Para crear conciencia de que uno de cada diez niños del mundo tiene que trabajar, la agencia de la ONU dedicada a la esfera laboral hará del 2021 un año internacional que buscará erradicar ese lastre
Mientras tanto, el cierre de escuelas y el empobrecimiento debidos a la COVID-19 obligan a más niños a emplearse para ayudar a la subsistencia de sus familias.
El trabajo infantil disminuyó un 38% durante la última década; sin embargo en el mundo aún hay 152 millones de niños que trabajan y cuya situación ha empeorado notablemente debido a la pandemia de COVID-19, señaló este viernes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Con el objetivo de combatir ese flagelo de la niñez, la OIT celebra este 2021 el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, que promoverá medidas legislativas que destierren en la práctica ese tipo de empleo.
La crisis de la COVID-19 ha empobrecido aún más a las personas que ya vivían una situación vulnerable, y podría revertir años de avances en la lucha contra el trabajo infantil. El cierre de escuelas ha agravado la situación y millones de niños deben trabajar para contribuir a los ingresos familiares.
La pandemia también ha hecho que mujeres, hombres y niños sean más propensos a la explotación, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En los últimos 20 años casi 100 millones de niños dejaron de trabajar, con avances dispares según las distintas regiones del mundo.
Casi la mitad de los casos de trabajo infantil se registra en África, con 72 millones, seguida de Asia y el Pacífico, con 62 millones.
Trabajos de riesgo
El 70% de los niños que trabajan lo hacen en el sector agrícola, principalmente en actividades de subsistencia o comerciales, o de cría de ganado. Casi la mitad de esos niños lleva a cabo trabajos que se consideran peligrosos, o en situaciones de riesgo para su salud o su vida.
El director general de la OIT afirmó que el trabajo infantil “no tiene cabida en la sociedad”.
“Priva a los niños de su futuro y mantiene a las familias en situación de pobreza”, dijo Guy Ryder, alertando de que la COVID-19 podría revertir años de avances, por lo que urgió a los países a cumplir compromisos adquiridos.
El Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil llevará a cabo actividades a lo largo de los meses para concienciar a la población en general sobre el problema que plantea el hecho de que uno de cada diez niños del mundo tenga que trabajar.
La iniciativa de la OIT en colaboración con la Alianza 8.7 fue aprobada unánimemente por la Asamblea General de la ONU en 2019 con la intención de instar a los gobiernos a tomar las medidas necesarias para alcanzar la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Esa meta llama a erradicar el trabajo forzoso y poner fin a la esclavitud moderna y a la trata de personas, así como a prohibir y eliminar las peores formas de trabajo infantil -en particular, el reclutamiento y la utilización de niños soldado-, y a acabar con todas las formas de trabajo infantil para 2025.
El evento virtual de inauguración del año será el 21 de enero y contará con la participación de Guy Ryder, director General de la OIT; Henriette Fore, directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF); Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz; y Amar Lal, antigua víctima de trabajo infantil y activista contra el mismo.