Que Rusia siga en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con derecho voto y a veto, es como dejar a los lobos en los corrales de los corderos y las gallinas
Por Juan Ignacio Vecino
Es sumamente llamativa la intervención de Sergey Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en las que declara que los culpables de lo que sucede en Ucrania, son la OTAN y los Estados Unidas. Se necesita tener poca vergüenza para presentarse en la Organización y empezar a repartir “estopa”, además de presentarse como víctimas de una guerra en la que los asesinatos de la población civil, la conculcación de los derechos humanos y, muchas otras tropelías, solo se les puede achacar a Putin y a todo su gobierno cómplice. Los rusos han creado unilateralmente una guerra con todas las palabras. No decimos que ellos sean los únicos culpables, puesto que la omisión, o mirar hacia otro lado, también tiene su grado de culpabilidad. Lo que nunca pensaron es que Rusia se atrevería a organizar semejante barbaridad y, cuando quisieron darse cuenta ya era tarde.
Estamos acostumbrados a ver como Rusia y Estados Unidos se reparten el mundo a su conveniencia y, en muchos casos, cuando uno ocupa un territorio, el otro no se da por aludido, pues parece como si dijeran “hoy por ti mañana por mí, tú no te metes en este país, y yo no protestare ni intervendré cuando invadas otro”. Pero, a unos y a otros se les ha ido de las manos la guerra en Ucrania y, se debe tener en cuenta, que los mayores perjudicados como siempre seremos los países europeos que a su vez, son incapaces de ponerse de acuerdo en multitud de cuestiones, barriendo cada uno para su casa y, los rusos sabedores de ello, aprovechan cualquier circunstancia para realizar sus atrocidades donde les da la gana.
Efectivamente, de nuevo Europa se encuentra en peligro, y tanto Rusia, como Estados Unidos, están haciendo los mayores negocios del planeta en todos los ámbitos, con el permiso, de momento, de China. Se nos avecina un futuro incierto y una guerra larga, si no logran pararla los ineptos de los políticos, y las Organizaciones internacionales, que en muchos casos parece que solo existen para vivir ellos lo mejor posible, y son incapaces de resolver las situaciones complicadas.
La denominada «operación militar especial» por el Kremlin se realizó para proteger a los rusos que viven en Donetsk y Lugansk, y para eliminar las amenazas a la seguridad rusa que supone la alianza militar de la OTAN, dice el canciller ruso, quien también denuncia campañas de rusofobia y sostiene que, con la imposición de sanciones, Estados Unidos y la Unión Europea le declararon la guerra económica a Rusia.
“Estoy convencido de que cualquier Estado soberano y que se precie de comprender su responsabilidad con su pueblo haría lo mismo en nuestro lugar”, dijo este sábado en el pleno de la Asamblea General el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia con respecto a la operación militar, o sea, la guerra, de su país en Ucrania.
Sergey Lavrov intervino en la quinta jornada del debate general de alto nivel del órgano deliberativo para afirmar que dada la incapacidad de los países occidentales para negociar y la guerra del gobierno ucraniano contra su propio pueblo en el este de su territorio, Rusia no tuvo otra opción más que lanzar su “operación militar especial”, repito, organizar una guerra.
El canciller ruso explicó que la operación iniciada por su país el 24 de febrero pasado se llevó a cabo para proteger a los rusos que viven en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, además de eliminar las amenazas a la seguridad rusa creadas por la alianza militar de la OTAN, que son constantes desde 2014, tras el golpe del actual régimen de Kiev.
Con los referéndums, la gente hace lo que se le instruyó
Al hablar de los referéndums de este fin de semana en Donetsk, Luhansk y Kherson para decidir si pasan a ser parte de la Federación de Rusia, Lavrov argumentó que el propio presidente ucraniano Volodimir Zelenski les había dicho a los habitantes de esas regiones que, si creían que estarían mejor en Rusia, salieran de Ucrania y se fueran a ese país.
