La información del mes más reciente del que se dispone de datos (entre enero de 2023 y abril de 2023) señala una inflación alta en la mayoría de los países de ingreso bajo y mediano, con niveles superiores al 5 % en el 64,7 % de los países de ingreso bajo, el 81,4 % de los países de ingreso mediano bajo y el 84 % de los países de ingreso mediano alto
Además, muchos de estos países están sufriendo una inflación de dos dígitos y el 78,6 % de los países de ingreso alto están experimentando una elevada inflación de los precios de los alimentos. Los países más afectados se encuentran en África, América del Norte, América Latina, Asia meridional, Europa, y Asia central.
Los índices de los precios agrícolas, de los cereales y de las exportaciones subieron un 1 %, un 4 % y un 1 %, respectivamente, en comparación con los valores de hace dos semanas.
Los precios del maíz, el trigo y el arroz aumentaron en las dos últimas semanas, subiendo un 2 %, un 7 % y un 4 %, respectivamente. En términos interanuales, los precios del maíz y el trigo son un 22 % y un 41 % más bajos, respectivamente, y los del arroz, un 14 % más altos. Los precios del maíz son un 15 % más altos que en enero de 2021, y los precios del trigo y el arroz se encuentran en el mismo nivel. (Véanse los datos de la “hoja rosada” [i] sobre los índices de precios de los productos básicos agrícolas y de los alimentos básicos, que se actualizan mensualmente).
En la edición de mayo de 2023 del Informe de seguimiento del mercado del Sistema de Información sobre los Mercados Agrícolas (SIMA) (PDF, en inglés) se destaca que, después de tres años consecutivos de La Niña, que trajo consigo cosechas abundantes en algunos países y pérdidas de cultivos en otros, es probable que el mundo observe el siguiente patrón del fenómeno El Niño: un 62 % de probabilidades de desarrollo entre mayo y julio, un 75 %, entre junio y agosto, y un 80 %, durante el resto del año. De materializarse, y dependiendo de su intensidad, El Niño podría provocar niveles de lluvia medios o superiores a la media en Asia central, el sur de América del Norte, el sureste de América del Sur, Europa meridional, África oriental y el sureste de África, y el sur y el este de China.
Podrían observarse condiciones más secas de lo habitual en América Central, el Caribe, partes de África occidental y el noreste de África, el norte de América del Sur, África meridional, India, el norte de China y Australia. En general, El Niño afectará la producción agrícola de más del 25 % de las tierras de cultivo mundiales, aumentando ligeramente los rendimientos medios globales de la soja y disminuyendo un poco los rendimientos medios globales del maíz, el arroz y el trigo.
La edición de 2023 del Informe mundial sobre las crisis alimentarias (PDF, en inglés), una publicación anual de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, contiene resúmenes regionales de las crisis alimentarias ocurridas en 2022.
A nivel mundial, el número de personas en los países y territorios, incluidos en el mencionado informe, que enfrentan inseguridad alimentaria aguda aumentó de 192,8 millones en 2021 a 257,8 millones en 2022, y se ha duplicado con creces desde 2016, si bien con datos provenientes de un grupo más grande de países.
El porcentaje de la población analizada en la fase 3 [crisis aguda de alimentos y medios de subsistencia] de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria CIF/CH o superior o equivalente también ha aumentado cada año, pasando del 11,3 % en 2016 al 22,7 % en 2022.
Las causas de este aumento son complejas y se interconectan:
los conflictos, las conmociones económicas nacionales y mundiales, y los fenómenos meteorológicos extremos actúan de forma interrelacionada, reforzándose mutuamente como factores que impulsan la inseguridad alimentaria aguda y el hambre. Entre estos factores principales, los conflictos y la inseguridad siguen siendo los más importantes, y según el Informe mundial sobre las crisis alimentarias, a fines de 2022, había alrededor de 53,2 millones de desplazados internos, principalmente debido a los conflictos, en 25 países afectados por crisis alimentarias.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que hasta 19 millones de sudaneses (el 41 % de la población) tenían dificultades para tener una comida al día, frente a 15 millones el año pasado. Es probable que la violencia en Sudán cause grandes impactos en la inseguridad alimentaria regional, ya que aproximadamente 100 000 personas han huido a países vecinos en las últimas semanas. A medida que el conflicto continúa, esta cifra podría llegar a 800 000 personas. Antes de esta situación, se proyectaba que la inseguridad alimentaria empeoraría en Sudán, y que la mayor parte de la población en la fase 4 de la clasificación CIF (emergencia) se concentraría cerca de las fronteras (i) con los países vecinos.
Después de la invasión de Rusia a Ucrania, se ha incrementado el número de políticas relacionadas con el comercio impuestas por los países. La crisis alimentaria mundial se ha agravado en parte por el creciente número de restricciones al comercio de alimentos establecidas por los países con el objetivo de aumentar la oferta interna y reducir los precios. Hasta el 13 de marzo de 2023, 21 países habían establecido 27 prohibiciones a la exportación de alimentos, y 10 habían implementado 14 medidas de restricción de las exportaciones.
Labor del Banco Mundial
Como parte de una respuesta a nivel global e integral a la actual crisis de seguridad alimentaria, en abril de 2022, el Banco Mundial anunció que ponía a disposición de los interesados hasta USD 30 000 millones a lo largo de un período de 15 meses, incluidos USD 12 000 millones para nuevos proyectos.
