El Premio de Arquitectura Rafael Manzano, dotado con 50.000€, nació con el objetivo de reconocer la labor de los arquitectos que preservan el patrimonio español
Este miércoles se ha entregado el Premio de Nueva Arquitectura Tradicional Rafael Manzano, que ha recaido en el arquitecto valenciano Enrique Nuere, en un acto presidido por el Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, en el Salón de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF).
Este año ha sido otorgado a Enrique Nuere, por su aportación a la arquitectura tradicional a través de sus obras de artesonado, y por el descifrado de las reglas geométricas originales plasmadas en los manuscritos de la carpintería del siglo XVII.
Las principales obras de Nuere se reflejan en los nuevos techos de las galerías del Patio del Alcázar de Toledo, la armadura del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, la sala de visitas del Palau Güell en Barcelona, la Iglesia de Madrigal de las Altas Torres en Ávila, el Castillo de Cuenca, el claustro de las Claras de Salamanca, las armaduras del Museo Picasso y el Museo Thyssen, ambos en Málaga y las del Palacio de Miguel Mañara en Sevilla, entre otras. Su trabajo también podemos encontrarlo en mansiones particulares, como es el caso del artesonado de la casa de Julio Iglesias en Marbella.
Por su parte, el arquitecto ganador ha relatado, “mi interés por la carpintería histórica surgió de forma totalmente casual. Un posible encargo en la Alhambra, coincidió prácticamente con el regalo del facsímil de un manuscrito de principio del siglo XVII. El manuscrito llevaba más de setenta años indescifrado, por lo que su comprensión era imprescindible, y si quería hacer el trabajo no tenía más remedio que descifrarlo, y así empezó todo.” Nuere destaca el significado que tiene el Premio Manzano para él, “representa un reconocimiento a casi cuarenta años de defensa de un material (la madera) en el que muy poca gente confiaba.”
En la clausura del acto el Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, apostilló, “La labor de Enrique Nuere contribuye a mejorar la cultura española, además, ha devuelto la vitalidad al arte de la carpintería.”
Este premio, generosamente donado por el filántropo de Chicago, Richard H. Driehaus, contribuye un año más a la preservación de nuestro valiosísimo patrimonio histórico.
¿Qué es el Premio Rafael Manzano?
El Premio Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional, convocado por Richard H. Driehaus Charitable Trust y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), tiene como fin difundir el valor de la arquitectura clásica y tradicional como referente de probada validez para la arquitectura de nuestro tiempo. Tanto en la restauración de monumentos y conjuntos urbanos de valor histórico-artístico, como en la realización de obras de nueva planta que, basadas en las tradiciones locales, sean capaces de integrarse armónicamente en dichos conjuntos.
El premio toma su nombre del arquitecto Rafael Manzano, quien ha dedicado su vida profesional a la preservación del patrimonio arquitectónico y urbano español a través de la restauración y el diseño de nuevas arquitecturas basadas en el patrimonio histórico español.
Este respeto por el patrimonio le valió ganar en el año 2010 el Premio Internacional Richard H. Driehaus, siendo con ello el primer y único español en haber recibido este galardón.
El Premio Rafael Manzano, gracias a la generosidad del empresario americano Richard H. Driehaus, está dotado con 50.000 euros y una medalla conmemorativa. El galardón se entregó por primera vez el 16 de octubre de 2012 en un acto solemne celebrado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid).
En la primera edición el Jurado decidió otorgar este Premio al arquitecto Leopoldo Gil Cornet, por las obras de restauración de la Real Colegiata de Roncesvalles (Navarra), que se desarrollaron entre 1982 y 2012.
En el año 2013 fue otorgado a Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba, Duque de Segorbe, y al arquitecto Luis Fernando Gómez-Stern por sus obras de restauración de las Casas de la Judería de Sevilla.
En 2014 el galardón se entregó a los arquitectos Javier Cenicacelaya e Iñigo Saloña por la restauración del Palacio de la Diputación de Vizcaya, entre otras.
El pasado año, el australiano, Donald Gray, se alzó con el galardón por sus obras respetuosas con la tradición arquitectónica andaluza como La Urbanización la Virginia en Málaga.
Este año, el arquitecto ganador es Enrique Nuere, que recibe el premio por su aportación a la arquitectura tradicional a través de sus obras de artesonado, el descifrado de las reglas geométricas originales plasmadas en los manuscritos de la carpintería de lo blanco del siglo XVII, y con ello, la recuperación de un oficio olvidado en el SXVIII, los carpinteros de lo blanco.
Enrique Nuere ganador 2016
Enrique Nuere Matauco nació en Valencia en 1938. Es arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid desde 1962 y Doctor en Arquitectura desde 1967. Es Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), Académico Correspondiente de la Academia de San Telmo (Málaga), Académico Correspondiente de la Real Academia de San Miguel Arcángel (Santa Cruz de Tenerife), Miembro de la Academia del Partal, asociación libre de profesionales de la restauración monumental y Vocal del Patronato de la Alhambra y Generalife (1986-1995).
Con independencia de la actividad habitual del ejercicio libre de la profesión, a partir de la investigación en 1980 del manuscrito de La carpintería de lo blanco, de Diego López de Arenas, inicia su actividad restauradora del patrimonio arquitectónico monumental. Desde la década de los 80 del pasado siglo dedica mayoritariamente su actividad a la restauración monumental y a la docencia, con una especial dedicación a la carpintería histórica. Sus trabajos e investigaciones han permitido recuperar el saber sobre este tema, que se había perdido desde el siglo XVIII. Con el fin de difundir sus hallazgos y de evitar que estos conocimientos vuelvan a caer en el olvido, se ha dedicado muy activamente a la enseñanza del oficio, formando a toda una nueva generación de carpinteros de lo blanco, y ha escrito numerosos libros y artículos en los que desentraña sus antes velados principios.
Podemos destacar entre sus publicaciones: La carpintería de lo blanco. Lectura dibujada del primer manuscrito de López de Arenas (1985), La carpintería de armar española (1989, con una segunda edición revisada y ampliada en 2000), La carpintería de lazo. Lectura dibujada del manuscrito de Fray Andrés de San Miguel (1990) y Nuevo tratado de la carpintería de lo blanco, con la verdadera historia de Enrique Garavato, carpintero de lo blanco y maestro del oficio (2001)
Entre sus trabajos de restauración, aparte de las numerosas armaduras en iglesias y conventos por toda España, cabe destacar los siguientes: diez y siete armaduras recuperadas para el Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán de la Alhambra, la armadura del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, las seis del Palacio Ducal de Pastrana, las catorce del Palacio de Miguel de Mañara en Sevilla, las treinta y cuatro del Palacio Buenavista de Málaga, convertido en Museo Picasso y las seis del Palacio Villalón de Málaga, convertido en Museo Thyssen. Pero también ha realizado una importante labor diseñando y construyendo nuevas estructuras de madera tanto en edificios de nueva planta como en edificios históricos. Buenos ejemplos de ello son los nuevos techos de las galerías del patio del Alcázar de Toledo, la recuperación del chapitel de iglesia de La Solana, o el desmontaje, traslado e instalación posterior en el Museo del Prado de Madrid, del artesonado del coro de la iglesia de Valencia de Don Juan.