La UAH participa en un proyecto para estudiar la evolución de permafrost (suelos congelados) en la Antártida. El profesor de la UAH, Miguel Ángel de Pablo, experto en este ámbito, analiza la situación
El pasado día 25 de septiembre el IPCC, el panel intergubernamental del cambio climático, de las Naciones Unidas, lo advertía en su último informe: el aumento del nivel del mar es imparable y, en el mejor de los casos, en 2100 el nivel del mar habrá aumentado unos 43 centímetros debido al deshielo en los extremos norte y sur del planeta. El motivo ya se sabe: la acción del hombre ha incrementado la emisión de gases de efecto invernadero hasta provocar el deshielo de zonas del Ártico y de la Antártida que hasta ahora parecían irreductibles.
Pero, ¿qué otras consecuencias pueden acarrear que se descongele el permafrost? Investigadores de la Universidad de Alcalá (UAH) llevan más de 25 años estudiando los suelos congelados de la Antártida, los últimos 14 de forma permanente monitorizando la temperatura del suelo en diversos puntos de las Shetland del Sur. La conclusión es simple: el permafrost de la Antártida ha subido de temperatura, pasando de -4,-3 grados a -1 grado en la actualidad. En el momento en que estos suelos se descongelen, el hielo que se encuentra en ellos se derretirá y pasará a incrementar la masa de agua que genera el aumento del nivel del mar a escala global. La situación es mucho más ‘cruenta’ en la zona del Ártico, donde ya se observa una fuerte erosión y pérdida de terreno en las costas, resultante de la descongelación del permafrost. Y el proceso solo acaba de empezar.
La desaparición de permafrost no solo contribuye a un incremento del nivel del mar, también propicia el cambio de salinidad. Por otra parte, el agua de fusión arrastra gran cantidad de materiales y compuestos hacia el mar, incrementando su turbidez y la cantidad de sedimentos en la costa, lo que repercute en los ecosistemas marinos costeros…
Otro efecto de gran importancia que cada día preocupa más a la comunidad internacional es la descongelación de los suelos que contienen materia orgánica. ‘Cuando esa materia orgánica se descongela, se inician los procesos naturales de descomposición y se emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero como el CO2 y el metano; gases que, como todos sabemos, contribuyen aún más al calentamiento de la atmósfera’, explica Miguel Ángel de Pablo. Si la atmósfera se continúa calentando, seguirá descongelándose el permafrost, por lo que el proceso será imparable: ‘un proceso conocido como retroalimentación positiva: un círculo vicioso imposible si no se ponen las medidas necesarias’.
Hay otra consecuencia colateral que empieza a preocupar a la comunidad científica y a organismos internacional, aunque no se hable de ello en las noticias: si esos suelos congelados se descongelan también se podrían liberar virus y bacterias que vivieron en la Tierra hace miles de años, que tal vez podrían revivir y para los que podríamos no estar preparados.
¿Hay punto de retorno? El experto de la UAH señala que ‘aunque ahora mismo pusiésemos en marcha todos los mecanismos para reconvertir la situación, hay un tiempo de ajuste necesario; la naturaleza necesita de ese tiempo y tardaríamos algunas décadas en reconvertir el fenómeno… Es decir, que la situación no es buena, el proceso de degradación va a continuar, pero si no se ponen ya los medios, los suelos congelados desaparecerá en muchos puntos del planeta’.
Otros elementos en juego
Hasta hace muy pocos años el permafrost se estudiaba como un elemento más de la criosfera, pero no se estaba considerando en los modelos climáticos y ahora, sin embargo, aparece como un elemento clave para analizar las consecuencias del calentamiento global, tal y como se ha podido ver en el último informe del IPCC ¿Puede ocurrir lo mismo con otros elementos? El experto de la UAH piensa que sí, que el sistema climático es un sistema muy complejo, ‘y a medida que se produzca el deshielo pueden surgir otros elementos, procesos o variables que colaboren en la aceleración del cambio climático y que no habíamos comprendido que también pueden jugar un papel importante es este complejo sistema’.