Uno de los artistas más importantes del panorama artístico de la segunda mitad del siglo XIX y pionero en la introducción del paisaje realista en España Organizada con el Meadows Museum de Dallas, donde se exhibirá el próximo año bajo el sugerente título “Impresiones de Europa”, y gracias a la colaboración de la Comunidad de Madrid, la muestra reúne más de cuarenta pinturas que se exponen junto a un numeroso conjunto de acuarelas, dibujos y cuadernos, la mayoría no expuestos nunca antes en España
A partir de mañana, 30 de octubre y hasta el 10 de febrero de 2013, el visitante podrá conocer por primera vez en profundidad la obra del paisajista madrileño nacido en El Escorial, Martin Rico (1833-1908), uno de los pintores españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XIX, del que el Prado alberga la mayor y más relevante colección. A los doce lienzos, cuarenta cuadernos y un álbum de acuarelas que posee el Museo, se suman en esta primera exposición monográfica del artista, obras maestras procedentes de museos de todo el mundo, en especial las que viajan desde EE.UU, del Metropolitan Museum y de la Hispanic Society de Nueva York que se muestran por primera vez en España.
La importante selección de obras permitirá al visitante un recorrido por todas las fases de la carrera de Martín Rico, el paisajista español que mayor proyección internacional tuvo en su tiempo con sus “impresiones de Europa”, desde sus tempranos paisajes de la Sierra de Madrid hasta sus composiciones realizadas en París y finalmente en Venecia.
Pionero en la introducción del paisaje realista en España, su especial captación de la luz y de las peculiaridades de las ciudades a las que viajó le dieron un gran reconocimiento en su época, particularmente en EE.UU donde su obra está presente en distintos museos y colecciones particulares. Su proyección internacional se debió a su ambición por labrarse una carrera fuera de España gracias a la oportunidad que le dio, en 1862, obtener una pensión para el estudio del paisaje en el extranjero. Durante más de cuarenta años, hasta su muerte, trabajó en París y Venecia, donde captó la belleza de las dos ciudades y contactó con destacados artistas europeos e internacionales, entre ellos Camille Pisarro, uno de los primeros impresionistas y Daubigny, paisajista francés de la escuela de Barbizon.
El perfil cosmopolita del artista hizo que sus obras tuvieran mayor éxito fuera de España por lo que, con la excepción del Museo del Prado, es un pintor poco representado en las colecciones institucionales de nuestro país. Por ello, la exposición pretende contribuir a la mejor difusión y conocimiento del artista además de dar continuidad a la línea de recuperación y puesta en valor de los principales maestros de la pintura española del siglo XIX en la que el Museo está trabajando en los últimos años.
Tras su presentación en Madrid, la muestra viajará al Meadows Museum de Dallas para su exposición allí del 10 de marzo al 7 de julio de 2013.
La exposición
“El paisajista Martín Rico (1833-1908)” presenta de forma cronológica y en cinco secciones un total 43 óleos -más un retrato a Martin Rico pintado por Sorolla-, 9 acuarelas, 40 cuadernos de apuntes propiedad del Prado y 9 dibujos cedidos por la Hispanic Society de Nueva York, con el fin de mostrar al público su trayectoria artística más completa, desde sus primeros paisajes de la Sierra de Madrid, relacionados con el romanticismo, su posterior estancia en París, sin dejar, sin embargo, de trabajar en Granada, Sevilla o Toledo -donde sus vistas españolas tuvieron una especial originalidad por su luminosidad y frescura-, hasta su aportación realizada desde Suiza e Italia, singularmente desde Venecia, ciudad en la que alcanzaría su madurez artística.
Entre las obras más destacadas incluidas en la exposición figuran Torre de las Damasen la Alhambra de Granada del Museo del Prado, su primer logro en la búsqueda de una armonía entre arquitectura y vegetación, perteneciente a su época en Granada donde coincidió con Mariano Fortuny, decisiva huella en su carrera; la vista El Sena en Poissy, procedente del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, un ejemplo de su paso por Francia donde abordó los motivos de los ríos próximos a París y en los que según su seguidor, Aureliano de Beruete, refleja mejor que en otros paisajes su talento y personalidad; y, Santa Maria della Salute, Venecia, de una colección privada, es el último óleo de la exposición y una de las pinturas más importantes de su período final en el que reunió todos los motivos que le habían interesado a lo largo de sus casi tres décadas en Venecia.
