La biodiversidad es el tejido vivo de nuestro planeta. Es la base del bienestar humano en el presente y en el futuro, y su rápido declive amenaza por igual a la naturaleza y a las personas
Según los informes publicados en 2018 por la Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES), los principales factores a nivel mundial que provocan la pérdida de la diversidad biológica son el cambio climático, las especies invasoras, la explotación excesiva de los recursos naturales, la contaminación y la urbanización.
La pérdida de biodiversidad implica la disminución y desaparición de especies y diversidad genética y la degradación de los ecosistemas. Pone en peligro las contribuciones vitales de la naturaleza a la humanidad, poniendo en peligro las economías, los medios de vida, la seguridad alimentaria, la diversidad cultural y la calidad de vida, y constituye una importante amenaza para la paz y la seguridad mundiales. La pérdida de diversidad biológica también afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables, lo que agrava la desigualdad.
Para detener o revertir este declive es fundamental transformar las funciones, las acciones y las relaciones de las personas con la biodiversidad. Existen muchas soluciones para detener e invertir la disminución de la biodiversidad. Las diversas redes, programas y socios de la UNESCO han observado simientes positivas e inspiradoras de cambio en todo el mundo. La UNESCO acompaña también a los Estados Miembros y a sus poblaciones en sus esfuerzos por detener la pérdida de la biodiversidad, consistentes en comprender, apreciar, salvaguardar y utilizar la biodiversidad de manera sostenible.
Principales puntos fuertes de la UNESCO
La UNESCO, como laboratorio de ideas y guardián del conocimiento y la experiencia que respeta la biodiversidad y el medio ambiente, tiene un papel importante que desempeñar para ayudar a nutrir y dar forma al diálogo sobre los desafíos ambientales y sus implicaciones para la ética y la paz mundial.
La singular contribución de la UNESCO a la conservación y el uso sostenible y equitativo de la biodiversidad apoya y complementa la labor de otras organizaciones y organismos de las Naciones Unidas que trabajan a nivel internacional y local. Su función se basa en una serie de puntos fuertes fundamentales:
La UNESCO apoya el estudio y la observación de la biodiversidad en los océanos, las zonas áridas, las montañas, los humedales y los sistemas agrícolas, además de la teledetección en apoyo de los sitios del Patrimonio Mundial, las reservas de la biosfera y los Geoparques mundiales de la UNESCO, y trabaja en el ámbito de la biotecnología y la creación de capacidad conexa.
El poder de convocatoria y la función de la UNESCO como intermediaria honesta con una perspectiva holística combina los conocimientos especializados en las ciencias naturales y sociales con la cultura, la educación y la comunicación.
Los instrumentos normativos de la UNESCO salvaguardan las zonas de biodiversidad más excepcionales del planeta y reconocen la relación intrínseca entre las personas, la cultura y la naturaleza, incluidas las convenciones intergubernamentales destinadas a salvaguardar y alimentar el patrimonio cultural material e inmaterial.
La UNESCO tiene un mandato multidisciplinario que abarca la educación y la sensibilización del público sobre la biodiversidad y el desarrollo sostenible. Hace hincapié en los vínculos entre la diversidad cultural y la diversidad biológica, así como en los aspectos sociales y las cuestiones éticas.
La UNESCO tiene una importante trayectoria en el avance de la ciencia de la biodiversidad mediante una labor pionera en las ciencias ecológicas de los ecosistemas, las reservas de la biosfera, los proyectos relacionados con la biodiversidad, la creación de capacidad, las evaluaciones científicas y las notas de política para ayudar a los encargados de la adopción de decisiones.
La UNESCO moviliza los conocimientos, la experiencia y las prácticas de las comunidades locales y los pueblos indígenas para apoyar su inclusión en la adopción de decisiones sobre el medio ambiente, en particular en lo que respecta a la diversidad biológica y el cambio climático mediante su Proyecto de Sistemas de Conocimiento Locales e Indígenas (LINKS). LINKS tiene por objeto entablar un diálogo entre los poseedores de conocimientos indígenas, los científicos naturales y sociales, los administradores de recursos y los encargados de la adopción de decisiones, a fin de asegurar una función activa y equitativa de las comunidades locales en la gestión de los recursos.
La UNESCO apoya los enfoques transformadores y que tienen en cuenta las cuestiones de género en relación con la conservación de la diversidad biológica y el desarrollo sostenible. También promueve los conocimientos que poseen las mujeres en materia de conservación de la diversidad biológica.
La UNESCO elabora instrumentos de información y comunicación y trabaja con los medios de comunicación para apoyar la educación sobre la biodiversidad.
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
Detener la pérdida de biodiversidad es un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS nº15), que está fuertemente vinculado con todos los demás Objetivos. Mantener ecosistemas resilientes y salvaguardar la biodiversidad de nuestro planeta es fundamental para la erradicación de la pobreza y para la salud y el bienestar humanos.
La biodiversidad es esencial no sólo para el funcionamiento adecuado de los sistemas de la Tierra, sino que también es clave para la prestación de ciertos servicios de los ecosistemas cruciales para la dignidad y el bienestar humanos.
