La Conferencia de la UNESCO “Por un Internet confiable” ha reunido a 4.300 participantes para debatir soluciones reguladoras a la actual crisis de la información en línea, la primera conferencia mundial de este tipo
Los oradores, desde la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, hasta el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2021, Maria Ressa, subrayaron la urgente necesidad de establecer directrices mundiales comunes para mejorar la fiabilidad de la información, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos.
La Directora General de la UNESCO declaró: La difuminación de los límites entre lo verdadero y lo falso, la negación altamente organizada de hechos científicos, la amplificación de la desinformación y las conspiraciones no se originaron en las redes sociales. Pero, ante la falta de regulación, florecen allí mucho mejor que la verdad. Sólo tomando plenamente las riendas de esta revolución tecnológica podremos asegurarnos de que no sacrifica los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia. Para que la información siga siendo un bien común, debemos reflexionar y actuar ahora, juntos.
La Conferencia “Por un Internet confiable” constituye un hito en el diálogo mundial iniciado por la UNESCO con el fin de elaborar las primeras directrices mundiales para la regulación de las redes sociales, a fin de mejorar la fiabilidad de la información y promover los derechos humanos en línea. En ella participaron todas las partes interesadas: gobiernos, reguladores independientes, empresas digitales, mundo universitario y sociedad civil. La UNESCO presentará las directrices en septiembre de 2023.
Por su parte Marie Ressa, periodista, galardonada con el Premio Nobel de la Paz dijo: Las mentiras se difunden más rápido que los hechos. Por alguna razón, los hechos son muy aburridos. Las mentiras -especialmente cuando están impregnadas de miedo, de ira, de odio, de tribalismo- nos perjudican. Se extienden. Es como arrojar una cerilla encendida al fuego.
Ressa advirtió de que, si seguimos tolerando que los algoritmos de las redes sociales premien las mentiras, las generaciones futuras heredarán un mundo en el que la verdad se habrá devaluado peligrosamente. “Sin hechos no hay verdad, sin verdad no hay confianza y no tenemos una realidad compartida”.
En su mensaje a la Conferencia, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recordó los violentos ataques perpetrados contra las instituciones democráticas en Brasil el 8 de enero y, añadió: Lo que ocurrió aquel día fue la culminación de una campaña, iniciada mucho antes, y que utilizó la mentira y la desinformación como munición. En gran medida, esta campaña fue alimentada, organizada y difundida a través de plataformas digitales y aplicaciones de mensajería. Es el mismo método utilizado para generar actos de violencia en otras partes del mundo. Debe terminar.
Regulación coordinada y anclada en los derechos humanos
La Directora General de la UNESCO señaló la proliferación de iniciativas reguladoras: al menos 55 países están trabajando en ellas. Pero abogó por un enfoque coherente y global, basado en los derechos humanos. “Si estas iniciativas reguladoras se desarrollan de forma aislada, con cada país trabajando en su propio rincón, están condenadas al fracaso. La disrupción de la información es por definición un problema mundial, por lo que nuestras reflexiones deben tener lugar a escala mundial”, afirmó.
La Primera Ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, comentó: Los debates como los que estamos celebrando ahora en París, son inmensamente importantes. Es importante elaborar un conjunto común de directrices sobre cómo regular este espacio digital. No se puede abusar de la tecnología para reprimir a la gente, para vigilarla o acosarla, o para cerrar Internet.
El YouTuber brasileño Felipe Neto, uno de los creadores de contenidos con más seguidores del mundo, compartió sus propias experiencias con contenidos extremistas impulsados por algoritmos, comentando los siguiente: Por supuesto que no queremos cerrar las plataformas, no queremos luchar contra ellas. Se trata de rendir cuentas, de poner fin a la impunidad, de sentarlos a la mesa y decirles ‘tienen que ser ustedes responsables de los errores que han cometido y de los que van a cometer.
La Directora General concluyó instando a todos los países a unirse a los esfuerzos de la UNESCO para transformar Internet en una herramienta que esté verdaderamente al servicio del público y que contribuya a garantizar el derecho a la libertad de expresión; un derecho que incluye el de buscar y recibir información.