Las pinturas de la exposición se intercalan con nueve acuarelas, algunas de gran calidad como Sevilla, procedente de The Walters Art Museum de Baltimore, pintada durante su estancia en Sevilla entre 1872 y 1875. Al igual que en sus vistas anteriores de la Alhambra, aquí Rico reunió los testimonios arquitectónicos de resonancias árabes con una vegetación de gran belleza y radiante luz primaveral.
Por su parte, los cuarenta cuadernos de dibujos de la colección del Museo, adquiridos en 2007, que acompañan a los cuadros de la exposición, invitan al espectador a comprender su proceso creativo y a apreciar su faceta de dibujante.
Realizados al natural como muchas de sus composiciones constituyen un valioso testimonio de los aspectos que más le interesaban, los motivos históricos y monumentales que se reflejarían luego en sus pinturas al óleo, dándoles un carácter más profundo a sus vistas de ciudades de España. En ellos utilizó más frecuentemente el lápiz, aunque, al final de su vida, empleó también tinta a pluma en algunos cuadernos venecianos.
La exposición acaba con la etapa más conocida de su carrera, doce lienzos que pintó desde 1873 a 1902, cuando descubre Venecia y queda deslumbrado por el color, los reflejos y la luz. Es a través de las vistas de la ciudad cuando perfecciona definitivamente su estilo y cuando marchantes internacionales difunden su obra entre las mejores colecciones norteamericanas.
Catálogo
Considerando la falta de estudios monográficos sobre el artista, fuera del artículo de 1908 de Aureliano de Beruete y del texto biográfico de Du Gué Trapier, de 1937, el catálogo editado con motivo de esta muestra tiene una importancia extraordinaria.
Está compuesto por un ensayo principal que estudia la personalidad artística de Martín Rico, las fichas de las obras expuestas y las de los dibujos de los cuadernos que corren a cargo del comisario de la muestra, Javier Barón. Además, incluye, una biografía fundamental para contextualizar las fechas de los viajes del artista y sus principales obras escritas por Claude Rico Robert, nieta del artista, quien también ha colaborado generosamente en la preparación de la exposición.
Secciones de la exposición
1. Los inicios como paisajista (1854-1861)
Esta sección incluye los comienzos de su actividad como acuarelista, a través de un álbum con vistas realizadas al natural de El Escorial, Segovia y Ávila que posee el Prado, y como pintor al óleo, con vista de Covadonga, la sierra de Guadarrama, los alrededores de Madrid y Azañón (La Alcarria). En estas obras su pintura evoluciona desde una concepción panorámica propia del Romanticismo, hacia otra más realista, con una atención mayor a las calidades de las hierbas, rocas y árboles representados y a la luz natural.
2. El camino hacia el realismo. Estancia en Suiza y Francia (1862-1870)
Los trabajos seleccionados en esta sección revelan ya un marcado estilo realista en los numerosos dibujos de gran tamaño y cuadernos de apuntes que realizó del natural durante su estancia en Suiza, donde formó parte del círculo de Alexander Calame, y, posteriormente, en Francia, donde apreció los paisajes fluviales de Charles-François Daubigny (1817-1878) y de otros pintores de Barbizon y pintó en las orillas del Sena obras de cuidada ejecución y límpida atmósfera que comenzaron a ser apreciadas por los marchantes Reitilinger y Goupil, establecidos en París.
3. Vistas españolas (1870-1893)
Las obras de esta etapa manifiestan un período de especial luminosidad y frescura de color, más cercano a Fortuny, con quien entró en contacto durante su estancia en Granada en 1871. La influencia de Fortuny fue decisiva en la trayectoria de Rico. La emancipación del realismo anterior se revela, especialmente, en las vistas de la Alhambra y de otros lugares como Sevilla, Fuenterrabía, Toledo y Madrid.
