Aforo reducido, circulación regulada, señalización y adopción de medidas higiénico-sanitarias, serán los ejes de la visita a partir de ahora en el Reina Sofía de Madrid
Después de casi tres meses cerrado, el Museo Reina Sofía se prepara para recibir al público y lo hará el sábado 6 de junio, a las 10 de la mañana, como es habitual, con entrada gratuita durante este fin de semana. Se ha trabajado intensamente en diferentes áreas con el fin de garantizar que la calidad de la visita goce de todas las garantías y sea así percibido, para tranquilidad de público y trabajadores.
La apertura de los espacios del Museo se va a realizar de manera progresiva, por lo que en paralelo se ha adoptado la decisión de que el precio de la entrada también se reduzca a 5 euros. Se van a mantener las franjas horarias gratuitas y como novedad, el Museo, solo por el momento, cerrará los domingos por la tarde.
El público podrá acceder a la mayoría de las salas ubicadas en la segunda planta del edificio Sabatini y contemplar las obras emblemáticas de la Colección, como Guernica de Pablo Picasso; Muchacha en la Ventana de Salvador Dalí, o Un mundo de Ángeles Santos.
Los espacios dedicados al Cubismo, Surrealismo, Óscar Domínguez, Buñuel, Miró, Julio González o donde se expone la obra de Richard Serra y Juan Muñoz están preparados para recibir a los visitantes, que podrán también acceder al jardín y a las terrazas de Nouvel, donde en estos momentos se muestran trabajos de Cristina Iglesias, Calder o Miralda.
En el Retiro, en el Palacio de Velázquez, también quedará abierta la exposición temporal dedicada a Mario Merz. Todavía tendrán que pasar algunos días para que el público pueda entrar en La Biblioteca y Centro de Documentación del Museo.
Aforo reducido, una experiencia más íntima
Para garantizar el distanciamiento de seguridad y en función del espacio expositivo que va a estar abierto al público en un primer momento, con la reducción del aforo a un tercio, en la sede principal del Museo se permitirá la entrada a un máximo de 938 personas. Se ha implantado un sistema automático que permitirá conocer en tiempo real las personas que hay dentro del edificio.
También se ha establecido un límite en cada una de las salas, siempre atendiendo al número de metros cuadrados y al espacio. Por ejemplo, la zona que acoge Guernica, de Pablo Picasso, contará con un aforo de 30 visitantes; la exposición dedicada a Mario Merz, en el Palacio de Velázquez del Parque de El Retiro, puede acoger a 108 visitantes. También la Biblioteca y Centro de Documentación reducirá el aforo a un tercio de su capacidad cuando pueda acceder el público.
Cada una de las salas expositivas está debidamente señalizada para que se conozca el límite de personas que pueden acceder a ellas.
Esta inevitable disminución de la afluencia de público va a posibilitar un cambio en la experiencia estética al gozar de una visita más tranquila, que permitirá mantener una forma más íntima y personal de interactuar con las obras.
La Visita: la atención y el cuidado
El Museo Reina Sofía está poniendo especial énfasis en implementar la comunicación con su público, antes y durante la visita. Para ello se va a reforzar la información que aparece en la web, en los medios y en las redes sociales. Dentro del Museo se va a extremar el cuidado para que en todo momento el público cuente con una atención personalizada a través de mediadores e informadores.
Al menos durante un tiempo no se van a realizar visitas guiadas ni de grupos, permitiéndose las de carácter individual y las de integrantes de una unidad familiar.
Formando parte del programa de mediación autónoma Como la palma de mi mano, se han diseñado unos recorridos presenciales con mediador de unos 20 minutos de duración, para ser realizados por los públicos con la presencia física de un mediador/a, tanto de forma individual como por unidad familiar.
Estos recorridos estarán disponibles para Guernica, Richard Serra, el jardín del Museo y la exposición de Jörg Immendorff. También habrá recorridos presenciales autónomos en línea realizados por los públicos que utilizarán sus propios dispositivos móviles, sin la presencia de mediadores.
De cara a evitar el intercambio de elementos de uso común entre personas, el Museo va a potenciar la adquisición de entradas a través de la web, incluso en las franjas de horario gratuito, aunque estarán abiertas las taquillas; en ellas se va a recomendar el pago preferente con tarjeta bancaria.
