El Meadows Museum de la Southern Methodist University, SMU (Universidad Metodista del Sur), ha anunciado la adquisición de cuatro obras que reflejan la riqueza y profundidad del arte español en distintos periodos, estilos, y géneros.
Entre las nuevas adquisiciones se encuentra Nuestra
Señora de la Soledad (1769) de Manuel Ramírez de Arellano, que
representa tanto una novedad desde la perspectiva académica sobre la obra
del artista como una importante mejora de la colección de esculturas en
terracota del Meadows,
y se suma a otras adquisiciones de los últimos años realizadas con la
misma técnica. Además, tras la exposición Dalí: Poética de lo
pequeño, 1929–1936, organizada por el Meadows en 2018, que se centró en las
pinturas de pequeño formato de Salvador Dalí, el
museo recibió en donación la Venus de Milo con cajones (1936,
fundida en1971), la primera obra escultórica de Dalí en formar parte de la
colección del museo.
Asimismo, entre las nuevas incorporaciones, se encuentra un
dibujo del renombrado artista Ignacio Zuloaga, Retrato de Margaret Kahn (1923), que
permite conocer mejor el proceso de producción del artista y pone de
relieve su éxito como retratista entre el público estadounidense, además
de la pintura Huerto
en Sevilla (c. 1880), de Emilio
Sánchez Perrier, un destacado ejemplo de la obra producida a principios
de su carrera.
En conjunto, estas nuevas obras testimonian el compromiso del
Meadows en coleccionar obras de los artistas más importantes del arte
español y establecer puntos de referencia fundamentales dentro de su
colección que fomenten nuevas investigaciones, exposiciones y publicaciones.
Sobre las nuevas adquisiciones, Mark A. Roglán, Director Linda P. y William A. Custard del Meadows
Museum, afirmó: «A medida que continuamos adquiriendo obras, nos
centramos en profundizar en los diálogos establecidos entre los objetos de nuestra colección,
además de en crear nuevas conexiones que mejoren tanto el
conocimiento académico del arte español como su disfrute por parte del
público. Nos entusiasma particularmente la idea de incorporar estas cuatro
obras a las colecciones del museo porque representan testimonios
importantes en la carrera de cada uno de los artistas, así como un aporte
fundamental a nuestra colección. Esperamos poder exponer estas obras en los
meses venideros y contribuir al conocimiento sobre cada uno de los artistas».
Salvador Dalí copió por primera vez el conocido mármol del siglo II del Museo du Louvre, la Venus de Milo, en 1936 y añadió a la emblemática obra su propio toque surrealista incorporando seis cajones en la frente, los pechos, el estómago, el abdomen y la rodilla izquierda de la estatua. El motivo de una figura femenina con cajones fascinó a Dalí y fue objeto de más exploración, como lo atestigua su presencia en dos obras relacionadas: el lienzo El gabinete antropomórfico y el dibujo Ciudad de cajones, ambas también producidas en 1936. La imaginería volvió a aparecer décadas más tarde en grabados que Dalí creó en la década de 1960. Si bien el artista nunca lo confirmó directamente, se ha sugerido que la incorporación de cajones al torso femenino representaba una exploración lingüística o un juego de palabras con la frase inglesa «chest of drawers» (que traducida literalmente significa «torso de cajones»).
La versión en escayola de la Venus de Milo que Dalí realizó en 1936 pasó prácticamente desapercibida hasta los años 60, cuando comenzó a reproducirse en una infinidad de publicaciones, que incluían amplias variaciones de la pátina y la altura de la escultura. La versión adquirida por el Meadows Museum —un bronce pintado de blanco para imitar el mármol original que lo inspiró— guarda una estrecha semejanza con la primera figura de escayola de Dalí en todos los aspectos, excepto por su pequeña escala. La adquisición de la Venus de Milo con cajones sigue a la exposición Dalí: Poética de lo pequeño, 1929–1936, que el Meadows celebró en 2018 y en la que destacaba la pintura de pequeño formato de Dalí como otro aspecto de la increíble variedad de su producción artística; la exposición captó la continua popularidad de la obra del artista. Esta nueva obra es también la primera escultura de Dalí en incorporarse a la colección del Meadows, lo que proporciona una mayor representación de su obra en las colecciones del museo. La Venus de Milo con cajones ha ingresado a la colección del Meadows como una donación del señor Daniel Malingue, quien colaboró con el museo en su reciente exposición de Dalí.