4. Vistas francesas e italianas (1872-1886)
Esta sección muestra la fase madura de Rico con la incorporación de una luz intensa combinada con una ejecución preciosista en tonos muy claros que se hace evidente en sus vistas de Cloyes, París, Chartres, Beaulieu o Verona, ciudad esta última en la que manifiesta un renovado interés por los cursos de agua, núcleo de su producción pictórica.
5. Vistas venecianas (1873-1908)
La etapa más conocida de su carrera, a partir de 1873, está representada en esta sección con sus mejores obras. El descubrimiento de Venecia como un gran taller al aire libre le hizo perfeccionar su definitivo estilo, en un perfecto equilibrio entre la suavidad de ejecución, la finura de la captación de la luz y las calidades cromáticas. La fascinación por la atmósfera, pictórica por excelencia, de la ciudad, le llevó a utilizar sus dotes de colorista para captar en todo su esplendor su ambiente y, en ocasiones, crear una Venecia sorprendente e imaginaria, llevado de su gusto por la belleza.
En Venecia trabajó hasta su muerte alentado por la excelente recepción que sus pinturas tenían entre su clientela internacional, en especial la norteamericana.
Cronología de Martín Rico
1833
Nace en Madrid el 12 de noviembre.
1845-57
Se inicia en la técnica del grabado en madera. Asiste a clases con el paisajista Vicente Camarón y luego, en la Real Academia de San Fernando, con Genaro Pérez Villaamil. Allí tiene como profesor de Dibujo del Natural a Antonio Ribera y de Colorido a Federico de Madrazo. Traba amistad con Eduardo Rosales y Raimundo de Madrazo.
1856-59
Realiza campañas anuales sucesivas en Covadonga, Sierra Nevada, el Guadarrama y la Alcarria. Obtiene una mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1858 por Un paisaje del Guadarrama y una tercera medalla en la de 1860 por Un país. Cercanías de Azañón.
1861
Logra una pensión de paisaje para el extranjero tras superar con brillantez la oposición con el cuadro Paisaje de la Casa de Campo.
1862-67
Reside en París. Campaña de verano en 1862 en Suiza con Alexandre Calame y viaje a Londres. En el verano de 1864 pinta en los alrededores de París, en La Varenne, donde coincide con Camille Pissarro. Es influido por Charles-François Daubigny. Obtiene dos segundas medallas en las Exposiciones Nacionales de 1864 y 1866. Este año conoce a Mariano Fortuny.
1868-70
Comienzo de su éxito de ventas, apreciado por William H. Stewart y por Goupil.
Campañas de Poissy. En diciembre de 1869 se casa con Louise Priet. En 1870, campaña de Bougival y vuelta a España, al Escorial.
1871-72
En 1871 pinta en Granada con Mariano Fortuny y al año siguiente en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), la Turena (Francia) y Fuenterrabía (San Sebastián).
1873-78
Viaja a Italia en 1873 y pinta en Roma, Nápoles y Venecia. Esta última le fascina y vuelve en 1874. Al año siguiente trabaja en Sevilla y Toledo, y en 1876 en Chartres y Sèvres. En 1878 recibe la Legión de Honor por su contribución a la Exposición Universal de París.
1879-98
Se traslada cada primavera y cada verano a Venecia (excepto en 1893) y pinta en la Costa Azul (1881), Madrid (1882), Tívoli (1885), Verona (1886), Cannes (1888), Núremberg (1892) y Toledo (1893). En 1889 obtiene una medalla de plata en la Exposición Universal de París. En 1898 muere su esposa Louise.
1900-08
Fija su domicilio en Venecia. En 1900 se casa con María Sofía Breda Dubrowska, y al año siguiente nace su hija Isabel Eleonora. A partir de 1902 veranea en Belluno, en los Alpes dolomíticos. En 1905 cuatro de sus obras ingresan en el Museo del Prado a través del Legado de Ramón de Errazu y en 1906 publica sus memorias, Recuerdos de mi vida.
1908
Fallece en Venecia el 13 de abril.