Pedro Sánchez no acierta con los ministros de Cultura y Deporte, nombrando en la cartera a “cupos regionales” que no sabe dónde darles un buen puesto, utilizando este ministerio para acomodar los compromisos, por ejemplo, cuatro ministros en tres años
Por Juan Ignacio Vecino. Director
Un ministerio como el de Cultura y Deportes es fundamental en cualquier país que quiera prosperar y, para ello, se debe poner al frente a personas con experiencia, que sean receptivos, creativos, comprometidos y, sobre todo, que conozcan todos los entresijos del mundo de la cultura y el deporte.
Ahora solamente hablaremos de cultura, y podemos afirmar como reza el lema de nuestra publicación digital patrimonioactual.com que “solo la cultura da libertad”.
Hasta el momento los gobiernos del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez han ido dando palos de ciego culturales (en otros ministerios también), y con los nombramientos de sus distintos ministros el fracaso es total, solo se salva José Guirao que, entre otras cosas, consiguió no consumar la aberración que quería hacer el gobierno de Mariano Rajoy con el proyecto que tenía el ministro Méndez de Vigo, fusionar el Teatro Real con el Teatro de la Zarzuela en una única fundación, y dejar a este último para bodas, bautizos y comuniones. Pero no contaron que también existían los entierros y, Guirao con excelente criterio lo enterró, esperemos que para siempre. Para que esto no vuelva a ocurrir, y que ningún gobierno actúe con intereses espurios, es imprescindible que el gobierno presente la candidatura de la Zarzuela y su Teatro a la UNESCO para ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Desde hace unos días tenemos un nuevo ministro de Cultura muy bailarín, también convendría que se convirtiera experto en zarzuela, y que en los mítines o en la intimidad, nos sorprendiese cantando alguna zarzuela.
Además, es fundamental que el ministro del ramo asista asiduamente a los estrenos de los espectáculos de cualquier ámbito cultural para no hacer lo mismo que Rodríguez Uribes, que casi nunca asistió y, por tanto, no apoyó al mundo de la cultura. Por cierto, jamás se le vio por el Teatro de la Zarzuela a pesar de comprometerse sin fisuras con esta publicación a sacar del cajón el informe que realizaron los expertos para presentar la candidatura a la UNESCO y mantener reuniones con los responsables para potenciar y agilizar la candidatura.
Como apuntábamos, los nombramientos en el ministerio de Cultura del presidente Sánchez ha sido errático. Primero nombró ministro a Maxín Huerta al que le duró el cargo una semana teniendo que dimitir. Después José Guirao que desde nuestro punto de vista era la mejor opción, pero que duró dieciocho meses, para ser sustituido por el mencionado Rodríguez Uribes, que ha estado en el cargo un tiempo igual que el anterior, pero que no se le conoce ningún logro al frente del ministerio con un nulo interés por el mundo cultural. Iceta es como cuando a un futbolista le sacan al campo en el segundo tiempo, y a su vez, es sustituido porque no da la talla en el terreno de juego. Miquel Iceta veremos lo que dura, porque su anterior ministerio le ha durado lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio, aunque aún no sabemos porque Sánchez se lo cargó de su anterior ministerio. Desde luego no era para ascenderle, era para acomodarle. Siempre lo decimos, mientras los nombramientos de los ministros, ministras y «ministres» que diría alguna indocumentada del gobierno de Sánchez, sean por “cupos regionales” y no por valía y aportaciones, vamos muy mal, por tal motivo el mundo de la cultura siempre estará en desventaja por contar con unos gestores de ínfima formación para el puesto y nulo interés, ya que lo que más les importa son sus carreras políticas y seguir viviendo del resto de los contribuyentes sin realizar ninguna aportación positiva a la humanidad.
Pongamos entre todos la cultura donde le corresponde, formemos ciudadanos para que el día de mañana puedan ser grandes consumidores culturales. Ya lo dijo Darwin en su momento “solo sobreviven quienes sean capaces de adaptarse a los cambios”.
Para terminar, a este gobierno que no le da ninguna importancia al mundo cultural, ya no se le pueden dar los cien días de cortesía debido a que realiza los cambios en los ministerios una vez que ha comenzado el espectáculo y el partido, además sin criterio alguno, y con una falta absoluta de banquillo. Ahora el nuevo ministro debe demostrar su implicación con la cultura desde el primer día, y sin fisuras, no como otros…
¡¡¡ LA ZARZUELA Y SU TEATRO PATRIMONIO INMERIAL DE LA HUMANIDAD YA!!!