El Instituto Cervantes, que cumple ahora 25 años de existencia, eligió el VII Congreso Internacional de la Lengua Española que discurre en San Juan de Puerto Rico para celebrar tan redondo aniversario
El acto consistió en una sesión plenaria especial bajo el título «El español, lengua de comunicación internacional. 25 años del Instituto Cervantes».
Los protagonistas de la sesión fueron el actual director, Víctor García de la Concha (lo es desde 2012); los dos primeros directores de la institución: Nicolás Sánchez-Albornoz (1991-1996) y el Marqués de Tamarón (1996-1999); el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva; tres grandes escritores en español: Sergio Ramírez, Jorge Volpi y Antonio Skármeta, y la directora del Instituto Caro y Cuervo (Colombia), Carmen Millán de Benavides.
Los ponentes pasaron revista a este primer cuarto de siglo de existencia del Cervantes, desde su creación por ley el 21 de marzo de 1991 hasta hoy, consolidado como la institución de referencia mundial para la promoción del español y su cultura, con un total de 90 centros en 43 países. Pero no se habló solo del pasado, sino del presente y también del futuro: los numerosos retos que afrontan la entidad y la lengua que promueve en los cinco continentes.
Víctor García de la Concha, reconoció que para el Instituto «llevar el nombre de Cervantes es encontrar muchas puertas abiertas y muchos corazones abiertos». Destacó que pese a ser creado por España, es la casa de todos los hispanohablantes y que hoy, como desde el principio, es una entidad «suprapartidista» y no sometida a los vaivenes políticos.
La labor «impagable» que lleva a cabo es posible gracias a sus trabajadores, dijo, para destacar asimismo los «ilimitados» desafíos. Uno de los principales es reforzar la aún escasa presencia en Asia (está presente en Pekín, Tokio, Shanghái… pero faltan ciudades clave como Singapur) y en el África subsahariana, que «hoy está dormida pero esa franja va a despertar».
Darío Villanueva, director de la Real Academia Española (RAE), confesó tener tres motivos de felicidad. El primero, porque García de la Concha «fue un importantísimo director de la RAE durante tres mandatos y conoce perfectamente la casa». El segundo, porque la RAE y el Cervantes son «dos instituciones muy distintas pero perfectamente complementarias» que trabajan por el español. Y finalmente, porque el director del Instituto «ha retomado el desarrollo de una política panhispánica» que después de 1870 acometió la RAE para promover la creación autónoma y soberana de Academias en los nuevos países hispanohablantes.
El primer director, Nicolás Sánchez-Albornoz, rememoró los difíciles primeros pasos de una institución que nació «bajo el régimen inextinguible de la fraternidad». Pero, tras esos ideales, «el día a día fue de entrada menos vivificante que los sueños fundacionales»: hubo que buscar sede (se estableció en 1991 en Alcalá de Henares, Madrid, ciudad natal de Cervantes), establecer el funcionamiento con los tres Ministerios que le cedieron centros (Asuntos Exteriores, Educación y Trabajo) y mil y una cuestiones complejas: «Ya no bastaba la buena voluntad». La labor fue ardua, rememoró, pero cuando dejó el cargo en 1996 el Instituto «quedó encarrilado y el apoyo social y político, asegurados».
Su sucesor, el Marqués de Tamarón, autor de diversos libros sobre el español, apenas citó su gestión y prefirió disertar sobre una lengua que presenta dos características: es muy homogénea, mucho más que cualquier otra comparable con ella, y goza de una gran cohesión geográfica, si bien se habla solo en dos continentes y no en cinco, como se dice a veces. Concluyó con una reflexión: si el objetivo es aumentar a toda costa el número de alumnos, se puede morir de éxito.
Tres escritores en español
Y llegó el turno de los escritores. Todos ellos admiten su simpatía por el Instituto Cervantes, en cuyas actividades han participado en numerosas ocasiones.
El mexicano Jorge Volpi cree que «es la única institución realmente global en la difusión cultural» y reclamó a los países latinoamericanos que contribuyan más para que el Cervantes refuerce su labor promocional de la lengua y la cultura de aquellos. Elogió la «apertura generosa» del Instituto a Latinoamérica y agradeció la «difusión incondicional y desinteresada» de la cultura de toda la comunidad hispanohablante.
Antonio Skármeta dijo entender «la fascinación especial que ejerce el español sobre la gente que va a aprenderlo», porque se sumergen no solo en una lengua maravillosa, sino en una cultura rica y variada. «Quien toca la primera palabra en español está punzando el corazón de Cervantes» y se encuentra con el cine de Buñuel, el arte de Picasso y Dalí y hasta la comida de estos países. El autor chileno se atrevió a declamar una cancioncita de su invención que comienza así: «¡Qué gran emoción hablar español / todos sus vocablos cantan con encanto / al pronunciar sus sílabas tan mágicas / mi amor dice sí a todas sus palabras…».
Sergio Ramírez sentenció que, con casi 500 millones de hablantes, «el español no puede ser una lengua a la defensiva» y reclamó que, frente a la omnipresencia del inglés en muchos campos (la ciencia, la comunicación digital…), el español «debe abrir sus valvas» para admitir términos de esa lengua «y volverlos propios». Para el escritor nicaragüense, el inglés es «una lengua invasiva que afecta con gran fuerza al español pero no la sustituye» en la literatura, en la calle, el hogar ni, desde luego, entre los 50 millones de hispanos que viven en Estados Unidos y que no renuncian a la lengua española.
Por último, Carmen Millán de Benavides, directora del Caro y Cuervo, agradeció el acuerdo por el que la entidad colombiana creada en 1942 cuenta con una delegación en España precisamente en la sede del Cervantes, y destacó el «enriquecimiento mutuo» que genera la «relación respetuosa» que mantienen ambas instituciones.
La sesión plenaria celebrada en Puerto Rico, en el marco de «la fiesta del español», fue la primera de las celebraciones por los 25 años. Pero no será la última. El Cervantes se prepara para festejar su aniversario con otras actividades en España y en diversos centros del mundo a partir del próximo mes de abril.