La Directora de la Residencia de Estudiantes, Alicia Gómez-Navarro, recogió de manos del Director de la Real Academia, Fernando de Terán, la Medalla de Honor 2015 de la Corporación académica, en reconocimiento a la fecunda y coherente trayectoria de la institución madrileña
La candidatura de la Residencia de Estudiantes fue presentada el pasado mes de mayo por los académicos José Luis Yuste Grijalba, José Ramón Encinar y Juan Navarro Baldeweg. En la ceremonia de entrega de la Medalla intervendrá en nombre de la Academia, leyendo la laudatio a la Residencia de Estudiantes, el jurista José Luis Yuste.
Instituida en 1943, la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de SanFernando se concede anualmente a una persona o institución española o extranjera que se haya distinguido de modo sobresaliente en el estudio, promoción o difusión de las artes, en la creación artística o en la protección del patrimonio histórico, natural y cultural.
Este año la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando honra y premia la extensa labor desarrollada por la Residencia de Estudiantes y reconoce su proyección internacional como uno de los más destacados centros culturales europeos.
Creada en 1910 por la Junta de Ampliación de Estudios, la Residencia de Estudiantes se nutrió de las ideas liberales e innovadoras de la Institución Libre de Enseñanza, aunando diversos ámbitos de conocimiento como las ciencias, las artes y las humanidades. Ya desde sus inicios quedaron patentes las pautas que marcarán su evolución y que han servido de directrices para la nueva etapa desde su refundación en 1986.
La cualidad más valorada y reconocida de la Residencia de Estudiantes ha sido su impulso al diálogo, la creatividad y el sentido crítico, ejerciendo en sus orígenes de sede para las vanguardias artísticas y convirtiéndose pronto en uno de los centros más activos de difusión de la vida intelectual europea. Su segunda etapa ha estado marcada por una recuperación del patrimonio arquitectónico, urbano y paisajístico (con la rehabilitación de los pabellones en su sede madrileña de la Colina de los Chopos), y documental (con la creación de un Centro de Documentación, que alberga un excepcional fondo de archivo, bibliográfico y artístico).
Para fomentar el estudio, promoción y difusión de las artes en campos como la arquitectura, las artes plásticas, la música, el diseño y el cine, la Residencia organiza y realiza múltiples actividades. Entre otras, exposiciones, mesas redondas, ciclos de conferencias, conciertos, encuentros, proyecciones o producciones cinematográficas de carácter documental.
Todo ello respaldado por un servicio de publicaciones con sello editorial propio, cuya línea está en consonancia con sus objetivos y actividades, publicando libros dedicados a artistas, cineastas, músicos y arquitectos, catálogos de exposiciones, epistolarios, ensayos, etc.
Cabe resaltar el apoyo y empuje que ofrece a la joven creación artística mediante su programa de concesión de becas, favoreciendo, con la vuelta a la ocupación de sus espacios por jóvenes artistas, la recuperación del ambiente creativo y de intercambio de ideas y experiencias interdisciplinares de sus orígenes.
Al otorgar a la Residencia de Estudiantes la Medalla de Honor del año 2015, la Academia se suma a los reconocimientos internacionales que la identifican como un espacio de referencia en la historia cultural de Europa, lo que la ha hecho merecedora de la concesión del Sello del Patrimonio Europeo en los años 2007 y 2014.
LA RESIDENCIA: ETAPA HISTÓRICA
La Residencia de Estudiantes, desde su fundación en 1910 por la Junta para Ampliación de Estudios hasta 1936, fue el primer centro cultural de España y una de las experiencias más vivas y fructíferas de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras. En 1915 se traslada a su sede definitiva en la madrileña Colina de los Chopos. Durante toda esta primera etapa su director fue Alberto Jiménez Fraud, que hizo de ella una casa abierta a la creación, el pensamiento y el diálogo interdisciplinar. Tanto la Junta como la Residencia eran producto de las ideas renovadoras de la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos.
La Residencia se proponía complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes. Características distintivas de la Residencia fueron propiciar un diálogo permanente entre ciencias y artes y actuar como centro de recepción de las vanguardias internacionales. Ello hizo de la Residencia un foco de difusión de la modernidad en España, y de entre los residentes surgieron muchas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX, como el poeta Federico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el científico Severo Ochoa. A ella acudían como visitantes asiduos o como residentes durante sus estancias en Madrid Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Blas Cabrera, Eugenio d’Ors o Rafael Alberti, entre muchos otros.
La Residencia fue además foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras, presentada directamente por sus protagonistas. Entre las personalidades que acudieron a sus salones figuran Albert Einstein, Paul Valéry, Marie Curie, Igor Stravinsky, John M. Keynes, Alexander Calder, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier, entre muchos otros. A menudo, estas personalidades fueron invitadas por dos asociaciones privadas que colaboraron activamente con la Residencia y unieron su labor a un amplio sector de la sociedad civil: la Sociedad de Cursos y Conferencias y el Comité Hispano-Inglés.