A fecha de hoy, el sonido de ‘Marianela’ es desconocido para propios y extraños: únicamente se conserva la partitura, no hay grabaciones. Con esta ópera el Teatro celebra asimismo el AÑO GALDÓS, que conmemora el centenario del fallecimiento del escritor
La preservación, la recuperación, la revisión y la difusión de nuestro patrimonio lírico, son cometidos esenciales y obligados del Teatro de la Zarzuela. Así lo exigen sus estatutos y el coliseo lo cumple minuciosamente cada temporada.
Es por ello que la programación de ‘Marianela’, ópera en tres actos de Jaime Pahissa, sea una de las apuestas musicalmente más seductoras de la temporada 2020/2021, y más si se tiene en cuenta que no existe grabación alguna de la composición.
Con libreto de dos pesos pesados, los hermanos Álvarez Quintero –Serafín y Joaquín–, que a lo largo de su vida llegaron a escribir más de 200 obras de diferentes géneros, y que en esta ocasión adaptan su propia obra teatral sobre la novela homónima de Benito Pérez Galdós, el Teatro celebra también, de esta manera, el Año Galdós que conmemora el centenario del fallecimiento del literato canario en 1920.
‘Marianela’ se estrenó el 31 de marzo de 1923 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con el propio Pahissa como director. Él, no en vano, y como indica el ilustre musicólogo Emilio Casares, “es una de las personalidades más destacadas de la creación musical española de la primera mitad del siglo XX, y uno de los más relevantes compositores de ópera”. Sus siete títulos, casi todos de éxito, lo sitúan “en la cumbre de nuestra historia lírica”, y con ‘Marianela’ Pahissa logra una obra donde “no hay altibajos, y en cada acto mejora al anterior.” Profesor de estética y composición en el Conservatorio del Liceu y director de la Escuela Municipal de Música de Barcelona, con la llegada de la Guerra Civil tuvo que exiliarse. Marchó a Argentina, que terminó por convertirse en su patria definitiva. También, lo más probable, es esta una de las claves de su olvido.
Por esta razón, y las más arriba mencionadas, el viernes 27 (20h00) y el domingo 29 de noviembre (18h00) serán días de fiesta para nuestra lírica.
Volverá a escucharse ‘Marianela’, a la que tras su estreno argentino de 1946 promovido por el colosal Teatro Colón de Buenos Aires se le perdió la pista. Música totalmente nueva, pues, como todas las restituciones del coliseo, para nuestros oídos del siglo XXI.
Los dos conciertos que ahora hacen justicia al compositor y a la obra, estarán dirigidos por Óliver Díaz, quien al frente de la Orquesta Titular del Teatro, la ORCAM, deberá afrontar una partitura compleja en la que la melodía y el canto son protagonistas. La orquesta, como señala Casares, ha de ser brillante y luminosa, vigorosa y expresiva. Y el canto, exigente para los intérpretes, “sobre todo por la importancia que se da a los agudos”, aspecto este “muy valorado por la crítica y el público.”
Será, por tanto, una buena ocasión para el lucimiento del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela bajo la dirección de Antonio Fauró, y para el alarde de talento de los cantantes del reparto encabezado por la soprano guatemalteca Adriana González, que interpretará el papel de Marianela, lazarillo de Pablo, ciego de nacimiento de quien está profundamente enamorada, que interpreta el tenor Alejandro Roy; la mezzosoprano colombiana Paola Leguizamón será Florentina, prima de Pablo, de cuya belleza este, al recuperar la vista, queda prendido. Ambos se enamoran y Marianela queda a expensas de un destino doloroso y cruel; el papel del médico Teodoro Golfín, que logra la curación de Pablo, estará encarnado por el barítono Luis Cansino. El bajo Simón Orfila dará vida al Patriarca de Aldeacorba, padre de Pablo; el barítono puertorriqueño César Méndez Silvagnoli al padre de Florentina, y la mezzosoprano María José Suárez a Mariuca, una de las hijas de la familia que acoge a la desdichada Marianela.
El barítono Mario Villoria, los tenores Javier Alonso y Enrique Bustos, y el también barítono José Ricardo Sánchez, miembros todos ellos del Coro Titular del Teatro, interpretan a los personajes de Gasparuco, Pedrillo, Ramón y Pachín respectivamente.
Emilio Casares define con dos pinceladas la trascendencia musical de ‘Marianela’: “Está compuesta por un sinfonista que nunca se desprende de esta condición; que ha estudiado a Debussy, a los veristas y a Strauss, que trabaja con una orquesta del postromanticismo y que cree que la música pura, la instrumental, es superior al resto de las músicas. Lo dejó escrito varias veces. ‘Marianela’ pivota entre lo que sucede en la escena y lo que acontece en el foso, y hay muchos momentos en los que el interés dramático se traslada desde los cantantes a la orquesta.”
Pahissa y Galdós
En un manuscrito fechado en Buenos Aires en 1946, el propio Pahissa nos relata su encuentro con Galdós: “Conocí a Pérez Galdós cuando ya este gran novelista tenía más de 80 años. Fue en el escenario del Teatro Novedades, durante la temporada en que la admirada Margarita Xirgu estrenó en Barcelona ‘Marianela’, en la adaptación escénica que, de esta novela, una de las más hermosas de Galdós, hicieron los hermanos Álvarez Quintero. Tenía yo un deseo de hacer una ópera de Marianela”. Los Álvarez Quintero añaden: “Él sentía hondamente la novela galdosiana mucho antes de que nosotros la teatralizásemos. Al ver la comedia surgió en él la idea de que la convirtiéramos en ópera, y ya casi está hecha».