“La gente simplemente está haciendo lo que se le instruyó”, acotó.
Señaló que las crisis en torno a la guerra están creciendo y que la situación internacional se deteriora rápidamente y acusó a los países occidentales de socavar la confianza en las instituciones internacionales y alentar las tendencias negativas en las Naciones Unidas en lugar de abrir un diálogo honesto y comprometido.
Patio trasero
Asimismo, culpó a Estados Unidos de tratar de convertir al mundo en su patio trasero y, junto con sus aliados, castigar a quienes difieran de su visión, a través de “sanciones unilaterales ilegales” que violan la Carta de la ONU y perjudican a los ciudadanos pobres en los países más pobres, ya que afectan el acceso a los medicamentos, vacunas e importaciones de alimentos.
A propósito de sanciones, Lavrov aseguró que las impuestas a su país por Estados Unidos y la Unión Europea son una “declaración de guerra económica contra Rusia”.
El ministro ruso denunció la intención de Estados Unidos de dividir a las naciones y querer formar bloques por medio de la disyuntiva “o están con nosotros o están contra nosotros”, sin la posibilidad de una tercera opción.
En el mismo contexto, continuó señalando que en vez de un diálogo honesto ha habido “desinformación, puestas en escena y provocaciones”.
Los países más pobres aún no se benefician con el acuerdo del Mar Negro
Por otra parte, Lavrov encomió la movilización de esfuerzos comandada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, para superar la crisis mundial de alimentos y energía agudizada por la guerra a través de la Iniciativa de Granos del Mar Negro.
No obstante, sostuvo que los países más pobres aún no se están beneficiando y criticó a Estados Unidos y la Unión Europea por no eliminar completamente los obstáculos a las exportaciones rusas, arguyendo que han quedado atrapadas en puertos europeos.
Rusofobia
El canciller aseveró que los países occidentales han emprendido una cruzada rusófoba y que la OTAN considera a Rusia una amenaza para su dominio de la región y más allá de ella.
La rusofobia ha alcanzado proporciones sin precedentes, y las potencias occidentales no han ocultado su ambición de derrotar militarmente a Rusia, indicó.
Más aún, enfatizó, están tratando de “destruir y fracturar a Rusia… Lo que quieren hacer es eliminar del mapa global a una entidad geopolítica que se ha vuelto demasiado independiente”.
El ministro dijo que la alianza occidental busca imponer su voluntad y expandir su influencia y hegemonía más allá de Asia, América del Sur y África.
Para terminar su alocución, citó a Dag Hammarskjöld, quien fuera el segundo Secretario General de la ONU de 1953 a 1961.
“La ONU no fue creada para llevar a la humanidad al paraíso, sino para salvarla del infierno”, subrayó, destacando la actualidad de esas palabras. “Nos llaman a comprender nuestra responsabilidad individual y colectiva de crear las condiciones para un desarrollo pacífico y armonioso para nuestras generaciones futuras, y todos deben mostrar voluntad política para eso”, concluyó Lavrov.
¿Se puede expulsar a Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU?
Esta pregunta nos la hacemos todos los días, y la verdad, la respuesta nos parece aún más caótica que la propia guerra en Ucrania.
Un país que invade a otro, comete crímenes de guerra, asesina, viola a niñas y mujeres, toma rehenes y los tortura, hace caso omiso de los derechos humanos, recluta a sus ciudadanos por la fuerza para llevarlos a primera línea en la guerra, y que forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU sin que pueda ser expulsado inmediatamente de la Organización, y tiene derecho a voto y a veto, es ilógico, se mire, por donde se mire. Además, que todos los países (civilizados) mantengan las delegaciones diplomáticas rusas en sus territorios sin expulsarlos, me parece otro cinismo sin límites, cuando lo primero que se debería de haber hecho era cerrar todas las embajadas rusas y expulsar a todo el personal diplomático y no diplomático a su país sin miramientos, que de eso saben mucho Putin y sus esbirros. Por cierto, en lugar de estar en sus destinos diplomáticos, deberían de encontrarse reclutados en el frente para combatir con su caudillo a la cabeza, en lugar de encontrase viviendo a todo “trapo” a lo largo y ancho del mundo.