Ignacio Zuloaga es conocido como uno de los pintores españoles más celebrados de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Nacido en el seno de una familia de artesanos de la ciudad vasca de Eibar, Zuloaga se formó inicialmente como herrero. Sin embargo, tras ver las obras de maestros españoles como El Greco, Velázquez y Goya en 1887, comenzó a dedicarse a la pintura, estudiando y trabajando en Roma, París y por todo el territorio español. Hacia 1900, ya exponía internacionalmente sus pinturas y era ampliamente reconocido por el uso de una rica paleta de colores y sus espectaculares paisajes y escenas costumbristas. Pese a que Zuloaga es célebre por sus representaciones de la cultura y la identidad españolas, se hizo famoso sobre todo como retratista. Aunque la mayoría de los encargos de retratos que recibió Zuloaga fueron óleos, sus dibujos revelan muchas de las mismas cualidades formales. Con Retrato de Margaret Khan, donado al Meadows Museum por el nieto de Zuloaga, Rafael de Zuloaga y Suárez, el museo añade un importante exponente del proceso y la técnica artística de Zuloaga. Retrato de Margaret Khan es, además, el primer dibujo del artista en formar parte de la colección del Meadows, uniéndose a tres importantes pinturas ya en la colección: El torero «El Segovianito» (1912); Vista de Alquézar (c. 1915–20) y Retrato de la duquesa de Arión, marquesa de Bay (1918).
Celebrado en su
país natal y en toda Europa, Zuloaga también fue un favorito del
público estadounidense, que expresó particular interés en ser retratado
por el artista. El Retrato de Margaret Khan capta la
relación que Zuloaga mantuvo con la elite estadounidense; el
dibujo retrata a una heredera de una de las fortunas financieras de Nueva
York. Si bien se desconoce de qué manera Kahn llegó a ponerse en contacto
con Zuloaga, es posible que conociera la obra del artista en la exposición
de 1916 realizada por la Duveen Gallery de Nueva York, que le catapultó a
la fama entre el público estadounidense.
Manuel Ramírez de Arellano nació en el seno de una destacada
familia de artistas de Zaragoza. A pesar de la documentación existente
acerca de los talleres de su familia y de la participación de su padre en
el establecimiento de una de las primeras academias de arte de España, la
Academia del Dibujo, se sabe muy poco sobre la vida y trayectoria profesional
de Ramírez. Ramírez es reconocido principalmente por tres importantes
encargos que realizó para la Cartuja de Aula Dei, un monasterio cartujo
ubicado a las afueras de Zaragoza. Entre los mencionados encargos, se
encontraba la creación de un marco de puerta de elaborada decoración (c.
1750), el retablo del altar mayor en el que se representa la Asunción
de la Virgen (c. 1762) y una serie de estatuas a tamaño real
alineadas en la nave principal de la iglesia (c. 1772). El último de los
encargos supone una colaboración históricamente significativa con
Francisco de Goya y Lucientes, a quien se encargó en la misma época
pintar los frescos de la nave.
Nuestra Señora de la Soledad es de una singularidad excepcional no sólo por lo que enseña acerca del alcance y profundidad de la obra de Ramírez, sino también por la información que ofrece sobre la producción misma de la obra. Así, aunque existen documentos que indican que Ramírez realizó esculturas en terracota a pequeña escala para el culto individual, Nuestra Señora de la Soledad permite probar este aspecto de su producción artística. Además, la detallada inscripción en la base de la estatua, donde se lee, «El 8 de enero de 1769, en Madrid. Realizada por Manuel Ramírez», atribuye con certeza la obra a la mano del artista. Este es un dato particularmente notable, dado que la mayoría de las esculturas de la época se producían en talleres, lo que dificultaba atribuciones de carácter individual. También ubica a Ramírez en Madrid en una fecha determinada, aportando detalles sobre su vida que antes se desconocían.