Estos servicios de los ecosistemas dependientes de la biodiversidad incluyen el suministro de agua potable, alimentos y fibras, la fertilidad del suelo, el mantenimiento del banco de datos genéticos de la biodiversidad, la regulación del clima y los valores recreativos y estéticos, entre otros. Por lo tanto, la biodiversidad y la diversidad cultural están estrechamente vinculadas.
Un mundo diverso nos da la flexibilidad de adaptarnos al cambio, incluido el cambio climático. La diversidad biológica, por lo tanto, es la base de la mayoría de los ODS y su pérdida constituye una amenaza tanto para la seguridad como para la paz.
Biodiversidad y cambio climático
El cambio climático es uno de los principales causantes de la erosión de la biodiversidad. Los cambios en la temperatura de la atmósfera y las precipitaciones, la acidificación de los océanos, la elevación del nivel del mar y la naturaleza de algunos fenómenos extremos repercuten negativamente en la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. Además, el cambio climático amplifica los efectos de otros factores, como la degradación del hábitat, la contaminación, las especies invasoras, la sobreexplotación, el desplazamiento de poblaciones y la migración. La pérdida de la biodiversidad también acelera los procesos de cambio climático, ya que la capacidad de los ecosistemas degradados para asimilar y almacenar CO2 tiende a disminuir, reduciendo las opciones de adaptación disponibles. Por lo tanto, la humanidad tiene la responsabilidad mundial de abordar estos dos desafíos y las interacciones entre ellos.
- La erosión de la biodiversidad es una realidad y debe abordarse con urgencia.
- El cambio climático es un factor impulsor clave y actúa de forma sinérgica con la degradación de la tierra y el crecimiento demográfico para acelerar la pérdida de la biodiversidad.
- La conservación de la diversidad biológica contribuirá a alcanzar los objetivos fijados en el Acuerdo de París de 2015.
- Detener la pérdida de la diversidad biológica es esencial para mitigar el cambio climático y lograr un desarrollo sostenible transformador.
- La migración por motivos ambientales actual y futura depende en gran medida de la aplicación de estrategias de adaptación en las regiones vulnerables, junto con los esfuerzos para mitigar la degradación ambiental y el cambio climático.
De conformidad con su Estrategia de Acción sobre el Cambio Climático (2018-2022), la UNESCO presta servicios de datos e información climática sobre la seguridad hídrica, las ciencias de la Tierra, la biodiversidad y el océano por conducto del Programa Hidrológico Internacional (PHI), el Programa Internacional de Geociencias y Parques Geológicos (PIGP), el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI), el Programa «Gestión de las Transformaciones Sociales» (MOST), el Programa de Sistemas de Conocimiento Locales e Indígenas (LINKS) y la Convención sobre el Patrimonio Mundial.
Los resultados combinados de estos programas garantizan el fortalecimiento de la base de conocimientos interdisciplinarios sobre el cambio climático. La UNESCO también reconoce y promueve la importancia de los conocimientos y la diversidad culturales como impulsores cruciales de la transformación y la capacidad de recuperación de la sociedad necesarias para responder al cambio climático.
Afrontar el cambio climático
El cambio climático es el principal reto de nuestra época. Más de 30 programas de la UNESCO relacionados con las ciencias, la educación, la cultura y la comunicación contribuyen a mejorar los conocimientos, educar y comunicar sobre el cambio climático, así como a comprender sus implicaciones éticas para las generaciones actuales y futuras.
La Iniciativa de la UNESCO sobre el Cambio Climático, presentada por la Directora General, Audrey Azoulay en Copenhague, federa el trabajo de la Organización y lo asocia al de otros órganos de las Naciones Unidas para tratar de ayudar a los Estados Miembros a adaptarse al cambio climático, a atenuar sus efectos y educar a las sociedades para el desarrollo sostenible, a evaluar los peligros de los desastres naturales provocados por el cambio climático, y a vigilar su impacto en los sitios de la UNESCO (como los sitios del Patrimonio Mundial y las reservas de biosfera).
La iniciativa de la Organización utiliza estos sitios para fomentar economías con bajas emisiones de carbono, por ejemplo, mediante la utilización sostenible de fuentes de energía renovables.
Las complejidades inherentes a estas cuestiones requieren mayores avances en educación, sensibilización y formación para permitir que las sociedades de todo el mundo comprendan mejor el cambio climático, se adapten a él y atenúen sus consecuencias. Este progreso generará individuos informados, mano de obra competente y responsables políticos ilustrados.
Cada vez con más frecuencia se considera que el cambio climático es el factor que más impacto tiene sobre la biodiversidad a causa de sus efectos en el ser humano y sus medios de subsistencia. La pérdida y degradación de la biodiversidad –por ejemplo, los bosques es un factor igualmente importante para el cambio climático. Sin embargo, los servicios del ecosistema que proporciona la biodiversidad facilitan la adaptación de las poblaciones al cambio climático y la atenuación de sus consecuencias, y sirven de base para los esfuerzos destinados a reducir sus efectos negativos.
Por último, no se debe subestimar la importancia del océano en relación con este fenómeno: regula el clima y absorbe aproximadamente un tercio de las emisiones de dióxido de carbono. El océano, las costas y los ecosistemas marinos están sufriendo importantes transformaciones a causa del aumento de la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación, la sobrepesca, el desarrollo urbanístico o la creciente presión demográfica.