El financiamiento tiene como objetivo ampliar las respuestas a corto y largo plazo en torno a cuatro temas para impulsar la seguridad alimentaria y nutricional, reducir los riesgos y fortalecer los sistemas alimentarios: i) apoyar a productores y consumidores, ii) facilitar un mayor comercio de alimentos e insumos comerciales, iii) apoyar a los hogares vulnerables y iv) invertir en seguridad alimentaria y nutricional sostenible.
El Banco Mundial ha alcanzado su meta de comprometer USD 30 000 millones para la respuesta en favor de la seguridad alimentaria y nutricional. Entre abril y diciembre de 2022, los compromisos relativos a la seguridad alimentaria y nutricional en el marco de los nuevos préstamos del Banco superaron la marca de los USD 12 000 millones, y casi la mitad de esos fondos se han destinado a África, una de las regiones más afectadas por la crisis alimentaria.
A continuación se mencionan algunos ejemplos:
- El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios de África Occidental (i), por valor de USD 766 millones, trabaja para aumentar la preparación frente a la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia de los sistemas alimentarios en África occidental. La iniciativa ayuda a incrementar los servicios de asesoría digital destinados al sector de la agricultura y dirigidos a la prevención y gestión de las crisis alimentarias; aumentar la capacidad de adaptación de los actores del sistema agrícola, e invertir en el comercio y la integración regional de los mercados de alimentos para aumentar la seguridad alimentaria. Actualmente se está preparando la entrega de un financiamiento adicional de USD 345 millones para Senegal, Sierra Leona y Togo.
- Una donación de USD 150 millones (i) destinada a la segunda fase del Proyecto de Respuesta y Resiliencia para la Seguridad Alimentaria de Yemen ayudará a abordar la inseguridad alimentaria, fortalecer la resiliencia y proteger los medios de subsistencia.
- Una donación de USD 50 millones en concepto de financiamiento adicional para Tayikistán (i) se destinará a mitigar los impactos de la inseguridad alimentaria y nutricional en los hogares y aumentar la resiliencia general del sector agrícola.
- Un proyecto por un monto de USD 125 millones en Jordania (i) tiene como objetivo fortalecer el desarrollo del sector agrícola incrementando su resiliencia climática, aumentando la competitividad y la inclusión, y garantizando la seguridad alimentaria a mediano y largo plazo.
- Un proyecto de USD 300 millones en Bolivia contribuirá a aumentar la seguridad alimentaria, el acceso a los mercados y la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes.
- Un préstamo de USD 315 millones ayudará a Chad, Ghana y Sierra Leona (i) a aumentar su preparación frente a la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia de sus sistemas alimentarios.
- El Proyecto de Apoyo de Emergencia para Aumentar la Seguridad Alimentaria y la Resiliencia por valor de USD 500 millones (i) tiene como objetivo impulsar los esfuerzos de Egipto para garantizar que los hogares pobres y vulnerables tengan acceso ininterrumpido al pan, ayudar a fortalecer la resiliencia del país frente a las crisis alimentarias y respaldar reformas que ayudarán a mejorar los resultados nutricionales.
- Un préstamo de USD 130 millones para Túnez (i) busca reducir el impacto de la guerra en Ucrania, financiando importaciones vitales de trigo blando y proporcionando apoyo de emergencia para cubrir las importaciones de cebada que se utiliza en la producción de productos lácteos y de las semillas que necesitarán los pequeños agricultores durante la próxima temporada de siembra.
- El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios para África Oriental y Meridional (i) por valor de USD 2300 millones ayuda a los países de África oriental y meridional a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios de la región y su capacidad para abordar la creciente inseguridad alimentaria. El programa, que reforzará la respuesta interinstitucional ante la crisis alimentaria, impulsará también los esfuerzos a mediano y largo plazo para lograr una producción agrícola resiliente, el desarrollo sostenible de los recursos naturales, la ampliación del acceso a los mercados y una formulación de políticas con mayor énfasis en la resiliencia de los sistemas alimentarios.
En mayo, el Grupo Banco Mundial y la Presidencia del Grupo de los Siete (G7) convocaron de manera conjunta la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria (i), cuyo objetivo es catalizar una respuesta inmediata y concertada a la crisis mundial del hambre que se está produciendo. La Alianza ha establecido un Panel Global de Seguridad Alimentaria y Nutricional (i), una plataforma de acceso público que proporciona información oportuna a los encargados de tomar decisiones a nivel mundial y local, de modo de mejorar la coordinación de las políticas y la respuesta financiera a la crisis alimentaria.
El 8 de febrero de 2023, las máximas autoridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo Banco Mundial, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicaron una tercera declaración conjunta.
En la declaración, se insta a evitar que empeore la crisis de seguridad alimentaria y nutricional y se exigen nuevas medidas urgentes para i) atender los focos de hambre, ii) facilitar el comercio, mejorar el funcionamiento de los mercados y reforzar el papel del sector privado, y iii) reformar y reorientar los subsidios perjudiciales con eficiencia y una cuidadosa focalización. Mientras responden a la crisis, los países deben buscar un equilibrio entre las intervenciones urgentes a corto plazo y los esfuerzos de resiliencia a largo plazo.