A pesar de la vasta colección de escultura que posee el Meadows, Nuestra Señora de la Soledad, que retrata a la Virgen María en un silencioso momento de duelo, es la primera escultura de devoción mariana en incorporarse a la colección del museo, llenando así un importante vacío entre sus fondos.
Además, la adquisición, que llevó a cabo el Meadows y financiada por Barbara Wright McKenzie y Mike McKenzie, se suma a otras destacadas incorporaciones recientes de obras en terracota policromada, lo que amplía la diversidad de objetos de esta técnica presentes en la colección del museo.
Emilio Sánchez Perrier fue un paisajista muy popular y coleccionado —en España y en los Estados Unidos— tanto durante su vida como tras su fallecimiento. Miembro de un grupo de pintores sevillanos a veces designado como la escuela de Alcalá de Guadaíra, Sánchez Perrier ejemplifica en su obra la evolución del paisajismo durante finales del siglo XIX, época en la que el interés de artistas y coleccionistas pasó de centrarse en perspectivas idealizadas de la tradición romana a preferir un enfoque realista al aire libre que realzara la observación directa de la naturaleza.
Al sumar a sus fondos la obra Huerto en Sevilla de Sánchez Perrier, el Meadows incorpora otro cuadro del artista a la colección. El Meadows también posee la pintura Paisaje fluvial (Vista del Sena en Villennes) (c. 1895), una obra que el artista realizó bastante más tarde en su carrera. La nueva adquisición data de los primeros años de su carrera y es de un tamaño mayor al de Paisaje fluvial (Vista del Sena en Villennes). Huerto en Sevilla también complementa otras obras de la colección, incluida la pintura Damas y caballeros visitando un patio del Alcázar de Sevilla (1857), de Joaquín Domínguez Bécquer, uno de los primeros maestros de Sánchez Perrier en Sevilla, y la reciente adquisición del museo, Playa de Portici (1874), del famoso contemporáneo de Sánchez Perrier, Mariano Fortuny y Marsal.
En Huerto en Sevilla, se representa un jardín público adyacente al Real Alcázar de Sevilla, conocido como Huerta del Retiro, y la obra forma parte de un grupo de pinturas de Sevilla y sus muchos edificios históricos y jardines. Sin embargo, la obra se destaca por dos características. En primer lugar, la precisión técnica del artista, que capta a la perfección el juego de luces en las copas de los árboles y las yerbas altas del jardín, así como en las paredes de los edificios que lo rodean. En segundo lugar, su tamaño: significativamente mayor al de las otras obras conocidas del artista. Esta obra se pintó en una época en la que la reputación de Sánchez Perrier crecía y en la que el artista buscaba cada vez más oportunidades de exponer fuera de Sevilla, especialmente en París. La obra se une a la colección gracias a una adquisición del museo financiada por Linda P. y William A. Custard, Gwen y Richard Irwin, y los amigos del Meadows Museum.
Acerca del Meadows Museum
El Meadows Museum es la principal institución estadounidense y centro de referencia dedicada al estudio y la difusión del arte español. En 1962, el empresario y filántropo de Dallas Algur H. Meadows donó su colección privada de pintura española a la Southern Methodist University, junto con fondos para establecer un museo. El museo abrió sus puertas en 1965, dando así el primer paso para cumplir lo que Meadows había concebido como «un pequeño Prado para Texas».
En la actualidad, el Meadows cuenta con una de las colecciones de arte español más extensas y completas fuera de España. La colección abarca desde el siglo X hasta el siglo XXI, y cuenta con objetos medievales, escultura renacentista y barroca y destacadas pinturas del Siglo de Oro, así como de maestros modernos.
Para más información: https://meadowsmuseumdallas.org/