Yo, no sé en que estaban pensando los políticos y dirigentes cuando crearon este bodrio de las Naciones Unidas, y el Consejo de Seguridad, y dio facultades para que los propios países que infringen todas las leyes internacionales, estén respaldados por las propias Organizaciones.
Lo que, si está claro, y nadie a querido resolver, es que Rusia no debería estar sentada en el Consejo de Seguridad de la ONU, puesto que el titular del mismo era la antigua URSS, habiendo heredado su asiento de forma absolutamente ilegal, pero de nuevo, el mundo miró hacia otro lado. La paz y la seguridad internacional están amenazadas por la acción de un psicópata que solo mira por sus intereses. Ni tan siquiera le importa su pueblo, ya que como estamos viendo estos días, esta encarcelando y, no se sabe que más, a su pueblo, con muchos desaparecidos y obligando a los ciudadanos a acudir a una guerra injusta y cruel. Si sus propios amigos y consejeros cuando disienten de sus opiniones son encarcelados, torturados y asesinados (pero que parezca un accidente) nos damos cuenta el tipo de persona que está tomando las decisiones. Ahora, nos encontramos que Putin esta cambiando “armas por urnas”, es decir, quiere de forma fraudulente realizar un plebiscito para que el pueblo de determinadas zonas de Ucrania vote a su favor, y de esa forma justificar de nuevo más guerra.
Haciendo un poco de historia recordemos que el 8 de diciembre de 1991, los máximos dirigentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaros unos acuerdos en los que “la URSS ya no existía como sujeto de derecho internacional y realidad geopolítica”. Tras los acuerdos se formó la Comunidad de Estados Independientes (CEI), y al no ser estado no podía ser miembro de la ONU. Después ingresaron en el CEI otras exrepúblicas soviéticas. La cuestión fue que Boris Yeltsin informó que la membresía de la URSS en las Naciones Unidas y todos sus Organizaciones, más el Consejo de Seguridad, serian ocupados por la Federación Rusa.
Por todo lo anterior, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania ha expuesto a la ONU que Rusia no debería tener ningún asiento, y ninguna participación en Organismo alguno dependiente de la misma, y menos en el Consejo de Seguridad. Lo que propone es lo que resolvieron las demás exrepúblicas soviéticas que pidieron su ingreso en la Organización de las Naciones Unidas.
Ya hay varias Organizaciones Internacionales dependientes de la ONU que han suspendido a Rusia, entre las que se encuentran la Organización Mundial del Turismo (OMT), o el Consejo de Derechos Humanos.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU comentó: “Las Naciones Unidas nacieron de la guerra para acabar con la guerra. Hoy ese objetivo no se ha conseguido. Pero no debemos rendirnos. Debemos dar una oportunidad a la paz. Los soldados deben regresar a sus barracones y los líderes deben volver al camino del diálogo y la paz”, aseguró.
También dijo que la Carta de las Naciones Unidas ha sido desafiada en el pasado, pero siempre se ha mantenido firme en el lado de la paz, la seguridad, el desarrollo, la justicia, la ley internacional y los derechos humanos.
“Una y otra vez, cuando la comunidad internacional se ha unido en solidaridad, esos valores han prevalecido. Y prevalecerán, independientemente de lo que ocurra hoy. Debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para que prevalezcan en Ucrania, pero también para que prevalezcan para toda la humanidad”.
También, queremos recomendar a los dirigentes la siguiente canción de Juan Pardo que habla de banderas y paz, “bandera sin fronteras”, por favor, escuchen bien y hagan caso.