La Asociación de Periodistas Europeos y la Fundación Diario Madrid, en el marco de lo previsto en el Convenio de colaboración con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, celebran un acto de reconocimiento a veinte periodistas que defendieron las libertades
Por Juan Ignacio Vecino, director/editor de la revista digital www.patrimonioactual.com. Miembro del Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO (CID-UNESCO).
Los periodistas seleccionados para recibir ese reconocimiento ahora, ni son todos los que están, ni están todos los que son, han sido José Antonio Martínez Soler, Gorka Landaburu, Iñaki Gabilondo, Nativel Preciado, Soledad Gallego Díaz, Andrés Rábago “El Roto”, Román Orozco, Manuel Vicent, Victor Márquez Reviriego, Manuel Pérez Barriopedro, Juan Luis Cebrián, Maruja Torres, Juan Tapia, Luis del Olmo, Raúl Cancio, César Lucas, Juan de Dios Mellado, Rosa Montero, Rosa María Mateo y Pilar Cernuda.
La selección de los homenajeados ha corrido a cargo de un comité de expertos compuesto por Juan Francisco Fuentes, Susana Sueiro, Manuel Gutiérrez Aragón, José Juan Ruiz, Miguel Ángel Noceda, Andrés Trapiello, Diego Carcedo, Marisa Flórez, Rosa Paz, José Vicente de Juan, Miguel Ángel Aguilar, Ana Rosa Semprún, Santiago Muñoz Machado, Soledad Puértolas, Juan de Oñate, José Álvarez Junco y Joan Manuel Serrat.
La ceremonia de reconocimiento tuvo lugar el 9 de junio en la sede de la Fundación Diario Madrid, en la capital de España y fue presentada por la periodista Mamen Mendizábal.
Además, se inauguró una placa conmemorativa con el texto: “A quienes desde el periodismo defendieron las libertades” en el edificio de Larra, lugar de gran tradición periodística que albergó redacciones como las de El Sol, Nuevo Mundo, Marca o Arriba entre otras y que ahora es la sede de la Fundación Diario Madrid comprometida con la defensa de las libertades, valor indeclinable del oficio periodístico.
Cuando estaban abolidas contribuyendo de modo indudable a ennoblecer el oficio periodístico durante el periodo de la dictadura y de la transición hasta la recuperación de las libertades. Pero claro, visto la situación actual, no sé yo sí estamos volviendo a un estado que pretende amordazar las informaciones que cada día van saliendo a la luz y que una es tapada por otra mayor.
Los gobiernos tratan de acallar a los periodistas y a los medios de comunicación
Lamentablemente, es una realidad que muchos gobiernos alrededor del mundo intentan silenciar a los periodistas y a los medios de comunicación. Esta práctica se manifiesta de diversas formas y tiene un impacto directo en la libertad de prensa y en la salud de la democracia. Todos tratan de mantener un relato y una verdad alternativa.
Algunas de las formas en que los gobiernos intentan silenciar a los medios incluyen:
- Censura directa y bloqueo: Esto puede ir desde la prohibición de publicaciones hasta el bloqueo de sitios web y redes sociales.
- Detención y encarcelamiento de periodistas: Muchos periodistas son arrestados, procesados con cargos fabricados o simplemente desaparecidos por su trabajo crítico.
- Violencia y acoso: Los periodistas son objeto de amenazas, agresiones físicas e incluso asesinatos, a menudo con impunidad. Las mujeres periodistas son particularmente vulnerables a la violencia en línea y fuera de línea.
- Leyes restrictivas: Se aprueban leyes que limitan la libertad de expresión, como aquellas que penalizan la «información falsa», la «desacreditación» de las fuerzas armadas o la difamación.
- Control de los medios estatales y de la propiedad: Los gobiernos pueden controlar directamente los medios de comunicación públicos y ejercer influencia sobre los privados a través de la propiedad o la concentración de medios en pocas manos afines al poder.
- Presión económica: Se puede presionar a los medios a través de la publicidad estatal, la retirada de licencias o sanciones económicas, buscando ahogar financieramente a los medios críticos.
- Desinformación y propaganda: Algunos gobiernos invierten en la creación y difusión de información falsa para desacreditar a los periodistas independientes y manipular la opinión pública.
Países con altos niveles de censura y represión a la prensa
Organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros Sin Fronteras (RSF) publican informes anuales que destacan los países con los mayores niveles de censura y donde el periodismo es más peligroso.
Algunos de los que suelen aparecer consistentemente son:
- Eritrea: Considerado uno de los países con mayor censura, donde los medios estatales son los únicos permitidos.
- Corea del Norte: Uno de los regímenes más represivos en cuanto a la libertad de prensa.
- Arabia Saudita: Control estricto sobre los medios y detenciones masivas de disidentes.
- China: Posee un vasto y sofisticado aparato de censura y vigilancia.
- Vietnam: Prohíbe la propiedad privada de medios impresos y audiovisuales.
- Irán: Utiliza la detención arbitraria y el exilio para silenciar a periodistas.
- Turkmenistán: Alto control gubernamental sobre la información.
- Bielorrusia: Control casi absoluto sobre los medios, con acoso y detenciones a periodistas independientes.
- Rusia: Ha intensificado la censura, prohibiendo palabras como «guerra» o «invasión» y persiguiendo la «información falsa» sobre el ejército.
- Hungría: Human Rights Watch ha denunciado el silenciamiento de los medios y la democracia.
El impacto en la democracia es innegable
La libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier democracia. Cuando los gobiernos silencian a los periodistas y a los medios de comunicación:
- Se limita el acceso a la información: Los ciudadanos no pueden tomar decisiones informadas si no tienen acceso a una diversidad de puntos de vista y a información veraz.
- Se socava la rendición de cuentas: Los medios de comunicación actúan como un contrapoder, fiscalizando al gobierno y denunciando la corrupción o los abusos de poder. Sin ellos, los gobiernos pueden actuar con mayor impunidad.
- Se erosiona la confianza pública: La desinformación y la propaganda generan desconfianza en las instituciones y en el propio sistema democrático.
- Se restringe el debate público: La ausencia de voces críticas empobrece el debate social y político, limitando la capacidad de la sociedad para resolver problemas y avanzar.
- Se crea un clima de miedo y autocensura: Los periodistas y los ciudadanos, ante el riesgo de represalias, pueden optar por la autocensura, debilitando aún más la libertad de expresión.
En resumen, los intentos de los gobiernos de cualquier signo por silenciar a los periodistas y a los medios de comunicación representan una grave amenaza para los derechos humanos y para la esencia misma de la democracia. Por último, todos los políticos e instituciones tratan de mantener un relato y una verdad alternativa, difundir bulos y desacreditar a los políticos contrarios, mientras que los ciudadanos no les importamos nada, Solo se ocupan de mantener sus “sillones” bien calentitos.