
Las funciones contarán con el elenco chileno original de la obra formado por Evelyn Ramírez (mezzosoprano), Marcela González (soprano), Nicolás Fontecilla (tenor), Sergio Gallardo (bajo-barítono), María Paz Grandjean (actriz), Francisco Arrázola (actor y bailarín), Manuel Páez (músico)
Coincidiendo con el Dia Mundial de la Lengua Materna, declarado por la UNESCO cada 21 de febrero, se presenta en el Teatro de la Zarzuela durante tres días, del 21 al 23 de febrero, la ópera, cuyo libreto fue escrito por Rodrigo Ossandón.
La ópera relata desde el punto de vista de los pueblos indígenas el encuentro de la comunidad aonikenk –habitante de la bahía San Julián– (en su propia lengua significa «gente del sur») o tehuelches (en lengua mapuche) fueron los últimos aborígenes en poblar la actual provincia de Santa Cruz, al sur de la Patagonia con la tripulación de Magallanes.
Se trata de una coproducción de los teatros chilenos Biobío y del Lago creada durante la pandemia para conmemorar los 500 años de la expedición de Magallanes
La presentación de esta ópera simboliza el espíritu de cooperación internacional que busca fomentar el Teatro de La Zarzuela
El teatro de la Zarzuela presenta estos días el estreno en España de ‘Patagonia’, obra coproducida por los teatros chilenos Biobío y del Lago, con la que han obtenido, entre otros importantes reconocimientos, el
Premio Ópera XXI a la Mejor Ópera Latinoamericana de 2023, con música de Sebastián Errázuriz, que ejercerá también de director musical, y libreto de Rodrigo Ossandón, el montaje cuenta con dirección de escena y dramaturgia de Marcelo Lombardero – que tras su exitoso paso como director artístico por el Teatro Colón de Buenas Aires, ahora ha tomado las riendas del Bellas Artes de México -.
El foso de la orquesta estará ocupado por solistas de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM), titular de La Zarzuela.
“Es inédito y un orgullo que una creación y producción escénica nacida en el sur de Chile esté circulando a este nivel”, comenta Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío, quien destaca la apuesta de esta institución por impulsar proyectos artísticos que generen impacto regional, nacional e internacional. “Esto ocurre cuando se crea una obra escénica que hace eco en los públicos tanto por su propuesta estética como por su narrativa”, asegura Peró sobre esta historia que ofrece una mirada diferente de la llegada de los europeos a América, al tiempo que afirma que “también es fruto de un virtuoso trabajo colaborativo, tanto con el equipo artístico de la ópera como entre las instituciones que hemos formado parte del mismo”, en especial referencia a los teatros que han confiado en ‘Patagonia’ tras su estreno: el Municipal de Las Condes, el Teatro Cervantes de Buenos Aires y ahora el de La Zarzuela.
Creada en Chile durante la pandemia en el marco de la conmemoración del Quinto Centenario de la expedición de Magallanes, ‘Patagonia’ relata el encuentro de la comunidad aonikenk o tehuelche con la tripulación del navegante portugués desde el punto de vista de los propios indígenas del territorio patagónico.
La producción ha recibido importantes reconocimientos como Mejor Nueva Producción Latinoamericana por Ópera XXI y Ópera Latinoamérica, y Mejor Puesta en Escena de Ópera por el Círculo de Críticos de Arte de Chile.
Isamay Benavente, directora del Teatro de la Zarzuela, resalta que “es un honor contar con la ópera ‘Patagonia’ en la temporada del teatro y más teniendo en cuenta que no sólo es estreno en España sino que además participan los mismos cantantes que la estrenaron tan exitosamente en Chile”.
Benavente pone en valor así mismo el hecho de que sean Sebastián Errázuriz y Marcelo Lombardero, “dos figuras fundamentales de la música y la escena Latinoamérica respectivamente”, quiénes están a la cabeza del proyecto.
El estreno en España de esta ópera de cámara en dos actos simboliza el espíritu de cooperación internacional que busca fomentar el Teatro de La Zarzuela.
Actividades paralelas: En torno Patagonia
‘Patagonia’ aborda temas universales y actuales como la búsqueda de identidad, la herida colonial o la conexión espiritual con la tierra. Estos temas no sólo resuenan en el contexto histórico y cultural de América Latina, sino también en la realidad de España como espacio de encuentro y diálogo con comunidades migrantes de origen latinoamericano. En este marco, el Teatro de la Zarzuela y el Círculo de Bellas Artes se han posicionado como referentes de esa reflexión social y cultural fomentando un diálogo intercultural.
Además de varios encuentros celebrados en el propio Círculo y en el Centro Cultural La Parcería, el próximo miércoles 19 de febrero a las 18h30 se podrá disfrutar en la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes la mesa redonda ‘Lenguas vivas: Un diálogo sobre el español en movimiento’, con la participación de la Catedrática Consuelo García Gallarín, el periodista Winston Manrique Sabogal y la escritora y profesora Ana Pellicer.
Sobre Aónikenk
Los tehuelches, aonikenk o patagones son un pueblo indígena de la Patagonia en América del Sur, cuyos exponentes actuales viven en Argentina. El nombre complejo tehuelche ha sido usado por investigadores en sentido amplio para agrupar a un conjunto de pueblos amerindios de la Patagonia y la región pampeana.
Desde hace miles de años las estepas patagónicas estaban habitadas por el pueblo Aónikenk, la rama más austral del grupo lingüístico y cultural Tehuelche.
Organizados en bandas de cazadores-recolectores, los Aónikenk eran una sociedad básicamente igualitaria que se desplazaba a pie por los extensos territorios situados entre el río Santa Cruz y el Estrecho de Magallanes en busca de guanacos, ñandúes y otros animales comestibles.
Con un detallado conocimiento del territorio, frecuentaban sitios en donde se concentraba la caza y establecían periódicamente sus campamentos (aike) en aquellos lugares.
Las expediciones españolas a la región del Estrecho de Magallanes establecieron tempranamente contacto con los Aónikenk, denominados patagones por los europeos debido a su gran tamaño.
Con el tiempo, el contacto sería cada vez más usual y los indígenas entablaron relaciones amistosas con los navegantes que cruzaban el estrecho.
El contacto con los europeos no sería el único factor de cambio para la cultura Aónikenk, puesto que a fines del siglo XVII la expansión mapuche hacia las pampas no tardó en hacerse sentir.
Más allá de sangrientos conflictos interétnicos, la influencia del pueblo mapuche fue fundamental por cuanto introdujo el caballo, elemento de transporte que revolucionó el modo de vida Aónikenk. La utilización del caballo facilitó el transporte entre los territorios de caza y determinó el reemplazo del tradicional arco y flechas por las boleadoras, en cuyo uso los Aónikenk llegaron a ser expertos.
La fundación del Fuerte Bulnes en 1843 marcó el comienzo de la declinación del pueblo Aónikenk.
Acostumbrados al intercambio con navegantes europeos en el Estrecho de Magallanes, el contacto con la población chilena sin embargo fue un factor de desestructuración social, por cuanto masificó el consumo de alcohol en la población indígena.
La introducción de la ganadería ovina en 1876 y la posterior instalación de grandes estancias ovejeras arrinconaron a los Aónikenk a lugares cada vez más apartados. Los intentos por reducirlos a reservas nada pudieron contra el inveterado nomadismo Aónikenk y la rapacidad de los grandes empresarios ovejeros que acabaron por despojarlos de todo su territorio.