a las ciudades más vulnerables frente a tormentas cada vez más violentas….
Estos son solo algunos de los efectos probables del posible aumento de la temperatura mundial en 2 grados en las próximas décadas, y que amenaza con dejar atrapadas en situación de pobreza a millones de personas, según un nuevo informe científico publicado hoy por el Grupo del Banco Mundial.
El documento, que lleva por título Bajemos la temperatura: Fenómenos climáticos extremos, impactos regionales y capacidad de adaptación, se basa en un informe del Banco Mundial, el cual concluyó que el mundo se recalentaría en 4 grados Celsius por encima de niveles preindustriales hacia finales del presente siglo, en caso de que no resolvamos acciones concertadas hoy mismo. El nuevo informe considera los impactos probables al día de hoy, con 2 °C y 4 °C de calentamiento climático en la producción agrícola, los recursos hídricos, los ecosistemas costeros y las ciudades a todo lo largo de África subsahariana, Asia meridional y Asia sudoriental.
«Este nuevo informe describe un panorama alarmante para los días y años venideros, es decir a qué nos podríamos enfrentar en nuestra propia vida», dijo el Presidente del Grupo del Banco Mundial Jim Yong Kim. «Los científicos nos dicen que si la temperatura del mundo aumenta en 2 °C — un nivel de calentamiento que puede ser alcanzado dentro de 20 a 30 años— esto provocará una escasez generalizada de alimentos, olas de calor sin precedentes y tormentas más intensas. En el corto plazo, el cambio climático que ya está en desarrollo podría golpear los barrios pobres aún con mayor fuerza y dañar enormemente la vida y las esperanzas de las personas y familias que han tenido poco que ver con el aumento de la temperatura de la Tierra».
«Los efectos previstos en las zonas tropicales ilustran el nivel de dificultades que deberán afrontar con el tiempo el conjunto de las regiones, si no somos capaces de mantener el calentamiento bajo control», señaló Kim. «Se necesitan medidas urgentes para reducir no solo las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para ayudar a los países a prepararse para un mundo de fenómenos climáticos dramáticos y temperaturas extremas»
El informe, preparado para el Banco Mundial por el Potsdam Institute for Climate Impact Research y Climate Analytics, revela cómo el aumento de la temperatura global está amenazando cada vez más la salud y el sustento de las poblaciones más vulnerables, agudizando de forma dramática los problemas contra los cuales está luchando cada región hoy en día.
Bajemos la temperatura: Fenómenos climáticos extremos, impactos regionales y capacidad de adaptación es el análisis más reciente del clima desde una perspectiva científica, como medio para comprender mejor los riesgos que el cambio climático impone al desarrollo. Entre sus conclusiones destacan:
En África subsahariana, hacia 2030, las sequías y el calor dejarán inutilizable el 40% de las tierras donde hoy se cultiva el maíz, mientras que el aumento de las temperaturas podría causar daños mayores a los pastizales de la sabana, amenazando los medios de vida pastorales. Hacia la década de 2050, se prevé que la población que sufre de desnutrición aumentará entre 25% a 90% en comparación con el presente.
En Asia meridional, el potencial cambio en la regularidad y el impacto de los monzones podría precipitar una crisis en la región. Eventos como las devastadoras inundaciones en Pakistán en 2010, que afectaron a más de 20 millones de personas, podrían convertirse en un lugar común. Las sequías extremas en gran parte de la India podrían llevar a la escasez generalizada de alimentos y otras dificultades mayores.
En toda Asia sudoriental, los medios de vida rurales se enfrentan a presiones crecientes, como la elevación del nivel del mar, el aumento en intensidad de los ciclones tropicales, y la pérdida de importantes ecosistemas marinos, en la medida que la temperatura aumente en 4 °C.
Finalmente, en todas las regiones el probable desplazamiento hacia zonas urbanas de parte de las comunidades afectadas podría dar lugar a un número cada vez mayor de personas expuestas a olas de calor, inundaciones y enfermedades en asentamientos informales.
Según el informe, los impactos en las regiones de estudio son potencialmente devastadores. Si la temperatura sube de 2 ºC a 4 °C, las múltiples amenazas sobre crecientes olas extremas de calor, aumento del nivel del mar, tormentas más severas, sequías e inundaciones podrían tener serias consecuencias para los más pobres y vulnerables. El estudio señala, sin embargo, que muchas de estas consecuencias podrían evitarse manteniendo el calentamiento por debajo de los 2 ºC.
«No creo que los pobres estén condenados a las previsiones científicas del futuro en este informe. De hecho, estoy convencido de que podemos reducir la pobreza aun en un mundo severamente cuestionado por el cambio climático», agregó el Presidente Kim. «Podemos ayudar a que las ciudades crezcan limpias y adaptables al clima, desarrollar prácticas agrícolas climáticamente inteligentes y encontrar formas innovadoras para mejorar tanto la eficiencia energética como el rendimiento de las energías renovables. Podemos trabajar con los gobiernos para reducir los subsidios al uso de combustibles fósiles y ayudar a poner en práctica políticas públicas que finalmente conduzcan a estabilizar el precio del carbón».
«Estamos decididos a trabajar con los países para encontrar soluciones», señaló Kim. «Sin embargo, la ciencia es clara. No hay sustituto para el objetivo de mitigación nacional agresiva, y el peso de la reducción de emisiones recae fundamentalmente sobre unas pocas economías de gran tamaño».
El informe advierte que el nivel del mar ha subido más rápidamente de lo previsto anteriormente, y que un aumento de hasta 50 cm hacia la década de 2050 ya puede ser inevitable como resultado de las emisiones pasadas. En algunos casos, los impactos podrían sentirse mucho antes. Por ejemplo, sin medidas de adaptación, el aumento del nivel del mar en 15 cm, junto con tormentas y ciclones más intensos, amenazan con inundar gran parte de Bangkok hacia la década de 2030.
Las florecientes ciudades del mundo en desarrollo son identificadas entre los lugares más amenazados del planeta a raíz del cambio climático. El informe describe las zonas urbanas como «nuevos grupos de vulnerabilidad», y señala que los habitantes de las ciudades, en especial los pobres urbanos, enfrentan el cambio climático con una debilidad significativa.
Los asentamientos informales en lugares como Metro Manila, en Filipinas, y Calcuta, en India, concentran grandes poblaciones y a menudo carecen de los servicios básicos, como electricidad, saneamiento, salud, infraestructura y vivienda durable. En estas zonas, las personas están altamente expuestas a fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas e inundaciones. También el calor extremo se siente con mayor intensidad en las ciudades.
En parte como respuesta a las conclusiones de los dos informes Bajemos la temperatura, el Grupo del Banco Mundial está intensificando el trabajo de mitigación, adaptación y gestión de riesgos y desastres, e incrementará dicha mirada en todos sus negocios a través de un «lente climático».
Hoy en día, el Banco está colaborando con 130 países para la adopción de medidas sobre cambio climático. El año pasado duplicó los préstamos financieros que contribuyen a la adaptación al cambio climático. De manera creciente, el Banco está apoyando acciones concretas a través del financiamiento de proyectos que ayuden a los más pobres a salir de su situación, creciendo y desarrollando sus capacidades de adaptación al cambio climático, y para lograr la reducción de emisiones.