El público que acuda al Museo podrá acceder al interior del edificio con sus pertenencias, siempre que no se trate de grandes bultos, ya que momentáneamente no se puede ofrecer servicio de consigna.
En el empeño de que la visita sea lo más satisfactoria posible se va a intentar cuidar en todo momento al visitante, poniendo el énfasis en los más vulnerables, por ejemplo, si hay un tiempo de espera a la hora de acceder al Museo, a las salas o a los ascensores.
Como por razones de higiene se ha evitado el uso del papel, y por el momento no están disponibles las audioguías, el visitante podrá acceder a la información a través de la web, pudiendo descargarse en el móvil todo aquello que antes encontraba en los folletos. Para mayor comodidad, todas las salas contarán con un Lector Código QR que agilizará el proceso de consecución de la información.
Una circulación ordenada y señalizada
Conforme a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, se han extremado las medidas para regular la circulación del público de cara a evitar el cruce de visitantes y las concentraciones en determinados espacios. En la puerta de la Plaza de Juan Goytisolo se han habilitado dos vías independientes para el visitante: un acceso para entrar y otro para salir del Museo. Con el fin de garantizar la distancia de seguridad de 2 metros y evitar el contacto entre personas, se han reorganizado los recorridos de forma que haya una circulación coherente por salas y pasillos señalizados debidamente con marcas en el suelo e indicadores de dirección. Así, y una vez dentro del edificio, el público será informado, tanto de manera personal como a través de señalización del circuito previamente establecido, de la forma de acceso a los lugares que quiera visitar.
Una de las dos torres de Cristal con sus tres ascensores será utilizada únicamente para subir y la otra para bajar. No obstante, se va a recomendar el uso de escaleras, dado que se restringe el uso de los ascensores a un reducido número de personas.
Otras medidas: con todas las garantías
Las disposiciones adoptadas de carácter higiénico-sanitarias para que la vuelta del público goce de todas las garantías contemplan el uso obligatorio de mascarilla para el visitante y de mascarilla y guantes para los trabajadores. Por otro lado, ya se han dispuesto numerosos puntos con dispensadores de soluciones hidroalcohólicas y geles higienizantes y procedido a la instalación de mamparas transparentes en todos los mostradores de información, mediación y puntos de interacción con el visitante.
Antes de abrir sus puertas, el Museo ha sido sometido a varias desinfecciones que vienen a garantizar el estado de salubridad del edificio.
Asimismo, se va a incrementar la frecuencia de la limpieza de todos los espacios, especialmente las zonas de mayor afluencia donde de manera periódica se procederá a desinfectar los elementos más sensibles como mostradores, escáneres o vitrinas.
Sobre la Biblioteca y Centro de Documentación
Cuando unos días después de abrir el Museo entre en funcionamiento la Biblioteca, lo hará con aforo reducido, dándose preferencia a usuarios especializados en arte contemporáneo o investigadores. Para mantener la distancia de seguridad en la sala se asignarán los asientos a utilizar.
En cuanto a la consulta de archivos en el Centro de Documentación, podrá ser realizada por una persona cada vez y mediante cita previa. Se va a evitar que el material prestado circule entre distintos usuarios, así que una vez devuelto será sometido a una cuarentena de seguridad de 14 días.
Como medidas preventivas, de manera temporal se va a suprimir el préstamo/uso de IPADs o sistemas informáticos del Museo, el canje bibliográfico entre instituciones, el préstamo interbibliotecario de copias físicas y la impresión y entrega física de carnés.
Lo que viene
Según se vaya normalizando la situación y siempre de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, el Museo irá abriendo más espacios de manera progresiva para que el público acceda a más obras de la Colección y exposiciones temporales. Se espera poder dar acceso próximamente a la exposición de Musas Insumisas o a la dedicada a Ignacio Gómez de Liaño.
Está previsto abrir en julio el Palacio de Cristal del Retiro, con la obra de Petrit Halilaj. A finales de ese mismo mes podrá verse la exposición dedicada a Concha Jerez y en septiembre se presentarán las dos exposiciones de arte sonoro: Disonata y Audiosfera.
Ya en octubre, la obra de Anna-Eva Bergman ocupará el Palacio de Velázquez. En este mismo mes también está previsto que abra la muestra de El Niño de Elche, en el contexto del Programa Fisuras.
Por último, la exposición de Mondrian y De Stilj estará abierta al público, si no se producen cambios imprevistos, el próximo mes de noviembre.