
La cita, que nació como concurso celebrado en 1925 y 1926, regresa con Juan Valderrama como asesor artístico y con el reconocimiento a la cantaora, que recibirá el galardón de manos de Arcángel. La artista cerrará las galas flamencas que se celebrarán del 2 al 4 de mayo y en las que también actuarán los cantaores Juanfra Carrasco y Rancapino Chico
El Teatro Pavón y la Junta de Andalucía celebran del 2 al 4 de mayo uno de los hitos de la celebración del centenario de este sobresaliente escenario madrileño de la cultura, la recuperación de la Copa Pavón, que cuenta con el asesoramiento artístico de Juan Valderrama. Este mítico concurso de flamenco se celebró solo en dos ocasiones, en 1925 y 1926, atrayendo a decenas de artistas de toda la geografía española, y que ganaron sucesivamente Manuel Vallejo y Manuel Centeno.
En esta ocasión, el Pavón, en lugar del concurso rendirá un homenaje a la gran cantaora catalana Mayte Martín, que recogerá el galardón de manos de otro cantaor de fuste, Arcángel. Será el último día de los tres que durará la Copa Pavón dedicados al cante.
El primer día actuará Rancapino Chico y el siguiente Juanfran Carrasco. Dos jóvenes figuras ya afirmadas en el presente junto a una artista consagrada, en la plenitud de su arte.
El recital de Rancapino Chico del 2 de mayo contará con el guitarrista Diego Amaya y los palmeros Edu Gómez y Luis de Pijote. Este cantaor andaluz es hijo del gran cantaor Rancapino y ya “tarareaba las canciones antes de empezar a hablar”, según contó su padre. Empezó desde muy joven, con su progenitor como espejo y fuente de inspiración. Gracias a él mantuvo contacto con figuras del flamenco como Manolo Caracol, Antonio Mairena, Juan Talega, Camarón y Juanito Valderrama, entre otros.
En 2016, por su gran trayectoria, y a pesar de su juventud, fue galardonado en la IX Edición de los Premios de Cultura Gitana – Jóvenes Creadores. En 2019 lanzó su primer disco, Por mi amor al arte, grabado en directo con figuras del arte como Pansequito, Aurora Vargas, María Vargas, Manuela Carrasco, Cristina Hoyo, Vicente Soto Sordera, José el de la Tomasa. Ese mismo año, fue galardonado por el Nuevo Compás del Cante junto a la gran bailaora Manuela Carrasco.
De Extremadura procede Juanfran Carrasco, nombre artístico de Juan Francisco Carrasco, que subió por primera vez a un escenario a los 6 años y a los 15 inició su trayectoria artística en el programa Duende joven de Canal Extremadura. A raíz de este programa empezó a dar clases con Miguel de Tena y Esther Merino.
Definido ya por muchos medios como el nuevo eslabón de una forma de cantar propia de su tierra, ha recibido, entre otros galardones, el Premio de la Diputación de Badajoz, el Premio Mancomunidad de Sevilla. El Premio Joven de Antonio Mairena y el Premio de Carmona.
Con la guitarra de José Gálvez a su lado, Mayte Martín (Barcelona, 1965) cerrará la Copa Pavón el 4 de mayo. La cantaora catalana es una de las artistas de mayor prestigio del panorama actual del flamenco y de la música.
Desde sus orígenes, cuando ganó en 1987 el principal galardón flamenco, la Lámpara Minera del Festival Internacional del Cante de las Minas, su cante preciosista y sereno, lleno de matices responde una voluntad de romper moldes que no se han ceñido al flamenco, sino que se han expandido a otros géneros como el bolero, en discos como Querencia (nominado a los Grammy Latinos de 2001), De fuego y de agua, en colaboración con Katia y Marielle Labèque, Tempo rubato y Tatuajes, su última grabación, de 2024. En ella recupera grandes canciones del siglo XX, de autores como Violeta Parra, Serrat, Jacques Brel y Pablo Milanés.
A lo largo de su trayectoria ha recibido galardones como el Premio Don Antonio Chacón en el XII Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, el Premio de la Crítica, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, el Premio Internacional de Flamenco Escuela de Flamenco de Andalucía y, el pasado año, el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
El Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad declarado por la UNESCO
Fue el 16 de noviembre de 2010 en Naibori (Kenia), cuando el flamenco obtuvo un máximo reconocimiento internacional como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO como manifestación cultural de carácter universal
El flamenco es una expresión artística resultante de la fusión de la música vocal, el arte de la danza y el acompañamiento musical, denominados respectivamente cante, baile y toque.
La cuna del flamenco es la región de Andalucía, situada al sur de España, aunque también tiene raíces en otras regiones como Murcia y Extremadura.
El cante flamenco lo interpretan, en solo y sentados generalmente, un hombre o una mujer. Expresa toda una gama de sentimientos y estados de ánimo –pena, alegría, tragedia, regocijo y temor– mediante palabras sinceras y expresivas, caracterizadas por su concisión y sencillez.
El baile flamenco, danza del apasionamiento y la seducción, expresa también toda una serie de emociones, que van desde la tristeza hasta la alegría. Su técnica es compleja y la interpretación es diferente, según quien lo interprete: si es un hombre lo bailará con gran fuerza, recurriendo sobre todo a los pies; y si es una mujer lo ejecutará con movimientos más sensuales.
El toque de la guitarra flamenca ha trascendido, desde hace mucho tiempo, su primitiva función de acompañamiento del cante. Éste se acompaña también con otros instrumentos como las castañuelas, y también con palmas y taconazos.
El flamenco se interpreta con motivo de la celebración de festividades religiosas, rituales, ceremonias sacramentales y fiestas privadas. Es un signo de identidad de numerosos grupos y comunidades, sobre todo de la comunidad étnica gitana que ha desempeñado un papel esencial en su evolución.
La transmisión del flamenco se efectúa en el seno de dinastías de artistas, familias, peñas de flamenco y agrupaciones sociales, que desempeñan un papel determinante en la preservación y difusión de este arte.